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miércoles, 15 de mayo de 2019

¡Zoncera de flete!


(Pintura: Rodolfo Ramos)



Aunque no soy fantasioso
ni me gusta ponderiar,
de mi flete quiero hablar
raza criolla y muy vistoso.
Perdonen… si de goloso
me estiro en este versiao,
pero si me han convidao
no viá gastarme en amagos…
porque pa’ mi es un halago
conversar de mi tostao.

Dije tostao… sin pensar,
más bien… alazán tostao
y pa’ más datos… calzao
justo del lao de montar.
Dios le quiso colocar
mesmo en la frente una estrella
como fijándole en ella
lo que le ha dado el destino:
¡no hacerle asco al camino
aunque sea larga la huella!

Luce en el cuarto la marca
que supo ser de mi agüelo…
y esa quemada entre el pelo
lo distingue en la comarca;
hijo de una yegua zarca,
madrina de la tropilla,
que del tuse a la ranilla
era alazana, de un viaje.
¡Si parecía su pelaje
un fuego entre la gramilla…!

Según el frío o el calor bien
tiene costumbres marcadas,
si lo ensillo con la helada
se me güelve escarceador.
Llegando el tiempo mejor
más bien digo, el tiempo bueno
mientras me espera sereno
pa’ empezar la galopiada,
me alborota la enramada
con la coscoja del freno.

La cola se la he dejao
que le caiga hasta el garrón
y un tuse bien parejón
de arco bajo, le he cortao.
Al verme con el recao
un relincho ha de soltar,
porque su vicio es andar
y ande lo chiflo… se viene.
¡Y cuando arriba me tiene
ya entra a caracolear…!

Y esto que le juí mentando:
pelaje, formas, manías…
son cosa que notaría
si usté se larga observando.
Pero sé que ni soñando
por más que ponga cuidao
le veré el mejor legao…
por eso es que se lo digo:
Y es... que no existe un amigo
como mi alazán tostao.


Y se llamaba Don Lucas


(Dibujo: Miguel Ángel Gasparini)




Y se llamaba, don Lucas.
El apellido ¡ni cuenta!
total, con el "don" y el nombre
se abría paso ande quiera.

Dijo "otro tiemple" y tantió
la clavija de madera,
y después, fue acariciando
las cuerdas...con la derecha;
y así le nació una polca,
un aire, una chacarera.
Era robusto, morocho,
y en su blanca cabellera
se dibujaban los años
que pasaban de setenta...
Conocía muchos pagos
y no tenía querencia...

Primero, porque de mozo
fue resero por las sendas
y entonces era su rancho
un monte, recao y estrellas.
Y cuando se fue gastando
su vida, tras de la hacienda,
hizo noche en pulperías,
se aquerenció en las materas
o en el galpón de una estancia
acomodó su existencia.

Vaya a saber qué destino
le fue marcando esa huella
que los días se le fueron
sin exigir recompensa,
sin tener al lado suyo
más que esa compañera...
donde gastó sus caricias
buscando "tiemples" en ella.

Sabía hablar en otros tiempos;
de una época de seca,
del nombre de algún paisano
de alguna esquina campera
o de algún "paso crecido"
resulta de unas cuadreras
y de tantas cosas más,
que con los años se mentan...
pero nunca, nunca el hombre
habló de alguna pollera
que le dejara el recuerdo
de algo lindo o una pena.
¡Como si hubiera nacido
sin pa'que nadie lo quiera!

Aceptaba pocas copas...
más bien, ni gustaba de ellas;
y solo tenía el vicio de su tabaquera
algún cigarrito que otro
que entre su boca reseca
se le apagaba ahí nomás,
pues, ¡ni pitaba siquiera!

De tiempo en tiempo, llegaba,
siempre pegaba la vuelta,
y al poco andar, ya su espalda
se iba borrando en la senda
al tranco'e su sillonero
que igual que él, sin querencia,
encontraban el destino
andando huellas y huellas...

Y un día, no volvió más.
Y se borraron sus mentas;
naides supo decir
dónde quedó su existencia...
que s'hizo de su guitarra,
ni dónde está la osamenta
de aquél caballo aparcero
que lo llevó donde fuera...
¡Como si a los dos, un día
se los tragara la tierra!

Y seguro dijo: "otro tiemple"...
Y mirando las estrellas
buscó los rumbos del cielo
y ahí encontró su querencia.

Y se llamaba, don Lucas.
El apellido ¡ni cuenta!
total, con el "don" y el nombre
se abría paso ande quiera.
-----------------------------------------------

Este recuerdo es para don Lucas Salto,
un criollo que conocí allá
por la década de 1940.


Una yerra de las de antes




Rojea en el calendario
el primer día de mayo
y van llegando a caballo
los criollos del vecindario.
Entre las nubes, corsario
el sol… pelea su mando
y mientras se va agrandando
el grupo’e los invitao,
los lazos bien engrasao
están su fiesta esperando.

Hay yerra en “Santa María”,
una estancia muy vistosa
y que conserva orgullosa
costumbres viejas, ‘toavía.
Su patrón, para ese día,
olvida manga y corral
y porque’s tradicional
del tiempo de sus abuelos:
quiere terneros al suelo
y volteados en un pial.

Se preparan en la playa
el que enlaza, pialadores,
marquero y atajadores
para empezar la batalla.
Sin alambrados ni rayas
va a comenzar la función;
en un costao, el fogón
tiene la marca candente
y entre’l bullicio’e la gente
entra el rodeo en acción.

Allí va el enlazador
montao en un rabicano
-es zurdo y con esa mano
de revés, tira mejor-.
Pa’ cumplir con su labor
ha sabido acomodar
el recao pa’ trabajar;
la cincha apretó bastante
y aunque está medio adelante
no lo han de ver sobaquiar.

Ya sale el primer ternero
disparando a campo raso
y están zumbando los lazos
midiendo tiros certeros.
Un pial de volcao, primero,
queda errao sin saber cómo;
después, otro sobre el lomo
lo saca de una gambeta
y con uno de paleta
lo voltea el mayordomo.

Se oye gritar al patrón
“-Aprete que va la marca!”
y con esa frase abarca
la primera marcación.
El ternero da un tirón
cuando se siente quemao,
queda olor a chamuscao
y después de la capada
festeja la paisanada
con un porrón destapao.

Y prosigue el desarrollo
sin darse tregua ninguno
entre el balar de vacunos
y los dichos de los criollos.
Hay tiros con todo el rollo
como puestos con la mano
y cada cual es baqueano
en lo que está trabajando
y así marcaos van pasando
los que fueron… orejanos.

Esa es la yerra a rodeo,
hermosa fiesta campera
de un tiempo que ya se fuera
y que antes fue de apogeo.
Me pongo a pensar, y creo
que hasta la vida ha cambiao
y de puro encariñao
le doy mi palabra franca…
¡que aunque fuera de payanca
yo… pialaría al pasao…!

viernes, 20 de abril de 2018

Mi gato montés (Gato)


(Foto: Gato montés - Leopardus Geoffroyi) *




Por su pelo y por sus mañas
muy bien conocido es (bis)
y será porque rasguña,
le llaman gato montés (bis).

Arrimado a las cenizas
del fogón lo suelo hallar,
y se la pasa jugando
con mi guitarra nomás.

Con seis cuerdas hice un lazo
y a éste gato yo pialé (bis)
por los montes de mi pago
el día que lo encontré (bis).

Desde entonces el montero,
prisionero se quedó,
en la caja'e mi guitarra
donde lo he escondido yo.



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* El gato montés (Leopardus geoffroyi):

Conocido en Argentina como Gato de Geoffroy. "El más Argentino de los gatos". Rango geográfico:  centro de Bolivia, Paraguay y sur de Brasil hasta el estrecho de Magallanes. En Argentina está en todas las provincias excepto en Misiones y Tierra del Fuego. Ocupa una gran variedad de ambientes. Desde los bosques y matorrales deciduos del Gran Chaco hasta la estepa semiárida de la Patagonia, pasando por humedales, selvas en galería, pastizales y arbustales.

Ha sido muy útil en la conservación de árboles como el sauce y el álamo, gracias a la orina de este gato. Debido a que, suele funcionar como pesticida natural, ayudando a mantener el equilibrio del ecosistema.
En este sentido, la orina de este animal, no sólo sirve para eliminar las plagas de insectos, sino que además ahuyenta a otros animales como ratones, ciervos y conejos que causan daños en las plantas.
Suele ser perseguido por los campesinos que se sienten amenazados, porque el Montés ataca sus gallinas.


"Truco" (Gato)


Un gato y una gata
se desafiaron (bis)
para jugar al truco
sobre el tejado (bis).

Pensando que muy fácil
le ganaría,
el gato los bigotes
se relamía.

El gato dijo envido,
jugó su carta (bis)
y la gata enseguida
le echó la falta (bis).

Al rato suspendieron
esta partida,
porque él se daba cuenta
que ella mentía.



martes, 23 de mayo de 2017

Por los caminos (Huella)


(Pintura: Mariana Sandes)



Desandando el camino
que hay en mi pampa,
la tropa va delante,
la suerte en ancas.

No me apure el retorno,
no tengo rancho,
es la suerte el resero
de pago en pago.

Una huella me lleva
soles afuera,
otra huella me trae:
noche y estrellas.
Una huella se acorta
andando al paso,
otra huella se alarga
tal vez pensando.

Trala laralarala
trala laraira,
a la huella, huella, huellita
me voy cantando.

Al tranco de mi bayo
sigo el camino,
pa'chicar las distancias
tengo un silbido.

Poncho negro estrellado,
me pone el cielo,
cuando se hace la noche
tapa mi sueño.

Una huella me lleva
soles afuera,
otra huella me trae:
noche y estrellas.
Una huella se acorta
andando al paso,
otra huella se alarga
tal vez pensando.

Trala laralarala
trala laraira,
a la huella, huella, huellita
me voy cantando.




sábado, 28 de enero de 2017

Tus besos y mi cigarro (Milonga)


(Dibujo: Eleodoro Marenco)

Dos gustos llevo en la boca
que nunca pude apartarlos
y que a lo largo del tiempo,
siguen viviendo a mi lado.

Uno,carmín y promesa,
sueño de amor y mal pago;
otro,que se hace cenizas,
poco a poco,entre mis labios.

Besos,que fueron un día,
recuerdo que se hace malo;
brasa viva de una boca,
que el corazón me ha quemado.

Humito de mi esperanza,
vos nunca me has traicionado.
bien haiga tabaco negro,
siempre me está acompañando.

Por ahi dicen que hace mal
el vicio de andar pitando
y que la vida me acorta
por culpa de este cigarro.

Yo pienso que es mucho peor,
pa hacerle mal a un cristiano;
haber quemado esperanzas
con el fuego de unos labios.

Sus besos ya no los tengo;
sigo pitando...pitando.


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Se quema el rancho (Ranchera)


(Pinturas: Molina Campos)




Desde temprano el baile empezó
meta guitarra y meta acordeón,
la dueña 'e casa Doña Trinidá
zapatos nuevos tiene pa' bailar.

Algunos toman giniebra en porrón,
otros vinacho que mandó el Patrón,
se asa la carne detrás del parral
mientras la chancha sigue su compás.

Un gaucho en tranca revoleó el poncho
y un grito macho largó
¡qué desparramo! ¡Santo Dios mío!
si hasta el candil se cayó
¡Se quema el rancho!, ¡se quema el rancho!
con el candil se prendió...

Ahura de adentro quieren disparar
mozos y mozas y el viejaje de atrás
por la ventana se largó el Zenón,
el de la viola y el del acordeón.

La dueña 'e casa para disparar
zapatos nuevos tuvo que tirar
y se lamenta con mucho dolor:
¡de nuevo otro año calzando champión!

¡Se quema el rancho! ¡se quema el rancho!
con el candil se prendió
¡qué mala suerte! ¡tan linda fiesta!
la pucha qué lo tiró!

Se quema el rancho, se quema el rancho,
Se quemó el rancho y se quemó!





jueves, 12 de marzo de 2015

De la huella larga (Huella)


Voy llegando de vuelta
con un silbido entre los labios, 
a este pago que un día
dejé por gusto de andar andando.

Parece que supiera
de mis tristezas mi flete zaino,
que me ahuyenta el silencio
con la coscoja al ir llegando.

Una huella es regreso 
y otra es olvido que duele tanto, 
y entre olvido y recuerdos
los años lerdos fueron pasando.

¡Amhalaya! la vida, 
todas las cosas que me ha quitado
quien pudiera de nuevo
volver al tiempo que ya pasó.

Tralalaralala tralaralala tralarala....
una huella de penas, solo nos queda zaino a los dos.
 
Ya tan solo es tapera
lo que hasta un tiempo fuera mi rancho
y hasta el humo del pucho
noto en la vista que se ha ganado.
 
Vamos, vamos de nuevo
¡Vamos mi flete, vamos andando!
que un camino de ausencias
a los dos juntos nos abre el paso.
 
 Una huella es regreso 
y otra es olvido que duele tanto, 
y entre olvido y recuerdos
los años lerdos fueron pasando.
 
 ¡Amhalaya! la vida, 
todas las cosas que me ha quitado
quien pudiera de nuevo
volver al tiempo que ya pasó.

Tralalaralala tralaralala tralarala....
una huella de penas, solo nos queda zaino a los dos.


viernes, 19 de septiembre de 2014

Recuerdo pa'mi azulejo



Lo estoy mirando y me mira
como buscando un remedio...
Sin parecer que sus ojos
me piden un aliveo.
¡Jué pucha...! la vizcachera
que te pialó... mi azulejo.
¡Me hubiera quebrado yo
no hubiera sido lo mesmo!
que'l destino de un cristiano
no se cambia por un hueso,
en cambio... pa'los caballos
solamente hay un remedio:
una hoja bien filosa,
la tanteada del pescuezo
y un chorro de sangre que brota
con la muerte a flor de pecho.

Si ya estábamos de güelta,
solo nos quedaba un trecho...
pa'que lleguemos al rancho
y nos reciban los perros,
igual que todos los días
como ayer, como hace tiempo...
porque van pa'doce años
que vos sos mi compañero
por eso es que se hace triste
meter en el pensamiento
que tenga que despenarte
a vos querido azulejo.

Vuelvo al tiempo que se fue
y parece que te veo
cuando entuavía potrillo,
te amansabas con recelo
y a juerza'e paciencia y maña
te sacaba el cosquilleo.
Después lo de todo pingo;
andar y andar los potreros...
a veces, pechando vacas
o de no, al tranco lerdo
cumpliendo con los trabajos
que en el campo van saliendo...
bajo la lluvia y los fríos
en días crudos de invierno
o aguantando soles altos
que quemaban en enero.

Sobre tu lomo... orgulloso
¡qué lindo era entrar al pueblo...!
Yo, saludando las mozas
medio tocando el sombrero
y ellas, tal vez almirando
la rareza de tu pelo...
Y vos medio de costilla...
caminabas altanero...
mientras jugaba tu boca
con la coscoja del freno.
Solo te faltaba hablar
para mejor entendernos...
por eso es que estoy juntando
rabia y pena... al mesmo tiempo.

Y como las cosas tristes
es mejor que duren menos...
ya está tanteando mi mano
la empuñadura del fierro...

¡No te quisiera... ni ver...
te lo juro flete viejo!
¡Me están faltando agallas
pa'encarar este momento...

Tan solo... al despedirme
quiero hablarte... compañero
si hasta siento como un ñudo
al lado izquierdo del pecho.

Te vi'a apartar de la vida
pero nunca'e los recuerdos...
Amigo de recorridas
andando por campo abierto...
como ninguno en la vida
¡Mi lindo flete azulejo...!

...lo estoy mirando y me mira
como buscando remedio...

De a caballo y por mi patria

(Pintura: Eleodoro Marenco)



De a caballo y por mi patria
saldré buscando horizontes;
cruzando campos y montes,
ríos, valles y montañas...
Por ciudades y campañas
echaré mi copla al viento...
llevo prendida a los tientos
mi guitarra compañera
y "agarrao" de la sidera
el lazo del sentimiento.

Mis ojos se han de llenar
con paisajes de esta tierra,
y las bellezas que encierran
del uno al otro lugar.
Desde el norte al litoral,
desde la pampa hasta Cuyo
me irá llevando el arrullo
de los pájaros del campo
y ha de perfumar mi canto
el aroma de los yuyos.

Conmigo vendrá el pasado
heroico del montonero...
pisando aquellos senderos
que con sangre fue regado,
será como andar atado
al recuerdo de esos machos
que peleó entre los picachos,
jugó su vida en los llanos
y que nos dejó el legado
en el recuerdo de "El Chacho".

Cantaré en las rancherías
lo mismo que en los salones,
que me esperen los fogones,
"esquinas" y pulperías.
Quiero llevarle alegría
a los que no tienen suerte,
mi voz se alzará más fuerte
donde encuentre el pobrerío
y he de seguir con los "míos"
aunque me "pille" la muerte.

Tendré un verso soñador
pa'las mozas quinceañeras,
abrazos pa'las abuelas,
pa'los gurices mi amor.
Cuando vea un domador
sobre la cruz de un bagual
ahí nomás voy a templar
y al compás del bordoneo
le vi'a dejar un floreo
mirándolo castigar.

Me ha de envidiar hasta el viento
al verme de pago en pago
por que no ha de haber halago
más hermoso... que andar suelto.
Solo quiero que mi aliento
tiemple mi cuerda bien alta
y nada más me hace falta
pa'desafiar los caminos...
Por algo soy Argentino
de a caballo y por mi patria.

martes, 9 de septiembre de 2014

Mi viejo gateao

(Pintura: Aldo Chiappe)

Creo que fue por un cobro,
cuando anduve de resero,
o un cambio, nomás que hice
al capataz, don Tadeo,
de un potrillo pico blanco
que tiraba a zaino negro
por ese gateao ruano,
que aunque medio sancochao,
a mi me gustaba el pelo,
motivo para este cuento.


Y como dicen algunos,
y debe nomas ser cierto,
que un animal se aquerencia,
a aquel que le tiene apego
salimos siendo amigazos,
de entrada nomas al vernos!...

En èl anduve caminos
en mis tiempos de resero
y muchas veces rondando,
fue igual que cama, pa'un sueño.
Despues cansao de las huellas,
tal vez pasaos de lo mesmo,
entramos en una estancia
y fuimos juntos pa un puesto;
ahí...  lidió al lado mío,
con la majada... güen tiempo,
no aflojándole ni un "geme"
a las heladas de invierno,
ni a esos días de verano
cuando el sol quema el pellejo;
y justo para ese entonces,
tengo patente el recuerdo,
que me puse fastidioso
de andar solo entre los perros,
cuando una noche me trajo
de un galope y sin resuello,
¡con una china en el anca
que habia engualichao mis sueños!
Después... cuando ya quisimos
ser más de dos los que semos,
apurao... a una comadre
tuve que pelearlo al tiempo...
¡Éll la llevo a la María
a la cincha sobre un cuero,
por que no estaba pa'l el anca
¡El Gateao cumplió lo mesmo!
Después, ya se hicimos tres,
(una familia...yo pienso)
y anduvo pisando el barro,
pa' agrandar el rancho viejo,
pa' que'l gurí tenga nido,
mesmo que pichon de hornero.

Ya se notaba en la boca
que no era caballo nuevo,
pero flete porfiadón;
pa todo servía lo mesmo!
...que salir de recorrida,
arrastrar ramas pa'l fuego,
tirar agua del jagüel,
o traer los vicios del pueblo,...
Ya andaba en los veintidos,
con destino pa nochero,
pero entoavía le daba
para aguantar un repecho...
¡Y  ahí le sirvió al muchachito
pa'ir juntos al colegio...
Fue tal vez, hasta ahí nomas,
que yo le pedí un esfuerzo.
Y cuando ya bichocón,
entró a perder brillo el pelo,
se conformaba de andar,
de vicio... por el potrero
que estaba cerca 'e las casas
buscando algun pasto tierno...
Yo lo dejaba nomás...
como acostumbrao a verlo,
si total...  no molestaba
¡y supo saber ser  bueno!
...pero un día ¡fíjese!
¡qué destino'e no creerlo!,
se desató en medio' el campo,
algo terrible, ¡un incendio!
que amagando pa' este lao,
se vino por culpa el viento;
y al ser costumbre campera,
rayar a la orilla el fuego,
con un caballo a la cincha
abierto de medio a medio,
no hubo que pensarlo mas...!
¡el Gateao...! ¡no hay mas remedio!
Un vecino se animó...
y yo llorando por dentro,
pensé ¡que triste destino!
O ha de ser tal vez.... un premio...
...y se cortaron las llamas,
cuando arrastrando su cuerpo,
d'iba apretando los pastos
y asi apagando aquél fuego...
¡Pobre mi viejo gateao!
salió tan parejo y güeno
que hasta nos vino a servir
tan luego...después de muerto.

Tus besos y mi cigarro (Milonga)



Dos gustos llevo en la boca
que nunca pude apartarlos
y que a lo largo del tiempo,
siguen viviendo a mi lado.

Uno,carmín y promesa,
sueño de amor y mal pago;
otro,que se hace cenizas,
poco a poco,entre mis labios.

Besos,que fueron un día,
recuerdo que se hace malo;
brasa viva de una boca,
que el corazón me ha quemado.

Humito de mi esperanza,
vos nunca me has traicionado.
bien haiga tabaco negro,
siempre me está acompañando.

Por ahi dicen que hace mal
el vicio de andar pitando
y que la vida me acorta
por culpa de este cigarro.

Yo pienso que es mucho peor,
pa hacerle mal a un cristiano;
haber quemado esperanzas
con el fuego de unos labios.

Sus besos ya no los tengo;
sigo pitando...pitando.

El doradillo


(Pintura: Eleodoro Marenco)

Por más qu'el tiempo ha querido
apartarme pa'l poblao,
hay cosas en el pasao
que nunca echaré al olvido;
mi lujo mayor... ha sido
llevar la vida sencilla,
bien sujeto a la presilla
del respeto y la prudencia.
¡Y es mi mayor opulencia
haber tenido tropilla!

En ese tiempo.. asujeto,
por gusto de recordar;
se me hace otra vez mirar
y ver mi orgullo completo.
Amansados por Barreto,
sacó a los ocho "al dedillo";
un oscurito al morcillo,
dos zainos, un colorao,
dos picasos, un tostao
y el "lunar", un doradillo.

Los sabía galopiar
a todos, sin distinción.
Mi padre tenía razón
cuando dentraba a opinar,
él me sabía contar:
"tropilla'e pelo, ¡cuidao!;
siempre irá mejor montao
si descuida ese detalle,
¡es muy difícil que fallen
pelajes entreveraos!".

Mas como yo era "escribano"
en la estancia; y no era peón,
no encontraba la ocasión
de andarlos todos... ¡paisano!
Y aunque era brava la mano,
poniendo mucho cuidao,
a uno por desconfiao
y al otro por patiador.
Pensé que pa'mi el mejor
era nomás "el dorao".

Anduvimos... largos años
haciendo yunta los dos
como al amparo de Dios
entre amigos y entre extraños,
¡Vida linda y sin engaños!
Pero un día, se cortó;
una oferta me tentó
(siempre decide el bolsillo)
y allí quedó el doradillo
y pa'otro lao me fui yo.

Y es así que fui dejando
mis tiempos de campesino,
anduve muchos caminos
mirando haciendas... comprando.
Poco a poco acomodando
y engordando la cartera,
viviendo de otra manera
con mayor comodidad,
me fui haciendo a la ciudad
con sus costumbres puebleras.

Pero... al ser lindo el pasao
y además por ver al "pingo"
siempre encontraba un domingo
o enganchaba algún feriao.
¡Y volcaba pa'quel lao
sin medirla a la distancia
y allí colmaba mis ansias
de mis días más felices
¡tal vez por que las raíces
me ataban a aquella estancia!...

Estando allí, una mañana,
un amigo me propone
probar unos "percherones"
y atamos la americana.
Salimos... "a la macana"
pitando algún cigarrillo
y en cuanto la calle orillo
veo un arreo'e caballos
deshechos; y entre ellos hallo
¡Dios me libre! ¡Al Doradillo!...

No había mucho que pensar,
lo llevaban para el "tacho"
"¡Qué poco que vale un macho!
pa'mi, yo dentré a pensar.
Y ahí me empecé a castigar
yo mismo por mi torpeza;
al alambre... con presteza
lo salté "mesmo que un grillo"
y le grité: "¡doradillo!"...
¡Y él... levantó la cabeza!

Se me nubló la mirada
y entré a pensar cosas viejas,
al tiempo que'n las orejas
le pegué una manosiada;
con la garganta "añudada"
le hablé al flete y al resero;
¡él me entendió... ¡era campero!!...
y aunque de palabras... parco
me dijo: llévelo... Marcos,
ahí frente ta'su potrero...

Siguió el resero su viaje;
me tapó la "polvadera"
¡Mejor... pa que no me viera
el compañero que traje...
después, rejunté coraje
y pegaos al alambrao
los dos fuimos abrazaos
por el camino de afuera...
y al llegar a la tranquera
lo eché ande se había criao.

Él su muerte habrá elegido,
¡nunca quise preguntar!
por eso dentré a mermar
las visitas tan seguido.
Tal vez... el tiempo vivido
me ha de envolver en su ovillo.
Ya hace tiempo que no ensillo
y pienso que ande alce el vuelo,
allí en la pampa del cielo
me espera mi doradillo...



(Pintura: Rodolfo Ramos)

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Tema extraído de un cuento (del mismo nombre),
del libro "Arreando recuerdos" de Marcos V. Aguirre.

lunes, 8 de septiembre de 2014

El reservado

(Foto: Eduardo Amorim)

Sólo se oyen las mentas del reservado,
ya lo traen pa'l medio, viene bufando...
no hay jinete que'l potro no haya bajado
y va corriendo ese solo comentario.

Un criollo muy diestro será encargado
de afirmarse en el lomo del pingo fiero...
se ajusta las espuelas, medio asustado,
es su único "rebusque", pues muenta en pelo.

Cubre los ojos del flete con las manos
y el domador de un salto, está enhorquetado...
bufa el chuzo, se estira, y en el revuelo

el paisanaje observa tanta proeza,
pero luego lo saca por la cabeza
y el crédito del pago, rueda por el suelo.

sábado, 6 de septiembre de 2014

En ancas del pangaré (Estilo antiguo)

(Pintura: Enrique Castro)


Quiero llevarte mi china
en ancas del pangaré,
al rancho que levanté
atrás de las tres colinas.
 Quiero llevarte mi china
pa juntar nuestros amores,
a ese nido de primores
perdido por la llanura
y ande verán tu lindura...
tendrán envidia las flores.

Mi pangaré que es calzao
y además paleta blanca
ha'e ser plata en el  anca
el flete más pondierao.
 Mi pangaré que es calzao
ha de ser como un regazo
 y al d'ir apurando el paso
con rumbo pa la nidada
te va a llevar bien sentada...
entre los rollos del lazo.

Pa'rreglar cuentas con Dios:
la cruz del sur en el cielo,
será de noche el siñuelo
que nos santigüe a los dos.
Pa'rreglar cuentas con Dios,
no habiendo altar para jura,
como premio a tu ternura
pa entregarte yo mi fe,
le tocará al pangaré...
hacer las veces del cura.



Dio todo sin pedir nada



Para que peine sus crines
el macho viento pampero
desde otras tierras vinieron
desde lejanos confines.
Después mezcló a los clarines
su relincho campo afuera.
Trepó hasta la cordillera
para juntar nieve y cielo
y así, regalarle al suelo
el color de la bandera.

Desde entonces y sin tregua,
entró a tallar en la historia.
Para amamantar la gloria
fue madre fiel, al ser yegua.
Detrás de la distancia, leguas,
por dar tierra emancipada
y en la más brava patriada
supo llevar en su cruz
enhorquetada la luz
de la patria liberada.

Así llegaron los días
en que después de la guerra
se hizo promesa en la tierra
ubérrimas de alegrías.
Y si el campo florecía
antes del fruto maduro
fue, porque firme y seguro
allí donde el surco fuera
él, cinchó en la sementera
edificando el futuro.

Y quedó la patria hecha:
primero, galope y muerte:
después, con su pecho fuerte
trazó la siembra y cosecha.
Y al recordar que la brecha
se hizo con la caballada
pienso que no está saldada
su cuenta, caballo fiel
pues, como el gaucho, como él
dió todo sin pedir nada.


"Milico Muerto" (Relato)


(Pintura: Eleodoro Marenco)


¿¡Quién sabe de ande vino y quién lo trajo,
qué destino lo echó para el desierto
cuando el cencerro fue como un badajo
marcando aquél camino del infierno....?!

Le bastó con saber que era "milico"
que precisó su sangre el entrevero,
había que hacerle pata ancha a los malones
y no era el tiempo de andar cuidando el cuero.

¿Lo demás? Pa'qué decirlo! Lo de todos:
un kepí, un bagual, un catre'e tiento,
una manta, un recao y aquél apodo
que le puso por ahi algún sargento.

Y de pronto el encuentro con la indiada,
un galope tendido a campo abierto,
el jugarse a lo macho en la topada
a bola y lanzas, alarido y "Remington".

Y le tocó caer en la refriega brava
cuando una chuza le atravesó su cuerpo
y al caer de la tarde y la patriada,
en el lomo de un chuzo... ¡llegó muerto!

 El cebo de una vela le hizo guardia,
se persignó una moza en el entierro
y ahi quedó tal vez, sin una lágrima,
ni un llanto que mojara algún pañuelo.

Tal vez un compañero bien montao
de aquellos que peliaron indios fieros,
se descubrió y lo siguió velando
cabeza gacha y llorando adentro.

Y ahi quedaron sus huesos en la pampa,
la cruz del sur fue bendición y rezo;
su nombre en el recuerdo se agiganta
pero sólo se llamó: "MILICO MUERTO"!



viernes, 5 de septiembre de 2014

Tres destinos

(Dibujos: Eleodoro Marenco)

Dicen que jué po'una moza
allá por el año 30
que peliaron dos amigos
sin ser hombres de pelea,
cosas que a veces la vida
las trae sin darse cuenta
y se ensaña con la gente
cuando ni menos se piensa.

Uno fue pa'l hospital
y el otro fue pa'una celda
quedando entre dos cristianos
la herida pa siempre abierta.
Juan al tiempo se sanó
pero por sentir vergüenza
dejó aquél pago pa'siempre
y se quedó sin querencia.

Dionisio cuando cumplió
el tiempo de la condena
tampoco quiso volver
y naide supo la huella.
Pasó el tiempo...y los dos hombres
quedaron allí con mentas
como no sea que alguno
los recordaba una vuelta.

Pero a la cara de los dos
la fue borrando la ausencia...
Pa'más tristeza del caso,
el rancho de la moza aquella
como si juera embrujao
al sol le cerró la puerta
y nunca más su ventana
la vido ninguno abierta.

Dicen, dicen que el tiempo le ha puesto
color de luna en las trenzas...
¡Destino de tres personas
que Dios le torció la huella!
A Juan nunca más lo vieron,
como tragao por la tierra
dicen que escribió una carta
que naides pudo leerla
sin que los ojos se enllenen
con lágrimas por la pena
 y que la mandó tan luego,
después de su madre muerta...

Y a Dionisio que antes nunca
aceptaba una giñebra,
alguno que lo encontró
no se en qué pago una güelta,
 dice que lo vió perdido,
tomao, buscando pendencia...
él que supo tener menta
de ser un hombre bien puesto
de los pies a la cabeza...

Y pa terminar el cuento
de los tres, ya ni uno queda
en el pueblo que soportó
aqueya pelea porque la moza,
María, que era flor de primavera,
y se marchitó solita
ahogada por la vergüenza,
hoy tomó el tren de la tarde
oculta en sus ropas negras
pa dir a entregarse a Dios
frente al altar de una iglesia...

Dicen, dicen que quiere ser monja
pa rezar la vida entera
y Juan, Dionisio y María,
ahura son una leyenda
que se acomoda en las bocas
según de quién la comenta
porque en la vida, a ocasiones,
suele tener estas vueltas
y se tuercen los caminos
cuando ni menos se piensa.

Juan, Dionisio y María;
nombres pa una sola pena
destino de tres personas
que Dios le torció la huella.







El Arroyo Grande



(Pintura: Aldo Chiappe)

Mirá... ahura está mansito,
apenita si va andando,
¡se parece a una laguna!
¿de ande? a gatas un charco...

Abajo'el paso nivel
yo supe andar de muchacho
con una caña'e tacuara,
las lombrices en el tacho,
un rollo d' hilo chanchero
y algún corchito... flotando,
esperando que un "dientudo"
pegue el tirón... enganchando!

D'ese arbolito p'acá...
¿la ve a la piedra asomando?
Güeno, esa era una pileta
pa' los días de verano.
¡Qué lindo era un chapuzón
mesmo "a lo perro", nadando!
o subir hasta las vías,
llenas de piedras las manos
y tirarlas "a flor de agua"
pa que pasen "refalando"...
y haciendo aquellos "patitos",
poniendo el agua a los saltos!

Me acuerdo del puente viejo
¡ya han pasado tantos años!
Desd'él le tiraba ramas
pa que las vaya llevando
y se perdían mis vistas
imaginándolas: "barcos".

¡Pero no se vaya a creer!
¡Amigazo!, tenga mano,
hoy parece una laguna
pero hay que verlo si es bravo
cuando sale del "cajón"
y se echa por todo el campo.

¡Ahí si!, ahi se parece a una mar,
trae agua como de encanto
y pasa sembrando miedo
la correntada bramando
¡y no v'a creer si le digo
que ha tragao más de un cristiano!
por culpa'e los remolinos
que esconde entre los remansos...

¡Yo sí lo he visto, compadre!,
todo el alambre tapado,
llevar un árbol entero
que el agua arrancó de cuajo
y arrear animales muertos...
mesmos....¡mesmos que si jueran marlos!

Cosas que tiene la vida
y que no las entiende un sabio,
y cambian mesmo que el tiempo
d'entre lo güeno y lo malo...
Así es el Arroyo Grande,
a veces... ¡guarda paisano!
Y otros días, como hoy,
da pena verlo tan manso.

Y al final es como uno,
¡qué tanto andar comparando!
Hoy pensaba hacerme el toro
por gusto de recordarlo
y pensando en tiempos viejos...
¡ya casi que estoy llorando!

¡Así es el Arroyo Grande!
cosas que tiene mi pago....