Negro criollo, negro criollo,
el que yo nunca canté,
te estoy debiendo un romance
desde el fondo del ayer.
Negro criollo, patizambo,
sin derecho ni revés,
como la bota de potro
que se calza en cualquier pie.
Negro con risas de choclo,
tu risa es como un cartel
para que escriban los hombres
blancos la palabra "fiel".
¡Ay, lo que el blanco te debe,
ay, lo que hiciste por él!
Por uno que te fue justo
los injustos fueron cien,
vos sí que pagaste siempre
bien por mal y bien por bien.
Negro "pa todo trabajo",
como subrayaba aquel
documento que en el fondo
de un mueble viejo encontré.
Fuiste bueno para todo
sin capital ni interés,
"pa'un fregao, o pa'un barrido",
sin protestas y sin hiel.
Negro "pa'todo trabajo"
como un reyuno de ley,
en vos se paró la Patria
como quien dice en un pie.
¡Ay, lo que el blanco te debe!
¡Ay, lo que hiciste por él!
Negro criollo, fuiste infante
casi a la fuerza porque
el gaucho quería caballo,
no sabía pelear de a pie;
y fuiste la infantería
para morir a granel.
Nuevamente las espinas
te tocaron otra vez.
Negro de poncho canela
y ala echada para atrás,
con dos luceros de fierro
sujetos al calcañar.
Negro para enviar un chasque
y con la luna viajar
uniendo noche con noche
las dos juntas en un haz.
La noche se hacía día.
Quedabas viudo, ¡velay!
hasta que a las pocas horas
la volvías a encontrar.
Negro, para bien mandado
porque en vos todo era igual;
tanto cebar un amargo,
o cortar un temporal,
como velar un enfermo,
como domar un bagual,
como tocar a degüello
en llamado a degollar,
como dejarse vender
para el dinero aportar
al tirador del caudillo
y con él armas comprar
para defender la Patria
en tiempos de adversidad,
que así lo hizo el Pardo Luna
con Rivera el General.
(¡Ah, negro! ¡Llamarse Luna
como esperando blanquear!)
Negro criollo, sin derecho,
sin izquierdo y sin revés;
sirviente por todo el año,
pero el 6 de enero: ¡Rey!
Rey de galera y levita,
Rey "para servir a usted..."
Siempre estuviste "a las verdes";
las maduras, ya sabés:
fueron todas para el blanco
que "ansina había de ser".
Aquella "ley del embudo"
la conociste muy bien,
y aunque Moisés no la dijo,
es más vieja que Moisés:
Ancha arriba, angosta abajo,
cual tu tamboril, porque
¡por más lindo que tocaras
tu tamboril fue tu ley!
LOS HERMANOS BALTAZAR
Hace 1 semana
1 comentario:
Hola: alguien sabe dònde se encuentra el poema "Romance del negro criollo" de Borges?
Muchas gracias!
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