viernes, 22 de febrero de 2019

Milonga pa' don Segundo




El pago se ha puesto triste,
el pago todo lloró,
el pago perdió al amigo
porque la muerte lo arrió.

El rancho se hizo tapera,
ya no titila el farol;
una ventana cerrada
donde ya no dentra el sol.
El yuyo se fue arrimando,
como pa ver qué pasó.

Recitado:
Un caminito borrado,
de la cocina al galpón,
se asoma de tanto en tanto,
como esperando al patrón.

De la tranquera hasta al fondo
donde están los bebederos,
se arrastra la soledad
en las patitas de un perro.

Hay un molino chillón,
con más vueltas que el destino,
que seguro algún vecino,
de puro gaucho lo abrió.

Las líneas del alambrao,
aflojaron su cordaje
como rindiendo homenaje
a quien les diera cuidao.

Si hasta el monte se ha cerrao,
en un silencio profundo,
porque se fue don Segundo,
con su silbido cansao.
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(Silbido...)

El rancho se hizo tapera,
ya no titila el farol;
una ventana cerrada,
donde ya no dentra el sol.

El yuyo se fue arrimando,
como pa ver qué pasó,
pero se fue don Segundo,
con su silbido tristón.

(Silbido...)

jueves, 21 de febrero de 2019

La isla (canción litoraleña)




Fue un bajo, después laguna,
con el tiempo se hizo isla;
el río le fue arrimando
tierra y agua, sauces, vida.
Don Pedro la vio creciendo
mientras sus hijos crecían.

Se van yendo río abajo
esos hijos de la Luisa.
-“Hay que entender esta vida,
sabe, mozo”, me decía.
Siempre algo nos da éste río,
pero hay veces que nos quita.


Don Pedro se fue apagando
como fueguito de chilcas;
quedó prendido a la redes
una fiera amanecida
y su alma de camalote
boya entre azules crecidas.

Es eco de ausencia el rancho;
monte y cielo, vieja Luisa,
habiendo criao tantos hijos
a fuerza ‘e pan en la isla,
la isla que trajo el río,
río que nos da y nos quita.

Y el río pasa,
lleva,
algo nos deja
y algo se va.