"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
Con un terrón de azúcar y una brasa,
lo zahumaron;
y, azonzao, se entregó...
Le taparon la boca con una mano,
y en vez de defenderse
se durmió al calorcito...
Cuando se dispertó, ya estaba manso:
le gustó el azúcar
y se hizo dulce, él mismo...
Lo amansó una mujer, y lo tuvo a su modo:
adornado y prolijo;
con botones de plata con iniciales;
pero medio sancocho
y hasta mal ensillado.
El trato: parecido...
(¡Así son las mujeres!)
En más de una ocasión
le pegaron un golpe por disparar sin tino,
al entrar una víbora en la cocina.
Cuando no,
ensillado quedó hasta el otro día
por la novelería de un vestido, un pañuelo...
y hasta porque la moza,
vió pasar, esa tarde,
un paisano que -dicen-... es medio picaflor...
Y "el dulce" -que es de veras-
ya no es capaz de nada!
A la otra mañana,
la moza lo acaricia, le da su terroncito,
y lo besa más largo...
El bobo, se figura de que es por lo sabroso!...
y ella tiene en la boca, lo que tiene en los ojos;
y es lo que saborea:
la visión del paisano...
(El que pasó ayer tarde... y es medio picaflor!)
Este mate gayeta que m'entibia las manos,
lustroso porque tengo muchos güenos hermanos;
este nido ande el vicio de andar siempre chupando
se hace ladero viejo por la güeya 'e los años;
este güequito abierto qu'está siempre esperando
un verdor de esperanzas y un tomador de amargos;
este mate gayeta
desbastao a rezongos, afinao por baquianos,
qu'en la espuma nos bicha con ojitos briyosos
que al gastarse la yerba se nos van apagando;
este mate gayeta que potriyo jué bayo
y aura viejo es briyoso como el pelo del zaino,
me chasquió esta mañana, y en la zurda, su yanto
me decía: "don Yerba, ya está de ojos escasos..."
Pero no era la vista, sino el filo de un rajo
lo qu'estaba pidiendo calentando mis manos:
"abrí la boca a otro mate, relevame paisano..."
Este mate gayeta ya está viejo, Matrero; pero los dos sabemos lo que cuesta cambiarlo.
Le doy rienda a la memoria.
buscando en mi suelo apoyo,
pa'tirar con todo el rollo
a tu pasado de gloria
por encerrar tanta historia
en tus paredes camperas,
sacarte grande quisiera
en esta criolla poesía
que trencé en la lejanía
para cantarte matera.
Y ya que me diste usura
vi'a poner todo el talento,
entropillando argumentos
pa'pintarte en la llanura;
porque tu gaucha figura,
sencilla, sin arrogancia,
la retengo en la distancia
cerca 'e la pieza 'e los peones,
más pa'l lao de los galpones
que del chalé' de la estancia.
Por eso gaucha matera,
reliquia de los mensuales,
no cambiarán tus modales
por costumbres extranjeras
ni ocupará la tetera
tu lugar pava tiznada,
compañera en las yerbeadas
cuando solía el paisano,
voltear el aspa temprano
esperando la alborada.
A tu interior me deslizo
con mi duende soñador,
y aunque no esté el asador,
recuerdo el hoyo en el piso
y de un banquito petiso
se recorta la silueta
y restos de una paleta
mezquina un gato barcino
y hasta la bota de vino
veo colgando en la horqueta.
Mientras sigo imaginando
me arrimo hasta tu fogón
y siento que el corazón
quiere seguir retozando,
la pava me va inspirando
con su clásico chiflido
y un perro viejo dormido,
también disfruta el calor
y oigo en la voz de un cantor
versos de Santos Garrido.
Y ahura sujeto el bagual
tordillo del pensamiento
y vuelvo a atar a los tientos
el trenzao sentimental
como siempre liberal
cuando le pego el tirón
y más en esta ocasión
que ha cruzao por mi mollera,
cantarte gaucha matera
escuela de tradición.
Mate criollo, calabaza,
bombilla corta, curvada,
brilloso por manoseadas
cuando mano en mano pasa;
símbolo sos de mi raza
por gauchón y compañero
en días largos de enero,
con vientos o con heladas
junto a la crota tiznada
te encuentro en mi brasero.
Cuando anduve ordeñando
fuiste en aquella ocasión,
testigo del madrugón
que los dos fuimos pegando
y cuando estuve hachando
en el toldo como encargo,
mateando por ratos largos
de mis sueños te contaba
y a la lucha te llevaba
compañero, mate amargo.
De muy chico, hasta ahora,
siempre he vivido mateando
y donde voy, voy llevando
mi convicción mateadora
pa' matear a cualquier hora,
cualquier excusa es perfecta
y aunque no es la correcta
pa'dormir pancita llena,
más de una noche de cena:
mate amargo con galleta.
Por eso mate querido
compañero de las horas
en que mi voz payadora
deja mis versos sentidos,
testigo siempre ha sido
de mis penas y alegrías,
mate que sos compañía
por la simple convicción
de ser pura tradición
de la criolla patria mía.
Recorro la geografía
de mi patria tan amada
y el gusto a tierra mojada
perdura en la boca mía.
el mate siempre me guía
hacia ruedas de amistad
es condición la verdad
que a todos nos enaltece
espuma que crece y crece
en el campo o la ciudad.
En manos del extranjero
aunque parezca orejano
circula junto al paisano
en el fogón galponero.
El murmullo tempranero
se hace grito cuando encierra
todo el sabor de la tierra
en su simple calabaza
y hace justicia a una raza
que a su costumbre se aferra.
Tradición y complemento
de la criolla torta frita,
cuando en el cielo palpita
la lluvia en cualquier momento.
Tras las ventanas, el viento,
peina suave el trebolar,
las semillas al brotar
calman ansias del labriego
que mateando alzó su ruego
ayer nomás al soñar.
Cuando un cimarrón se ofrece
si es que el amor encadena,
con hojas de yerbabuena
el corazón no padece.
Y si en la brisa se mece
una caricia latente,
es una excusa inocente
para tocarse las manos.
Aunque son sueños lejanos
hoy perfuman mi presente.
Con el mate yo he tenido
un romance sin igual
fue mi compañero leal
trasnochando algún olvido.
Ya se que es tiempo perdido
el llorar alguna ausencia,
me lo dice la experiencia
por eso sigo tal vez,
llevando de mi niñez
ceñida su transparencia.
Porque lo quiso el destino
medio patrón del crestiano,
un mate yegó a mis manos
como regalo divino,
ni bien lo vi, se me vino
un apurón por probarlo
pues me gusta al contemplarlo
por su figura gauchona
y complací mi persona
comenzando por curarlo.
Le eché una brasita adentro
y agitándolo parejo
fui quemando algún hoyejo
de sus oriyas y el centro
y antes de dir al encuentro
de la primera cebada,
cambiándole yerba usada
y un chorrito de 'alcól' puro,
tres días después sin apuro
quedó lista la curada.
Y ya nomás de movida
me hizo sentir compañero,
su gustito terruñero
y su tibieza de vida
al ser como pa'él nacida,
ya le regalé de entrada
una bombiya labrada
coquetona como pocas
que hace juego con su boca
que's de alpaca gayoniada.
Su pequeña calabaza
simbólicamente encierra
todo el sabor de mi tierra
y la estirpe de mi raza,
un lazo de amista'traza
en la rueda fonoera,
en soledades de espera
acorta tiempo y distancia
y con él, yo haría una estancia
de la más triste tapera.
Despertando amaneceres
suelen hayarnos los días
ya festejando alegrías
o curando padeceres
y si una rima no quiere
atracarse al verso mío,
ace'tando el desafío
siempre me ayuda a buscarla
aunque a veces pa'encontrarla
termine lavao y frío.
Tiene amargura, dulzor,
es ternura, paz, abrigo,
y agasajando a un amigo
tiene mas rico el sabor.
Es mi aparcero mejor
y le hago esta aclaración,
quien se atraque a mi fogón
(aunque el modernismo embate)
ha de hayar versos y un mate
con gustito a tradición.
(Foto de Francisco Ayerza, sacada por el 1890, calculado a ojo)
Anote esta dirección
pa' saber donde es mi casa
y si por Tala usté pasa
vivo atrás de la estación.
Tengo un rancho pobretón
pero si no es delicado
no falta el vino, el asado
ni yerba pal' cimarrón
vivo cruzando la vía
calle sin numeración.
Venga lo invito a matear
si anda con tiempo aparcero
que entre mate y mate quiero
mis chamarritas cantar.
Se que no va a despreciar
la convidada paisano
porque es de mal entrerriano
llegar y seguir de largo
sin hacerle a unos amargos
en el rancho de un hermano.
(Recitado:)
Dele un resuello al gateao
y bájele los aperos
que es malo andar el sendero
con un animal cansao.
Y después de haber mateao
y darle un beso al porrón
tengo un catre en el galpón
pa' recostarse si quiere,
más si quedarse prefiere
está a su disposición.
Que lindo es poder hallar
un amigo en el camino
porque es muy duro el destino
del que nació para andar.
Yo que supe caminar
hermano con el sendero
es muy triste compañero
andar paria en otros pagos,
si naides que invite un trago
pa' suavizar el garguero.
Anote esta dirección
pa' saber donde es mi casa
y si por Tala usté pasa
vivo atrás de la estación.
Tengo un rancho pobretón
pero si no es delicado
no falta el vino, el asado
ni yerba pal' cimarrón
vivo cruzando la vía
calle sin numeración.
"Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música..." Jorge Luis Borges
"La pampa, señor, es como la serpiente..., lo magnetiza al hombre, lo encanta y lo adormece, y al fin se lo devora". (G.E. Hudson)
Visite al Gauchoguacho en...
Estancia "La Brava"
Pampa
Madre. Horizonte. Soledad. Llanura franca al sol que sólo sabe de tu curva...Cuna, sepulcro y sustento. Creadora del gaucho afirmativo, del caballo amigo de la distancia, del puma escondido y del chajá ascendente. Pretexto de vagabundas ansias de partir sin meta...¡Tú que das resignación al pequeño, empampado de infinito! Ricardo Güiraldes.
El hombre nacido en la pampa tiene todo el cielo y todas las estrellas que parece que se le vienen encima. Tiene las primeras luces del sol a la mañana y las últimas del anochecer. El horizonte es la primera abstracción para el hombre, ya que es una línea que se ve pero que no existe, porque en la medida que avanza, se aleja más. Nunca va a encontrar el horizonte, sin embargo está ahí. Entonces el canto de ese hombre es reflexivo, intimista, profundo, como asombrado por la grandeza de la inmensidad. (Suma Paz)
"La pampa con su mutismo imponente y su monotonía tan característicos, predisponían poco a la locuacidad. -'El campo es tan lindo, me decía cierta vez un gaucho, que no dan ganas de hablar" Leopoldo Lugones
Paisajes
Pareciera que se agacha la huella del horizonte, y uno se pierde en el monte hasta hallar una lomada. La tierra parece nada y en ella se afirma el hombre.
Presentación
De n'antes
De ranchos y taperas
Pa'la moza
Sucedidos
Oficios
Nuestros paisanos los indios
Cosas del campo
Baguales
Jenofonte dice que al andar a caballo se siente la necesidad de que a uno le crezcan alas... Así el caballo resulta no sólo maestro del músculo sino también del alma... El caballo educa, rige al hombre y le da una filosofía propia. La filosofía de un jinete es distinta a la de un caminador...En el caballo se aprende la vida. Sobre su cabeza nace la lejanía y entre sus cascos se fatiga la tierra. A todo el que va jinete en su caballo su soledad lo acompaña. (Eduardo Jorge Bosco). ..................................................................................
A un domador de caballos
"Cuatro elementos en guerra forman el caballo salvaje. Domar un potro es ordenar la fuerza y el peso y la medida: Es abatir la vertical del fuego y enaltecer la horizontal del agua: poner un freno al aire, dos alas a la tierra..." (Leopoldo Marechal)
Juiiira perro
Bichos de mi tierra
De chacota.
Canto con jundamento
Viva la Patria
Aquí me pongo a cantar
Cruz diablo
"He dicho muchas veces que aquí recibí mis primeras lecciones de abismo y de absoluto.
El cielo me las dió, me las dió la llanura abierta y desmesurada. (Olga Orozco).
Pero yo he vivido libre
y sin depender de naides
siempre he cruzao a los aires
como el pájaro sin nido,
cuanto sé lo he aprendido
porque me lo enseñó un "flaire".