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viernes, 8 de diciembre de 2017

Letanías de la Virgen


(Pintura: Giambattista Tiépolo)


Señora del buen anuncio,
mujer creyente,
Madre de Dios.
Señora de la fe simple,
mujer de pueblo
ruega por nos.

Ahora y en la hora
de nuestra muerte
Virgen María
ruega por nos.

Señora del amor hermoso,
mujer fecunda,
Madre de Dios.
Señora de la ternura,
mujer amable,
ruega por nos.

Ahora y en la hora
de nuestra muerte
Virgen María
ruega por nos.

Señora de la familia,
ama de casa,
Madre de Dios.
Señora del vecindario,
voluntariosa,
ruega por nos.

Ahora y en la hora
de nuestra muerte
Virgen María
ruega por nos.

Señora de los dolores,
mujer sufrida,
Madre de Dios.
Señora de la paciencia,
mujer de aguante,
ruega por nos.

Ahora y en la hora
de nuestra muerte
Virgen María
ruega por nos.

Señora de la esperanza,
mujer serena,
Madre de Dios.
Señora de la alegría,
mujer sencilla,
ruega por nos.

Ahora y en la hora
de nuestra muerte
Virgen María
ruega por nos.


martes, 13 de noviembre de 2012

Memoria de la sangre





Con permiso, que traigo mis amigos
florecida en un canto mi verdad,
esta hermosa y doliente verdad del alma mía,
que hace tiempo les debo, y aquí está.

, señores, yo soy el Correntino,
retoño de la estirpe tigrera de Cabral;
no queda bien decirlo, pero pienso,
qué no está mal tampoco recordar.

Nací en un pago azul de cielo y agua,
laguna, estero, río y malezal,
me crié de a caballo, y mi montado
pisa en la huella de la libertad...

Si es que tengo por fuera, como dicen,
la traza agreste de los ñandubay,
estén seguros que aquí dentro llevo
la miel del camoatí en rojo panal...

Tanto que a veces, cuando los recuerdos
me hacen poner medio sentimental,
me basta un vaso de vino, o una guaina,
para decir en verso lo que aprendí a callar.

Por la gracia de Dios soy Correntino 

de Las Misiones: vine a ver la luz 
donde la viera el Padre de la Patria,
el José que acunó Rosa Guarú.

No es lo mismo nacer en cualquier parte,
ni es lo mismo saber que no saber;
para ser lo que soy, estoy viniendo
de muy lejos, de un tiempo imaguaré...

Desde quien sabe cuándo, fui y soy peregrino,
buscador de mi propia dignidad;
ando detrás de un canto que me lleva,
hacia el lejano cielo de una Tierra-Sin- Mal...

Eso sí, antes que nada, yo quisiera,
con sencilla humildad, reconocer
las dos principales vertientes de mi sangre criolla,
ya que soy mezcla de guaraní con español...

Por un lado, el Chamán, payé del monte
que sueña, reza y baila para alcanzar a Dios;
y por otro, el Quijote aventurero,
franciscano, jesuita y español.

También y ya hace un siglo me inyectaron
chorros de sangre gringa, italiana con sirio-libanés,
que providencialmente me afirmaron
en mi modo de ser.

Dentro de mi caminan y se encuentran
casi tal cual un indio, el Uruguay
reservado y sereno, y al mismo tiempo
conquistador bravío, el Paraná.

En la memoria de la sangre traigo,
letanía ritual,
una lista de Nombres Fundadores
que son mi Historia y yo quiero nombrar:

Yaguarón, rostro amable de la Tierra,
la Provincia de Vera y allí mi Taragüi:
Juan Torres, el Tupí, Fray Luis Bolaños,
y esa cruz que alumbró el Arazaty.

Güira Verá, Ñezú, Roque González,
Abiarú, el General de Mbororé;
San Juan y sus Caciques traicionados,
Piriobí, Azurica y Antonio Sepp.

Valientes Cazadores Correntinos,
granaderos de temple guaraní
Abucú, Guayaré, Abiyú y Abayá,
juntos con Chepoya y Areguatí.

También los que anduvieron con Belgrano,
con Rondeau y con Artigas: Tiribe, Paracatú,
Thomas y Pindoby; todos ellos gloriosos
que humildemente fueron a morir después...

Pienso en aquel gobernador de las Malvinas,
y en el que fuera maestro en Buenos Aires,
y en Paí Pajarito: el cura granadero,
todos ellos se hundieron en el pueblo, y ahora son raíz.

¡La historia...! La historia me dejó mil cicatrices,
en el cuero, en el alma y sabe Dios
que he curado en silencio mis heridas,
y que siempre he ofrecido lo mejor.

A Cossio le mandé que diga “Patria”,
y me puse a cuidarla con fervor,
que lo diga Andresito y sus legiones
que murieron peleando al invasor.

Por ser fiel a mis ríos fui hasta el puerto,
le di a Ferré mi causa federal,
y viví bajo un monte de tacuaras,
afilando tijeras de esquilar.

Si bien dije y sostuve "soy república aparte",
cuando la patria quiso ser nación,
me fui a San Nicolás de los Arroyos,
con la idea y la pluma de Pujol.

Con más de cuatro ejércitos anduve
repartido en mis ganas de servir,
y fui “primera lanza” en esa triste guerra
que enlutaba mi suelo guaraní.

Aún me cuesta entender tan mucha muerte,
y no me cicatriza todo el dolor aquel;
quisiera saber bien quienes me usaron
quien inventó esa guerra y para qué ?

Para más me pusieron en la ropa,
como un payé el color de mi opinión,
y así me entreveré a chuzazo limpio,
de pañuelo celeste o vincha punzó.

¿ Mi historia... ¿Quien escribe la historia ? 

Mi historia en Martín Fierro, y yo digo entre mí
que Dios es justo, y va a llegar el día
en que sepan y entiendan por qué yo soy así.

Porque es por varias cosas que soy de esta manera:
amo la tradición en que nací
me santiguo en la Cruz de los Milagros,
y me ampara la Virgen de Itatí.

Soy fiel a la palabra que he empeñado
Y respeto al que sabe respetar,
es mi honra llevar la frente alta,
y tengo por riqueza el trabajo y la amistad.

Todavía no saben por qué mismo,
se calienta mi sangre y sin querer
abro el pecho ni bien una cordiona,
se desata y retoza en chamamé.
 

Conjuro musical, hijo del viento,
urgencia fraternal de la región,
que arisca y dulcemente bandea las fronteras,
y te obliga a sentirte lo que sos:

Juventud, heredera del sueño americano,
un resumen viviente de gloriosa humildad,
esa mezcla de sangre y ríos torrenciales
que va yendo imparable hacia la libertad...!

Por eso, no me hallo en la injusticia,
y si aguanto, no sé disimular;
por eso, pienso y digo: ¡Hay que plantarse
ya mismo en esto que es nuestra verdad!.

Y arraigados en esta tierra de uno,
crecer hacia lo nuevo desde la tradición,
con la mano tendida y como siempre,
de par en par abierto el corazón.

Concientes de que nadie es más que nadie,
y es de todos aquí la obligación,
de ofrecer lo mejor, porque sabemos
que siendo ley pareja no es rigor.

Entonces sí, chamigo, te aseguro
que entre todos haremos realidad
la Patria Grande de nuestros Mayores
el sueño que regara la sangre de Cabral.

Entonces sí, señores, yo me juego
y me ofrezco otra vez y una vez más
para hacer que esta América-Esperanza
sea casa de Hombre: ÑANDEROGA,
y por lo tanto LA CASA DE LA PAZ!.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Compadre, ¿qué tiene el vino?


Que antiguo payé tan raro,
que extraña divinidad,
que fuerza liberadora
tiene el vino, que será...?
¡que se mezcla con la sangre,
que le sube y es capaz
de desatarlo por dentro,
compadre, y hacerlo hablar...!

Compadre, que tiene el vino que usté al tomar
Comienza a sentirse hombre y empieza a hablar...
A hablar de lo que mas quiere,de su verdad,
Y es como si despertara a la realidad...?

Compadre, piense un poquito,¿que va a pasar
si un día de estos la gente llega a tomar,
el vino que necesita y empieza a hablar...
a hablar de lo que más quiere...que va a pasar...?

Traigan el vino más vino, tráiganlo acá,
Que mi pueblo está callado y es hora que empiece a hablar...
Dénle vino y vino bueno y ha de gritar su verdad..
¡Y ha de cantar para el mundo su canto de Libertad...!

Una vez le oí a un borracho,
como diciendo un refrán:
que el vino es "Sangre de Cristo
porque es Sangre Popular..."
La parra chupa en el suelo
tanta sangre fraternal
que hay en la tierra vertida, Que clama al cielo y está
juntandosé desde siglos, Buscando hacerse escuchar;
la sangre de los hermanos, que amamos y ya no están...
de nuestros muertos queridos, que nunca nos dejarán...
de los que dieron la vida, porque amaron de verdad...
los que eligieron morirse, por no saber traicionar...
los que encontraron la muerte, buscando la libertad...
los que dejaron sus huesos, en Malvinas y Soledad
¡como raíz enterrada, que algún día ha de brotar...!

Tenía razón el borracho; pensando bien, es verdad
que el vino libera al hombre y es fermento de amistad...
que el vino es "Sangre de Cristo porque es Sangre Popular...."

Imaginese, compadre, qué va a pasar
si un día de estos la gente llega a encontrar
su vino que le han robado los mandamás...
usté ya sabe, compadre,¡Qué va a pasar...!

Traigan el vino más vino, tráiganlo acá.
que mi pueblo está callado y es hora que empiece a hablar...

Dénle vino y vino bueno y ha de gritar Su Verdad...
y ha de cantar para el mundo ¡Su canto de Libertad!