sábado, 14 de diciembre de 2019

Como el Chingolo


(Pintura: Luis Nuñez)



Por un tiempo al aclarar
me visitaba un chingolo
y como soy hombre solo,
tuve con quien conversar,
le solía preguntar
de cosa y gente amiga
y él jugando con las migas
que hallaba en mi alpargata,
bailoteando en una pata
para sacarme la intriga.

Si molestaba la llama
o el calor de leña gruesa,
se corría hasta la pieza
para andar sobre la cama;
a veces desde una rama
sin hojas de 'uncalipto'
divisaba lo infinito
más allá del firmamento
pa'ganarle horas al viento
y denunciarlo a los gritos.

Cuando me iba a trabajar
se quedaba de casero
o de no de paseandera
solía al campo a volar,
una mañana al pasar
lo ví así como al descuido,
muy mimoso presumido
coqueteando una chingola
que también andaba sola
con ganas de hacer su nido.

Con el andar de los días
la cosa empezó a cambiar
y a mí me entró  a retratar
su manojo de alegría,
con su pareja había
sumido en obligaciones
sustentando las razones
que da el porqué de la vida
como en busca la comida
para criar a los pichones.

Fue un encanto ver crecer
a sus cuatro chingolitos
y la yapa de un negrito
que los tuvo a maltraer,
les pedía de comer
sin denotar suspicacia
y haciendo gala de audacia
cuando estuvo grande y gordo,
les pagó como buen tordo,
se fue sin decirle: gracias.

Hay mucha desemejanza
con el chingolo y 'Mistena'
a mi mujer por ser buena
le dieron un hijo'e crianza,
fue nuestra luz, nuestra esperanza,
mientras estuvo emplumando
pero sin decirnos cuando
como ese tordo alzó el vuelo...
mi mujer ya está en el cielo
y yo en el rancho, esperando.





Gaucho cielo


        (Pintura: Enrique Castro)


                                            A mi overo “El Llamador”


Deseguro en “trapalanda”
mi gaucho “rosiyo overo”
se haberá güelto matrero
pues la libertá ayí manda.
Naides te’nsiya ni te anda,
solo el viento sabe cómo,
se apila sobre tu lomo
y te sacude las porras
aprontándote a que corras
libre y señor de tu aplomo.

¡Tierra gaucha si la hay:
el cielo de los cabayos!
ande overos, zainos, bayos
retozan libres, velay!
tuitos los pelo’están áhi
en una inmensa manda.
A veces, a las chuequiadas
se acercan gauchos parejos
como a pispiarlos de lejos
pa’ evitar la desbandada.

Ojalá de que haya un cielo
tal cual, pa’l que’s güen paisano
ande se traten de hermanos
hombres gauchos de este suelo,
esos machazos agüelos
que son como libro abierto
y ande se mezcle, por cierto
aquel que joven marchó…
Ese cielo quiero yo
¡si hasta lo sueño dispierto!

“Trapalanda”, cielo puro
ande retoza el cabayo
que me yevó sin desmayo
sobre su lomo, seguro;
en mi compuesto procuro
con el ricuerdo mejor
la milonga superior,
homenaje al pingo mío,
canto crioyo al que confío
sepa yegar cumplidor.

                          (12/12/2019)

domingo, 27 de octubre de 2019

Colorao, Colorao...! (Tango campero)



Un relámpago, a lo lejos,
cruzó como puñalada,
y un trueno, tras el reflejo,
rodó en la sombra angustiada.

Una carreta cargada
con un farol titilante
se ve hamacando, cansada,
siempre sendero adelante.

Hay ansias de pasar pronto
del repecho al otro lao;
después, déjelo que llueva,
cuando estemos resguardaos.

Colorao, Colorao...!
Siempre sobón. . .!
Colorao, Colorao...!
Ay, bueycito regalón. . .!

Qué pucha, la loma negra,
hoy es como nunca 'e larga. . .!
Empezó a chispear; por suerte,
llevo tapada la carga:

la seda, el paño, la sarga,
la yerba y la medecina,
no corren el riesgo, y menos
el pañuelo de mi china.

Ya ventió pa' la querencia
el 'Hosco', y pega un envión;
el Colorao, como siempre,
tan pesadazo y sobón.

Colorao, Colorao...!
Siempre sobón. . .!
Colorao, Colorao...!
¡Ay bueycito regalón. . .!

Gracias a Dios, que pasamos
muy a tiempo la cañada,
pues cuando crece es difícil
salvar de alguna volcada.

Ya diviso la ramada
y la luz de mi ranchito;
picanearé al Colorao
despacito, despacito...

Qué pucha, si el 'Hosco' tiene
mas apuro que los dos. . .!
Deja que llueva, que el agua
es la bendición de Dios.

Colorao, Colorao...!
Siempre sobón. . .!
Colorao, Colorao....
¡Ay, bueycito regalón....!



viernes, 11 de octubre de 2019

De vuelta (o "Rumbeando Pa Las Casas" -Milonga)

(Pintura: Francisco Madero Marenco)



Después de haber castigao
quemando en forma severa
el sol dió la vuelta entera
y allá abajo se ha tumbao.
Sus rayos han aflojao
y ante sus fuerzas escasas
librao de sus amenazas
voy a marchar con la fresca,
pa que así cuando amanezca
me halle cerca de las casas.

Allí cerca, a la madrina
diez rosillos la rodean;
diez pingos que se florean
si les toca una fajina.
Una que otra cina-cina
le hacen marco a la visual,
y el reseco pastizal
al mirarlo así aparenta
una alfombra amarillenta
que nace atrás del corral.

Ya queriendo anochecer
casi estando entre dos luces
desde el puesto "Los Ombuses"
la vuelta voy a emprender.
Salí al tranquito y al ver,
del sol muy escasos brillos,
entre el canto de los grillos
vi echando atrás a mirada,
que seguían a la gatiada
los otros nueve rosillos.

En un silencio absoluto
que ni se siente avanzar,
la noche, al poquito andar
se está vistiendo de luto.
La distancia le discuto
a la güeya con prudencia,
porque yo tengo querencia
y estoy ansiando el regreso
impaciente como el preso
que está esperando sentencia.

El montado, de improviso,
una espantada me intenta
al ver blanquiar la osamenta
de un animal yeguarizo.
Alzo la vista y diviso
todito el cielo estrellao,
y hasta se me ha figurao
viendo allá arriba la cruz
que estoy mirando al trasluz
un poncho todo augeriao.

Corría un vientito de frente
medio fresco y además,
arreaba pa el lao de atrás
la polvadera caliente.
Al tranco y pausadamente,
de mi voluntad muy dueño
sigo el rumbo con empeño
y a los amagos primeros
entre el cencerro y los teros
me van ahuyentando el sueño.

Me doy cuenta al ir marchando
aunque parezca mentira
que una lechuza me mira
y un chajá me está sobrando.
Más allá como añorando,
está un viejazo esquinero
donde hizo nido un hornero
y al verlo tan tieso y mudo
parece un negro desnudo
que está parao sin sombrero.

Paré pa mudar caballo
en la inmensa soledad,
calculando la mitad
si en la distancia no fallo.
Pa que sepan les detallo
todo el cuidado que tomo,
y con precaución y aplomo
al soltarlo a mi rosillo
con el revés del cuchillo
le di vuelta el pelo al lomo.

Ni un alma se me ha cruzao
mientras voy pa mi destino
porque en la noche, el camino
es muy poco transitao.
Pa hacer las penas a un lao
que me atropellan de intento
le doy vuelo al pensamiento
y un estilo en la ocasión
es freno pa el corazón
y manea pa el sentimiento.

Ya en el rancho este paisano
está al cimarrón prendido,
y el día se ha sorprendido
por que le he ganao de mano.
El sol ilumina el llano
y en la campera extensión
cada rancho es un mojón,
monumentos los baguales,
y las güeyas y corrales
un altar de tradición.





jueves, 10 de octubre de 2019

miércoles, 2 de octubre de 2019

Del Juninero (Triunfo)





 Van cruzándolo al zanjón
y al campo raso rumbeando.
Miren qué cosas se vienen cantando!

Ya Futa Pincén* se viene
toda la pampa arrasando;
miren qué cosas lo esperan cantando.

Y le van mellando el pecho
los chuzazos que le yerran;
parecen chicos jugando a la guerra.

Ellos van gastando vidas
pa' que otros ganen la tierra.
Parecen chicos jugando a la guerra.

Y al desbandarse el malón
vuelven por viejos senderos.
¡Pucha, qué cosa con los junineros!

Lo dijo don Juan Manuel:
"No es ése el modo 'e tratarlos,
y esos doctores que quieren matarlos".

Los pampas son argentinos
y hacen gala 'e su coraje,
y son hermanos del bravo gauchaje.

No hay que enfrentar los hermanos
que son dueños de esta tierra,
y esos doctores que quieren la guerra.

Y al final de la cosecha
alguien saldrá con su antojo,
y el pobre gaucho dará en los rastrojos.

Y algo me grita en el pecho
con un acento divino:
¡Viva en la gloria el gauchaje argentino!

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*"Futá" en lengua pampa significa "grande". (Se refiere al padre de Pincén).



De Ley


(Foto de carrera cuadrera del Archivo General de la Nación)


Se proyectó una carrera
para el día de la raza
cuando el dueño de la casa
daba una fiesta campera;
es tiempo de primavera
cuando el amor se perfila
y la laguna tranquila
sirve de espejo a las garzas,
y cuando están las comparsas
en lo mejor de la esquila.

Al caballo del patrón
de la casa en que la fiesta,
resultaba una protesta
a toda desolación,
lo corría un mocetón
todo orgullo de paisano
y se sabía de antemano
que era un listo corredor,
el mejor esquilador
del capataz: don Cipriano.

Cierto señor vanidoso
era el contrario mentado
quien muchas había ganado
en la ley o por tramposo,
quería salir airoso
de nuevo y ser el mejor
y por eso el corredor
contrario se le fue en fija,
era el novio de la hija
y había por medio el amor.

El pago se había citado,
era animada la fiesta,
ejecutaba la orquesta
y ya chirriaba el asado,
el vanidoso a un costado
al mozo trató de ver
y en voz baja y sin temer
le dijo en forma rastrera:
-"Si me ganas la carrera
pierdes de m'hija el querer".

Rugió la fiera bravía
del mozo sin contenerla
y ante el temor de perderla
mil veces más la quería
pero igual con valentía
dijo entonces iracundo:
-"Su proceder es inmundo,
esa propuesta me ofende,
este criollo no se vende
por todo el oro del mundo".

Corrieron...corrieron y el vanidoso
no tuvo más que arrear cola
y como a tiro de bola,
robó la carrera el mozo.
El paisanaje afanoso
aplaudía al ganador
que era como esquilador
tan bueno para correr,
ya no quedaba qué hacer,
había ganado el mejor.

Siempre las buenas acciones
encuentran su recompensa,
despreció el gaucho la ofensa
y ganó los corazones,
hoy lo aclaman las reuniones
y sigue su buena racha
nadie en el pago le tacha
y cruza por donde quiera:
supo ganar la carrera
y el amor de la muchacha.



La Estancia "El Placer"

(Dibujo: Eleodoro Marenco)


En una triste región
donde la basta llanura
desafía con su hermosura
a la civilización,
ahí donde la tradición
no ha llegado a fenecer,
como un despojo de ayer
se contempla a la distancia,
la vieja y trágica estancia
denominada "El Placer".

Dicen que en esa mansión
aparece una luz mala
que se esconde al pie de un tala
que existe frente al galpón
y hacen una narración
donde la fatalidad
revelando la verdad,
puso un ejemplo maldito
que fue del honor un grito
hacia la infidelidad.

Un paisano verdadero
de noble y antiguo gesto
tenía a su cargo un puesto
que cuidaba con esmero,
era como tan sincero
mentado por su coraje
y decía el paisanaje,
comentando a la sordina,
que poseía a la china
más linda de aquél paraje.

Cierta vez apresurado,
llegó a su rancho y se apeó,
la gaucha se sorprendió
porque no lo había esperado
y exclamó al verlo ofuscado:
-"Qué viento te trajo aquí!",
él respondió: -"Vengo así
a preguntarte mi cielo
ande tenés el pañuelo
que aquella tarde te dí?".

La gaucha que bien sabía
quién el pañuelo guardaba,
agregó que no lo hallaba
no sé cuánto tiempo hacía,
pero él que allí lo tenía
para juzgar la traición,
mientras con doble intención
lo dejó caer al suelo,
le dijo: -"Aquí está el pañuelo,
hoy se le cayó al patrón".

La mujer palideció
dominada por el ansia,
y el nombre de aquella estancia
muy hondo repercutió,
el gaucho la comprendió
y sin usar de violencia,
hablando con su conciencia,
miró triste al infinito
y cabalgando al tranquito
abandonó la querencia.

Hoy por toda la región
los criollos con desconsuelo,
comentan un triste duelo
que se definió a facón;
fue tan grande la impresión
que conmovió al pago entero
y junto al fogón campero
de "El Placer" aun se advierte,
lamentar la triste muerte
del patrón y del puestero.






La cautiva (Salmo criollo: 136/137)

(Pintura: Évariste Vital Luminais)


1
A la orilla de un arroyo
acurrucad en el suelo,
y llorando sin consuelo
añoraba yo mis pagos
sin encontrar ni un halago
pa'consolar mis desvelos.

2
Mi guitarra la colgaba
de un triste sauce llorón,
y los indios del malón
sin saber enterncecerse
pedían pa entretenerse:
"cristiana, canta canción".

3
"Ponete alegre, cautiva,
cantá canción de cristianos"...
pa que olvidara el lejano
pago donde yo naciera.
¡Pero si así yo lo hiciera
que se me pudra la mano!

4
¡Que se me quede pegada
la lengua a mi paladar,
si me llegara a olvidar
del pagon donde nací,
de la tierra en que viví
y a la que siempre he de amar!

5
Acordate, Tata Dios,
del que en aquella ocasión
cuando se vino el malón,
no nos quiso socorrer
y nos dejó perecer
sin tenernos compasión.

6
¡Bendito el que Dios envíe
y nos venga a liberar!
Ese día ha de pagar
al que ahora nos oprime
arrancándole las crines
en pago de su maldá.

lunes, 30 de septiembre de 2019

Cimarrón de recuerdos


Cuando ya viene bajando
el sol en su último apronte
y colorea el horizonte
como una herida sangrando,
bajo de un sauce mateando
en mis delirios me pierdo,
miro al sol que se hunde lerdo
y en esas horas de calma
dejo que me entibie el alma
la brasita de un recuerdo.

Y viene el pago natal
a prenderse en mis pupilas,
las tardecitas tranquilas
de mi niñez sin igual;
de su tarea rural
mi padre volía contento,
mi madre con sentimiento
sabía alumbrar nuestras huellas:
sus ojos eran dos estrellas
bajadas del firmamento.

Y aquél rancho que al pampero
supo aguantarle el rigor
y que era un nido de amor
como el nido del hornero,
zorzal, calandria o jilguero
sus trinos nos regalaban
y al oir cómo cantaban,
ya soñaba este destino
me parecía que un camino
de cantor me señalaba.

Por eso en la tardecita
me pongo a soñar despierto
en un pasado que ha muerto
pero que en mi alma resucita.
Desde mi niñez bendita
recorrí un camino largo
y hoy que algunas penas cargo,
mis ilusiones no pierdo,
mientras me quede un recuerdo
que endulce mi mate amargo.


Sin derecho ni revés


(Pintura: Gustavo Solari)


Sin derecho ni revés
como este verso que escribo
luchando en la vida, vivo
mi etapa de madurez,
sin temer a la vejez
ya en la mitad del camino
ni en la adversidad declino
los golpes me han hecho fuerte
no reniego de mi suerte
ni me quejo del destino.

Cada cual siembra a su modo
la parcela de la vida
por ser semilla perdida
yo nunca siembro en el lodo
germinar, germina todo
del fértil suelo al abrigo
el tiempo de esto es testigo
porque por naturaleza
aquel que sembró maleza
no espere cosechar trigo.

Aunque me guste vivir
ya no le temo a la muerte
al irse mi cuerpo inerte
del todo no he de partir
siempre vivo he de seguir
con mis versos por ahí
en los libros que escribí
en árboles que planté
y en mis hijos dejaré
quizás lo mejor de mi.

Tengo muy poco logrado
hablando materialmente
por llevar limpia mi frente
a nadie nada he robado
por tener lo que he ganado
por esa razón tal vez
encuentre en mi sencillez
quizás algún gesto altivo
como estos versos que escribo
sin derecho ni revés.

Por la ley de mi facón



Dame indio el “pangaré”
que tan fiero me robaste
y que al robarlo dejaste
toda mi vida de a pie,
dámeló; yo te daré
lo que tu ambición me pida,
la prenda más preferida,
mi apero, todo el chapeao,
y si es poco lo ofertao
también te doy mi querida.

Ya ves que hasta mi querida
te ofrezco cacique fiero,
que es más linda que un lucero
de una mañana encendida.
Por ella expuse mi vida
mil veces con decisión,
por ella está mi facón
de sangre todo empañao,
ya ves si la habré apretao
con fuerza en mi corazón.

Herido a tu toldería
buscando asilo llegué
porque mucho imaginé
que en ella lo encontraría.
Pero pampa, al otro día
del pingo te apoderaste,
de mi estao te aprovechaste
cobarde como un traidor,
y hasta en tu lanza el clamor
de mis heridas buscaste.

Lo que tu orgullo me pida
todo, todo te daré;
más dame mi “pangaré”
que él era toda mi vida.
Dámeló que a la partida
voy mi vida apeligrando
todo te estoy ofertando
en cambio del pingo mío
y vos pampa, crudo y frío
de gozo te estás babiando.

Ya ves que nunca le frente
de gaucho rudo bajé
y que ante tuyo incliné
mi orgullo prudentemente.
Más vos, indio, indiferente
a mi ruego te mostraste,
que me chusiaran mandaste
y todo, te lo aguanté,
pensando en el “pangaré”
que tan fiero me robaste.

Si al inferir este ultraje
de mi estao te aprovechás
cuenta, indio pampa, darás
de tu sobrado coraje.
Voy a matarte, salvaje,
para imponer mi razón
y si a triunfar del malón
llego en esta arremetida
¡tendré el pingo de mi vida
por la ley de mi facón!

Jineteada


(Foto del Archivo General de la Nación)

Un bagual, que es reservado,
y un domador de los buenos.
Campo abierto… y unos cardos,
mudos testigos del cielo.
El criollo se ha puesto vincha
sujetando el negro pelo
y en su brazo se prolonga
el ancho y rudo talero.

De un salto queda montado
en el potro, que al momento
de afirmarle las espuelas
arranca en el bellaqueo.
Y en el aire las lloronas
-que al bruto le sacan fuego-
parecen chispas salidas
de dos estrellas de fierro.

Baja implacable la lonja
-cuero dando contra el cuero-
floreciendo en el arisco
los corcovos como flecos.
Se vuelve un arco en el aire;
pega tieso contra el suelo…
luego gira en remolinos
y se abalanza de nuevo!...

Después, bañado en espuma,
poco a poco va cediendo
al rigor con que lo abrazan
las dos estrellas de fierro.
El criollo ni se ha movido.
Parece cosido al cuero
del potro que, ya entregado,
toma un trote desparejo.

¡Rigor de espuela y de lonja,
fuerza y baquía en cotejo!...
Campo abierto… y unos cardos
mudos testigos del duelo!

Romance para la muerte del chasqui Venancio Caro



Los grillos de la alborada
rompen los vidrios del llanto,
se está muriendo de viejo
el chasqui Venancio Caro.

Ciento trece años cabales
galopan caminos largos,
y en el final, a esta posta,
sin caballo va llegando.

Allá por el año doce
llevó el correo de Santiago,
dicen trompetas de fama
con oficios de Belgrano.

La medallita que guarda
la vela y el relicario,
las monjitas de Belén
le dieron para resguardo.

Con nubes anaranjadas
riñen a muerte sus gallos
el chasqui gaucho agoniza,
silencio de cielo y campo.

Florecen brasas de ensueño
de mil fogones y cantos,
lo está llorando el recuerdo
de andar, de andar galopando.

En la Estancia del Rosario
sobre el camino del Bracho
descansa ya para siempre
el chasqui Venancio Caro.


El malón


(Pintura: Angel Della Valle)



El sol allá en occidente
sus hebras de oro ocultaba,
y en sus fauces se llevaba
del día, todo lo riente,
después, triste y lentamente,
de las aves cesó el canto,
tendió su fúnebre manto
la noche callada y fría,
y quedó la pampa umbría
cual un triste camposanto.

De pronto, en la oscuridad
de la pampa, en un tobiano
vi que lloroso un paisano
cruzaba la inmensidad,
cual  un ser en la orfandad
golpeado por el destino,
sigue su triste camino
con el pesar que se aduna
mientras lo besa la luna
con un lampo nacarino.

Sigue el sendero, sin dar
siquiera a su pingo aliento,
como aquel que va sediento
para su sed apagar,
después vi que al sofrenar
bajo un sauce el redomón
queda lleno de emoción
ante una tumba sombría
donde en la cruz se leía
“Fue muerta por un malón”.

Luego tiempla la encordada
y aunque el pasado le aterra,
echa el paisano pie a tierra
con el alma acongojada,
cuelga en la cruz demacrada
su sombrero con gran pena,
y de hinojos en la arena,
triste empieza a balbucear,
mientras el viento al pasar
peina su negra melena.

Luego se oye el dulce son
de su guitarra en combate
y aunque la pena lo abate
lanza esta triste canción:
“Prenda de mi corazón
con el llanto de mis ojos
vengo a regar tus despojos
ante tu huesa transido,
donde tan solo han crecido
espinas, yuyos y abrojos.

Recuerdo la noche aquella
noche triste cual ninguna,
cuando a la luz de la luna
se libraba una querella,
yo por vos perdida estrella
luchaba cual fiero león
mas después ¡oh maldición!
en la oscuridá al no ver
vine a clavar sin querer
mi daga en tu corazón.

Así lo quiso el destino
tuvo más fuerza en vencer
y en tu pecho sin querer
clavé mi puñal dañino,
no me taches de asesino
ya ves que con amargura
envuelto en la noche oscura
con un dolor infinito
vengo a pagar mi delito
al pie de tu sepultura.”

Cesó al rato su guitarra
quedó en silencio la pampa
solo del malón la estampa
se ve que a la cruz se agarra,
después con fuerza bizarra
hizo trizas su instrumento
y en el propicio momento
se mató junto a la cruz
mientras del alba la luz
iba tomando incremento.


                                    (Ca. 1922)




















domingo, 29 de septiembre de 2019

La Hija del Capataz



En el pago comentaban
que en una estancia vivía,
una moza que reía
de quienes la idolatraban;
junto a ella trabajaban
dos gauchos, hombres de acción
y ambos con igual pasión,
estaban enamorados
esperando resignados
que ella hiciera la elección.

A los dos había engañado
porque a ninguno quería,
para ella nada valía
el amor de un gaucho honrado,
su orgullo había soñado:
un hombre de posición,
en su vana aspiración
daba a su vida otra faz,
como hija del capataz
tenía esa pretensión.

Un día llegó a citar,
los dos a la misma hora,
y con voz engañadora
los empezó a entusiasmar.
-"Mi cariño ha de ganar"
dijo, "aquél de más valor,
siento por los dos amor,
los dos me quitan el sueño
y quiero que sea mi dueño
el que salga vencedor".

Y como el paisano es noble
y de sus actos consiente,
decidieron frente a frente
poner sus pechos de roble,
cada hombre sintióse doble
para correr su destino
y por ese amor divino
que encendióse a su albedrío,
lanzaroncé un desafío
para la cruz del camino.

Lejos de retroceder
y cuando ya la natura,
tendió el manto de negrura
que nos hace entristecer,
se vieron a aparecer
a definir la cuestión
y sin más explicación
en el lugar indicado
el lance quedó iniciado
mano a mano y a facón.

Pero el viejo capataz
que tuvo conocimiento,
llegó ese mismo momento
para imponerles la paz.
Dijo: "Uno y otro es capaz
y aunque ninguno va en fija
pemitan que los corrija",
y agregó al gritar sus nombres:
"No han de perderse dos hombres
por el orgullo de mi hija".

Los rivales se pararon
sin terminar el cotejo,
y por las canas del viejo
los facones envainaron.
Luego con él comentaron
lo que es un cariño fiel
y en honor al viejo aquél,
estrechándose las manos
juraron ser como hermanos
y olvidar la gaucha cruel.

Regresaron a la estancia
y ella que esperaba ansiosa
por ingrata y desdeñosa
vio burlada su arrogancia;
se traslució a la distancia
entre aquellos el aprecio,
comprendió su orgullo necio
y la amargó la verdad:
viendo que su vanidad
pagaron con el desprecio.


(Pintura: Juan L Blanes)

Pobre rancho abandonao!


(Pintura: Obdulio Gómez Carrasco)





Cuasi cáido de cansao
el viejo horcón de maclura
sostiene la techadura
apenitas, del quinchao.
¡Pobre rancho abandonao
a las yuvias y a los vientos!
que cobija sentimientos
funerarios y transidos
convocando aparecidos
y lúgubres esperpentos.

Ya no lo anida el hornero
ni yegan los pajaritos
lo humiyan los ocalitos
y se burla el tero-tero
el patio se abrió al potrero
y en los oscuros rincones
las arañas dan leciones
de tejido artesanal
que’s una trampa mortal
pa’ los insetos chambones.

El alma si esiste irá
dende’l campo hacia el olvido
yevando en su recorrido
fantasmas pa’l más ayá
memorias de soledá
y como un puñal clavao
el dolor del derrotao
sollozando en letanía
con quejidos de agonía
y amargor de condenao.

Pena da solo mirar
si ayí todo es del pasao
puro intento fracasao
que naides va a remediar.
Ya más nada hay que esperar
salvo que quede’l mojón
pa’ que’n cualquier ocasión
cuando pase algún paisano
se haga cruces con la mano
y le espiche una oración.

Un domingo



Limpio el sol aparecía
en la estancia “La Torcaza”
que antes era “La Picaza”
cuando otro dueño tenía,
que conserva todavía
aquel nombre, en la tranquera,
bien grabao en la madera
tal vez por el carpintero
o con un fierro, el herrero
para que no se perdiera.

Don Ramón, el peón de mano,
lleva leche a la cocina
que recibe la Malvina
levantada de temprano;
relincha el petizo ruano
que está encerrao, impaciente,
porque ha visto de repente
que el boyero, con morral,
se va acercando al corral
pa’ que le de gusto al diente.

Domingo. Llega el patrón
con su grupo familiar
y lo espera un costillar,
chorizo’ y medio capón,
custodiao por Don Zenón
y ayudao por  el boyero
que ponía mucho esmero
en los consejos del viejo,
que pa’ él era un espejo
en los trabajos camperos.

Después de haber almorzao
con pasteles y empanadas,
apareció la encordada
en manos de un invitao,
mozo que no era rogao
pa’ pulsar el instrumento
con décimas al momento,
o triunfos, estilos, huellas...
¡Si parecía una estrella
que bajó del firmamento!

El cielo que se ha nublao
anuncia la Santa Rosa
y ya el patrón con su esposa
se han ido para el poblao.
La lluvia se ha desatao,
dan anca los animales,
debajo de los sauzales
se amontona la majada
y olor a tierra mojada
brota entre los pastizales.

Lazo viejo...




Lazo de seis bien trenzao
cómo aquel de Pedro Risso
que con un tiro preciso
salvó un hombre en el Salao,
años me has acompañao
en mi vida de campero,
fuiste obsequio de un resero,
cuando vió en una ocasión
ya de " Guri", mi afición
de pialar algún ternero.

Lo recuerdo y me contenta
 ¡Que regalo! ¡La gran siete!
primero como juguete
y después como herramienta....
ya siendo mensual aumenta
el poder cumplir mi anhelo
de andar juntos este suelo
y cada vez que ensiyaba
si a los tientos no te ataba
me parecía andar en pelo.

Nunca supe qué soguero
pudo hacer tal 'maraviya'
de la argoya a la presiya
eras un lujo en mi apero,
fuerte y parejito el cuero
bien ceñido tu trenzao,
hacías qué un pial de volcao
rozándole las barbiyas
le juntara las raniyas
al bagualón más pesao.

Ensiyando un bien domao,
cuándo a recorrer salía,
dar lazo me permitía
pa' evitarte un ramaliao...
y por andar bien montao
nunca en un palo te até,
rienda arriba lo dejé
teniendo tu yapa tensa
y yéndome por tu trenza
a los abichao curé.

Tal vez no fueran mis manos
las que hubieras merecido
eyas nunca han sabido
hacer tiros soberanos;
no soy de aqueyos baquianos
y hábiles en tu manejo
no enlacé ni pialé lejo'
pero al volcarte en los "yanos"
parecían meter las manos
en un hormiguero viejo.

Haciendo que te proteja
de un mal tirón, si enlazaba
a tu armada la cerraba
ni bien pasaba la oreja...
Nunca de cuidar se deja
a quién a uno se ha brindao
y si costiando he tirao
por prevenir otros males
cuidé no herir tus ramales
en las púas del alambrao.

¡Lazo viejo! fuiste y sos
fuerte y noble compañero
las vacas no dan más cuero
como el que te han hecho a vos.
Envejecimos los dos
y al tironiar le aflojamos....
pero cuando nos juntamos
no como antes, pero es fija
que cuando te hecho a verija
es seguro que voltiamos.

El tiempo abrió la tranquera
y los años dispararon
ahí nuestros piales fayaron
y eyos siguen su carrera..
La vida, yegua mañera,
también nos ganó el tirón
pero al entrar al galpón
te veo y te vuelvo "armar"
y ayí suelo "payanquiar"
de recuerdos un montón.


sábado, 28 de septiembre de 2019

Cruz de Acero




A la estancia "El Ruiseñor"
después que el sol se había entrado,
con el caballo cansado
llegó un gaucho payador.
Cualquiera al verlo cantor
pensaría que era feliz
pero él buscaba el matiz
que trae la vida sonriente
y cada arruga en su frente
parecía una cicatriz.

Hizo rueda en el fogón
y una moza que allí estaba
le preguntó si cantaba
le contestó su intención.
Corrió hacia la habitación
volviendo en el instante
después en forma galante
dijo la moza bizarra:
-"aquí tiene mi guitarra,
quisiera que en ella cante".

Tomó el sonoro instrumento
y ensayó un preludio suave
como el gorjeo de un ave
herido de un sufrimiento;
después elevó su acento
que parecía un gemir,
muchos creyeron oir
a un melodioso jilguero
cuando este triste trovero
puso todo su sentir.

La mocita emocionada
dijo: "gaucho no se ofenda,
"mi guitarra es una ofrenda
"y usted la tiene ganada.
"Se verá siempre templada
"que lo sabrá acompañar,
"y en ella podrá cantar
"la desdicha de su amor
"y no olvide payador
"que a su dueña hizo llorar".

-"Gracias paisana hechicera",
exclamó el mozo al instante,
"y esta guitarra vibrante
"será mi fiel compañera.
"La llevaré en mi carrera
"ya que usted me la obsequió",
con cariño la estrechó
como a una novia se agarra,
cuando él besó la guitarra
la moza se estremeció.

Un paisanito taimao
que en vano la pretendía
resultó que a sangre fría
el cuadro había presenciao.
Se acercó disimulao,
fuertemente saludó;
él también felicitó
pero en forma inesperada,
se le escapó una mirada
que el viajero comprendió.

Dende entonces aquél trovero
para eludir un reproche,
decidió esa mesma noche
de seguir su derrotero.
Les dijo que era un matrero
que lo sabían perseguir,
y ya disuesto a partir
dando la rueda la mano,
imaginó que el paisano
muy cerca le iba a salir.

En cuanto dejó la estancia,
allá en el primer bajito,
de "¡alto!", le dieron el grito
a muy cortita distancia.
Con aptitud y arrogancia
estaba el otro nación,
echando mano al facón
le exclamó firme en la huella:
-"Me das la guitarra de ella
o te parto el corazón".

El que llegaba se apeó
y los facones chispearon,
y en cuantito se trenzaron
un cuerpo se desplomó.
El matrero en pie quedó
aunque de sangre cubierto
con su facón y el del muerto
clavó allí una cruz de acero
se persignó aquél trovero
y se fue rumbo al desierto.




Décimas al Viejo Pancho


(Dibujos: Vasco Machado)



Viejo que sos un pedazo
de las canciones del pago,
ya dulce como un halago
o fiero como un lonjazo.
Sos querendón como un lazo,
endecha de crudo encanto,
risa mojada con llanto,
cinta lindando en divisa,
sos una cosa mestiza
entre un rezongo y un canto.

Tenés sabor a carneada
cuando al caer en las brasas
cantan las gotas de grasa
como chicharras doradas.
Tenés tonos de alborada
como pecho de paloma;
tu madrina es una loma
y tu padrino es un cerro;
son música cimarrona
como tin-tin de cencerro.

Viejo que estás por entero
en lo que tiene sabor
a campo y a cardo en flor
o a chispazo de yesquero.
Estás en el grito 'el tero;
en el olor a carona;
en la pava barrigona
que cuelga bajo la cincha,
en el ñudo de la vincha
y en las trenzas de la piona.

Cantan en vos los zorzales
y blasfeman los matreros,
y resuellan los pamperos,
y cortan los pa j onales.
De todos los orientales
desmontaste en la memoria,
ya te acorraló la historia
digo, y nadie se me asombre,
que es un abrojo tu nombre
pegao al lomo 'e la gloria.

Viejo Pancho, estás en todo
y yo te canto por eso;
estás en el lao del gü.eso
de sabor como no hay otro;
en el corcovo del potro,
en la luz de la luz mala,
en las espinas del tala,
en las trenzas de mi china:
y en la palabra argentina,
y en la palabra orientala. 

El secreto'e la vida

(Pintura: Gustavo Solari)


Alcance el frasco, aparcero,
Tengo el pecho como fragua,
Y sin algún entrevero
No puedo tomar el agua.

Salida del manantial
Hay quien asigura que
Si se está muriendo e sé
La toma algún animal;

Pero un gaucho, aunque sea pobre,
Si la sé no se lo achura,
Sólo no teniendo un cobre
La mandará al buche pura.

Porque hasta cáida e los cielos
Precisa, pa que aproveche,
O quebrarla con la leche
O hacer de eya caramelos.

Dios mesmo dijo al probarla
Hayándola desabrida:
"Pu... cha, pa poder tomarla
Vi’a inventar otra bebida".

Y áhi no más, dándose maña,
Sigún lo dice su historia,
Con una gotita e gloria
Hizo al ratito la caña.

¡La caña! Pa este cantor,
Que se lambe por lo güeno,
La caña es como el amor,
De que nunca se ve yeno.

Feliz quien de amor se cebe
Si no le es la suerte huraña...
¡Más se apetece la caña
Cuanti más caña se bebe!

Por eso el gáucho no yerra
Si ama y se da a la bebida,
Que en chupar y amar se encierra
Tuito el secreto e la vida.

Y pa cuerpiarle al rigor
De la suerte, no hay hazaña
Como mamarse con caña,
O emborracharse de amor.

Lazo





En el anca lustrosa
          de mi caballo,
sentado blandamente
         palpita el lazo.
Se me figura
        una mujer bonita
que va a la grupa.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Salmo de anochecer (Salmo criollo: 4)


(Foto: Eliseo Miciu Nicolaevici)



1. Escuchaste mi llamado
porque mi causa era justa,
y al embretarme la angustia
contestaste a mi cencerro,
como contestan los cerros
a la voz del que pregunta.

2. ¿Hasta cuándo el hombre zonzo
galopiará tras el viento
enlazando pensamientos
de mentira y vanidá?
¡Es que Dios con su amistá
no es cosa de arriar con tientos!

3. Que sepan que Dios me oye
y mi pedido ha escuchado,
y al dormirse en su recado
mediten ellos mi ejemplo
debajo de ese gran templo
que forma un cielo estrellado.

4. Pero quizá hay quién se diga;
"La alegría no es pa mí,
yo soy un pobre infeliz,
su luz ya no me ilumina".
Pero yo sé que El camina
a un paso detrás de mí.

5. El Señor me puso dentro
una alegría profunda,
como la que hay cuando abunda
el trigo, el vino, la carne;
si hasta pa dir a acostarme
mi custodia en El se funda.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

"El Chingolo"

(Pintura: Fernando Romero Carranza)



Cuando anduve por la pampa
rodando por mis azares
vi caballos a millares
por donde la indiada acampa,
pero de tan linda estampa
francamente, vi uno solo,
que le dicen “El Chingolo”
y es como caña tacuara,
doradillo mala cara
¡cómo pa’ correrse un bolo!

Gracias a su patroncito
que lo cuida como alhaja
y de en tanto, lo rebaja
dándole algún galopito
no lo descuida “El Criollito”
como le llama el gauchaje
teniendo pingo y coraje
es muy lindo hacer pata ancha
y rotarla en cualquier cancha
del más peludo paraje.

Yo creo que no hay caballo
que lo basureé al “Chingolo”
porque peinándolo solo
es más ligero que un rayo,
pueden venir de’sos pagos
carreras a concertar,
se van a desengañar
con éste caña tacuara
doradillo mala cara
¿con qué, le van a ganar?

No se forjen ilusiones
porque llegado el momento
mirando a los cuatro vientos
quedarán los chapetones,
entre tantos mancarrones
siempre sale, alguno, luz
parejito hasta la cruz
juguetón, mansito y guapo,
¡perdonen si lo destapo
para palmearle el testuz!

Yo le aconsejo al “Criollito”
que siempre lo cuide ansina
pa’ que la yerba dañina
no se gane en su pastito
si muere su caballito
se quedará triste y solo
aunque recorra hasta el Polo
no hallará otro, garanto
que corra, y lo quiera tanto
como a su lindo “Chingolo”.

miércoles, 12 de junio de 2019

Campera (Milonga)



Romance de mamá Rosario (Loncomeo)


Duerme y sueña ñi piuké,
indiecito de mamá.
Que vendrá un dios huínca
y muy lejos con la cruz te llevará.

Viento arisco grita ya,
que la sangre llamará desde el mar
por las distancias del agua,
 sal y lumbre volverás.

No estarás más, mi niño pan,
que en la noche con la cruz te llevarán.

Ceferino mi garrón,
en el rehue no andarás nunca más,
porque otro fuego sin machi
con la cruz te llevarán

Ñiuke lluvia moja ya,
llanto azul mi soledad sin altar,
que en las frías cordilleras
el dolor me nevará

No estarás más, mi niño pan,
que en la noche con la cruz te llevarán.

Recitado:
Duerme y sueña mi piuqué,
que en la noche
con la cruz te llevarán,
Ceferino mi garrón,
con la cruz te llevaran...



Vocabulario utilizado en chedüngün, o lengua mapuche:
*Piuké : corazón
*Huinca: gente "blanca"
*Rehue : lugar puro, sagrado, donde se hacen las rogativas
*Machi : persona destinada a curar a la gente
*Ñiuke : madre
*  ñi  : adjetivo posesivo; mi, mio

Humo


(Pintura: Vasco Machado)





El humo de mi cigarro
se va trepando al silencio
mientras se arriman al fuego
sombras de ajuera y de adentro
el humo de mi cigarro
se va trepando al silencio.

Tiene mi poncho entuavía
el aroma de sus pelos
y unas hebras de esa noche
enredada entre los flecos
tiene mi poncho entuavía
el aroma de sus pelos

Despacio arrastran la vida
mi mansa yunta de overos
como quisiera apurarlo
con la picana del tiempo,
despacio arrastran la vida
mi mansa yunta de overos.

Veré su boca entreabierta
en el rescoldo del fuego
mientras se vaya la noche
envuelta en su poncho viejo,
tal vez el tabaco negro
me saque el gusto a su beso
y al florecer en cenizas
queme también su recuerdo.

El humo de mi cigarro, el humo de mi cigarro
se va trepando al silencio
mientras se arriman al fuego
sombras de ajuera y de adentro.

Despacio arrastran la vida
mi mansa yunta de overos
como quisiera apurarlo
con la picana del tiempo,
despacio arrastran la vida
mi mansa yunta de overos.




Devoción criolla - LP Completo (1979)




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Apuntes y transcripciones del L.P. tomados pot don Felipe Pinto:
Eduardo Madeo solista con Cantoría de la Basílica del Socorro - Coro Folklórico Argentino - Coral de los Buenos Aires.
DEVOCION CRIOLLA (1979)

TRANSCRIPCIÓN DEL TEXTO DE LA PORTADA DEL ÁLBUM:

"Se puede decir que la fe y devoción a María y sus misterios pertenecen a la identidad propia de estos pueblos y caracterizan su piedad popular."

"La piedad popular es de veras la piedad de los pobres y sencillos. Es la manera como estos predilectos del Señor viven y traducen en sus actitudes humanas, y en todas las dimensiones de la vida, el misterio de la fe que han recibido."

(Homilía de Juan Pablo II pronunciada el 30 de enero de 1979 en Guadalajara, México)

TRANSCRIPCIÓN DEL TEXTO  DE LA CONTRAPORTADA DEL ÁLBUM:

La fe religiosa de los argentinos no precisaba de nuestra demostración. Fe definitiva y poderosa, ha adquirido variadas e interesantes manifestaciones regionales.

En ese sentido, Phonogram edita hoy una obra que continúa la línea de las producciones integrales de la empresa. Esfuerzo basado en una idea y realización del solista Eduardo Madeo, que agrupa distintas devociones criollas, cada una de ellas conformadas de acuerdo con peculiares tradiciones y costumbres del país.

Intérprete: EDUARDO MADEO SOLISTA con Cantoría de la Basílica del Socorro - Coro Folklórico Argentino - Coral de los Buenos Aires
Album: DEVOCIÓN CRIOLLA
Año: 1979
Portadas: SÍ, originales restauradas y optimizadas
Sello: PHONOGRAM
Nº: 6049
Formato original: Long-play de vinilo en 33  1/3 r.p.m. (LP)
Bitrate: CBR 256 kbps en 48.000 Hz

LISTADO DE TEMAS:

LADO 1

1.- Aclamaciones criollas (baguala vidala zamba cueca) *
Gabriel Segade / Eduardo Madeo

2.- Virgen surera (huella) **
EugenioInchausti / Coco Dos Santos

3.- La flor del cardón (vidala catamarqueña) *
Manuel Acosta Villafañe

4.- Virgencita de Itatí (chamamé) *** (1)
Mario del Tránsito Cocomarola / Gregorio Molina

5.- Virgen de La Carrodilla (tonada) *
Hilario Cuadros

6.- Virgen del Milagro (canción) *
Fernández, F

LADO 2

1.- El promesante (canción) **
Atahualpa Yupanqui

2.- Dinastía de piedra (loncomeo) ***
Marcelo Berbel / Mario Aguilar

3.- Hermano cura Brochero (cueca) **
EugenioInchausti / Coco Dos Santos

4.- Por tu huella San Cayetano (milonga) ***
Eduardo Madeo

5.- Mi buen Fray Mamerto (canción taquirari) ***
García, Madeo

6.- De San Nicolás (vidala chayera) **
José Ignacio "Chango" Rodríguez

* Con Cantoría de la Basílica del Socorre - Dirección y Arreglos: Presbítero Jesús Gabriel Segade
** Con Coro Folklórico Argentino - Dirección y Arreglos: Chany Inchausti
*** Con Coral de los Buenos Aires - Dirección: Jaime Botana - Arreglos: Oscar Cardozo Ocampo
(1): Arreglos Oscar Cardozo Ocampo

Con la participación de:

Kelo Palacios: Charango y guitarra
Domingo Cura: Bombo y percusión
Rodolfo Dalera: Quena y sikus
Fernando Matos: Violín
Oscar Alem y Mario Nadal: Contrabajos
Raúl Barboza: Acordeón

Técnico de sonido y pases: Gonzalo Flores

Dirección Artística: Chany Inchausti

miércoles, 29 de mayo de 2019

El cuatro 'e copa



1
En este tiempo paisano,
perdone que me resbale,
hay un reservao que vale
aunque es medio veterano.
Hablándole mano a mano
le han ofertao más de un real,
al dueño, hombre formal
ninguna suma lo arrasa
diciendo: "estará en mi casa
hasta el momento final".

2
Es sin duda lo mejor
que he visto en mi correría
como en los tiempos que había
baguales que era un primor.
Por culpa de un susto flor
quedó clavada su suerte
y desde entonces se advierte
que no es un pingo de tropa:
hoy p'andar 'el cuatro'e copa'
hay que pitar más que juerte.

3
Al salir embozalao
cuando deja las maromas,
se ve que no está pa'bromas
cabresteando encocorao.
Como pampa desconfiao
que oserva una rastrillada,
sin achicarse pa'nada
aunque anda medio cillón
pone a prueba al más gauchón
y al que cope la parada.

4
Cuando lo largan del palo
con el cuero, o la encimera,
ahí muestra su verdadera
tremenda fama de malo.
Son pocos los que señalo
que puedan contar su hazaña,
y que tuvieron la maña
de haberlo podido andar,
porque es difícil hallar
otro de tanta campaña.

5
También entrás en la cuenta
del 'Tiburón' de Bustillo,
de Campomar 'el Tordillo'
y el bayo overo de Menta.
Pa'qué hablarles del 'Pimienta'
de don Rolando Melón
pero estás firme en acción
porque los otros se han ido
y al jinete más curtido
le hacés temblar el garrón.

6
Por eso don Lavallén
no crea que he fantasiao
si le canté a un reservao
de los que poco se ven.
Se que ha elegido muy bien,
verlo es una maravilla,
tuvo a muchos en capilla
y fue de andar un pingazo,
media res del lao del lazo
¡qué lujo pa'una tropilla!


----------------------------------------------------

Agradezco muy especialmente al amigo  don Alfredo Adolfo Filippini el envío de este verso largamente buscado y a su hijo por colaborar con la logística tecnológica. Vaya un abrazo bien campero y el reconocimiento a un hombre que promueve los asados, las milongas y la hospitalidad gaucha a la vera de la Ruta 7, llegando a San Andrés de Giles, en su criolla parrilla.

miércoles, 22 de mayo de 2019

No le afloje corazón (Tonada)




Esta vida que he vivido apresurado
hoy me lleva hasta los brazos del sosiego.
ahora tengo que pensar que al otro lado
me iré pronto si no pongo el pie en el freno.

No me afloje corazón que lo preciso,
justo ahora que me salgo de la vaina
por haber trajinado sacrificios
y aun me quedan por hacer varias tonadas.

A la muerte compadre no conviene
ni siquiera provocarla
y si un día de pronto se aparece
diganlé que no estoy y que se vaya.

Mis amigos solo quiero que comprendan
que ahora debo comportarme como un santo,
me alejaron de la sal y la cerveza
de los vinos, los jamones y el tabaco.

No me afloje corazón que lo preciso,
justo ahora que me salgo de la vaina
por haber trajinado sacrificios
y aun me quedan por hacer varias tonadas.

A la muerte compadre no conviene
ni siquiera provocarla
y si un día de pronto se aparece
diganlé que no estoy y que se vaya.


Cogollo:
"Ernestito" no hace falta que le explique
la razón del cogollo en la tonada
pero quiero que esta vez lo planifique
ya que viene diferente la jugada.

Soy su amigo y ante todo lo reafirmo
y le pido por favor no llene el vaso
pues me sobra si me paga este cogollo
con el don de su amistad y con su abrazo.

A la muerte compadre no conviene
ni siquiera provocarla
y si un día de pronto se aparece
diganlé que no estoy y que se vaya.

Mate amargo, cimarrón (Chamamé)

(Foto: Luis Franke)



Mate amargo, cimarrón
el de las mañanas claras,
el de las tardes serenas
y el de las noches cerradas...

Refugio de los sin nada,
mate amargo, cimarrón
en las manos sos tibieza,
consuelo en el corazón.

Estribillo:
Mate amargo, cimarrón
de una cosa estoy seguro,
serás mi fiel aparcero
hasta en el último apuro.

Mate amargo, cimarrón
llenito de yerba buena,
esperanza con paciencia
y aguita de lavar penas.

Chasquea en suelo entrerriano
su campero borbollón,
no morirás en mi tierra
mate amargo, cimarrón.


Hacia el olvido


Soy el último suspiro
de la grandeza campera
y soy la vieja tapera
que en el pasado me miro,
para siempre me retiro
con el gauchaje altanero
y es un saludo postrero
para mis glorias secretas
cuando besando las grietas
cruza llorando el pampero.

Soy relincho de bagual
que voy quedando en un eco,
chiripá que me desfleco,
punta rota de puñal;
copete de cardenal
que voy perdiendo el color,
mburucuyá que di flor
trenzao a una cina-cina,
y el ombú donde la china
esperaba al payador.

Soy la guitarra tersiada
sobre el anca de algún pingo
que antes de entregarme a un gringo
prefiero quedar callada.
Soy la cruza abandonada
por indescifrable suerte
y entre el pastizal inerte
clavada en un corazón,
soy una interrogación
entre la vida y la muerte.

Soy el nudo potriador
que fui confianza y halago
cuando era orgullo en mi pago
ser jinete y pialador;
soy el jilguero cantor
que en el ceibal hizo nido,
tiro de lazo tendido
completamente a lo largo:
y el último mate amargo
que me pierdo en el olvido.

Soy la muriente visión
después de rudas fatigas
de los guerreros de Artigas
peliando a lanza y facón;
ternuras de un corazón
puestas en una señal,
hechas con el delantal
de una china que en la loma
se parecía a una paloma
aleteando entre el cardal.

Soy apagado fogón
que me deshago de viejo
y 'rilación' que me alejo
porque ha muerto el pericón.
Soy alma de tradición
que no retorna jamás,
pero voy dejando atrás
mientras confuso me pierdo
el encanto del recuerdo
de lo que no vuelve más.


Antojo



¡Las cosas que están pasando...!
es cosa de no creerlas!...
Y eso que estuve esperando
toda mi vida por verlas.

¡Y las que van a venir!
Calculale, Golondrina,
que sólo quiero vivir
para sacarme esa espina.

Y aunque ya he vivido mucho
para esperarlas soy mozo.
¡Apuesto un diez, contra un pucho,
a que las vivo y las gozo!

Voy a sacarme el antojo,
cuando se haigan realizao,
de verle a muchos los ojos
como botines cambiaos.

Los piones van a ligar.
Serán piones de otras leyes.
Porque aura, sin dispreciar,
somos igual que los güeyes.

Vos vas a ser jubilao!
¡Todo un don güey Golondrina!
Si es que no te han envasao
como en lata de sardina.

Pobre mi güey compañero
que no puede comprender.
Pero, me entiende el lucero
que sabe de amanecer.



La llamarada



Estribillo:
Larai, larai, larai, larai, laralero...
¡Qué linda la madrugada
con ese sol trafoguero!

Hay que ahorrar pa' no ser pobre"
un pión viejo me decía
y a él nunca le sobró un cobre
pa' comprarse una alcancía.

Bichito guapo el hornero,
trabajador como un pión.
No necesita dinero
y a más, y a más no tiene patrón.

El sueldo de un pión carrero
nunca se debe aumentar
pa' que valore al dinero
y no aprienda a malgastar.

Los piones, dijo un doctor,
no son hombres delicaos,
a ellos no les hace el dolor
porque están acostumbraos.

Qué linda la madrugada
con ese sol trafoguero.
Cuando se haga llamarada
va a alumbrar al mundo entero.

Larai, larai, larai, larai, laralero...
¡Qué linda la llamarada
alumbrando al mundo entero!


martes, 21 de mayo de 2019

Serie "El Mate", poema n°6


(Pintura: Juan Luis Blanes)



Con un terrón de azúcar y una brasa,
lo zahumaron;
y, azonzao, se entregó...
Le taparon la boca con una mano,
y en vez de defenderse
se durmió al calorcito...
Cuando se dispertó, ya estaba manso:
le gustó el azúcar
y se hizo dulce, él mismo...

Lo amansó una mujer, y lo tuvo a su modo:
adornado y prolijo;
con botones de plata con iniciales;
pero medio sancocho
y hasta mal ensillado.
El trato: parecido...
(¡Así son las mujeres!)
En más de una ocasión
le pegaron un golpe por disparar sin tino,
al entrar una víbora en la cocina.
Cuando no,
ensillado quedó hasta el otro día
por la novelería de un vestido, un pañuelo...
y hasta porque la moza,
vió pasar, esa tarde,
un paisano que -dicen-... es medio picaflor...

Y "el dulce" -que es de veras-
ya no es capaz de nada!
A la otra mañana,
la moza lo acaricia, le da su terroncito,
y lo besa más largo...
El bobo, se figura de que es por lo sabroso!...
y ella tiene en la boca, lo que tiene en los ojos;
y es lo que saborea:
la visión del paisano...
(El que pasó ayer tarde...
y es medio picaflor!)

Enero 22 de 1938.-



(Pintura: Juan Manuel Blanes)

Este mate gayeta...



Este mate gayeta que m'entibia las manos,
lustroso porque tengo muchos güenos hermanos;
este nido ande el vicio de andar siempre chupando
se hace ladero viejo por la güeya 'e los años;

este güequito abierto qu'está siempre esperando
un verdor de esperanzas y un tomador de amargos;
este mate gayeta
desbastao a rezongos, afinao por baquianos,

qu'en la espuma nos bicha con ojitos briyosos
que al gastarse la yerba se nos van apagando;
este mate gayeta que potriyo jué bayo
y aura viejo es briyoso como el pelo del zaino,

me chasquió esta mañana, y en la zurda, su yanto
me decía: "don Yerba, ya está de ojos escasos..."
Pero no era la vista, sino el filo de un rajo
lo qu'estaba pidiendo calentando mis manos:
"abrí la boca a otro mate, relevame paisano..."

Este mate gayeta ya está viejo, Matrero;
pero los dos sabemos lo que cuesta cambiarlo.

Güella de Ceferino (Huella)

(Pintura: Rodolfo Ramos)



La bravura del indio
frenó su lanza
porque ha nacido un lirio
sobre la pampa;
un precepto divino, 
luz de esperanza,
la trae un indiecito 
para su raza.

Fue llevando hasta Roma,
fe sacrosanta
y siente en lo profundo
que Dios lo llama;
rogando por su tierra
y por el indio
por huellas celestiales
va Ceferino. 


Laralalaa
luz de esperanza
porque ha nacido un lirio
sobre la pampa.

Al solar rionegrino
donde ha nacido
bautiza los chañares
con el rocío, 
en Chimpay florecía
sangre araucana
y en el fortín "Mercedes"
es venerada.

Santito de mi tierra
serás un día, 
así lo quiere el pueblo
que no te olvida.
Apóstol que elevaste
la fe cristiana, 
ruega por la concordia
de nuestra patria.

Laralalaa
luz de esperanza
porque ha nacido un lirio
sobre la pampa.