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miércoles, 4 de julio de 2018

Pa'que rumbee

(Pintura: Stella Maris Hansen)


Pago de Samborombón,
día tres, del mes de mayo;
señor, Hilarión Carbayo,
Estancias “El Albardón”.
Con profunda estimación
es que le escribo paisano
deseando que esté cercano
el día de su visita
y espero que esta notita
me lo encuentre fuerte y sano.

Estas líneas Hilarión
aparte de saludarlo,
sirvan para anoticiarlo
de mi nueva ubicación;
discutí con el patrón
don Adrián Ceballos Montes
y pulsando los aprontes
vi que’ra pa’ disgraciarme
y allí decidí largarme
buscando otros horizontes.

Llegando al boliche’e Vedia
que usté conoce y recuerda,
vuelque con rumbo a la izquierda,
más o menos legua y media
si es que el sofocón lo asedia
allí hallará tres ombuses
y un callejón con dos cruces
allí, tuerza pa’l poniente
y lo ha de dar mesmamente
al arroyo Tacuruces.

Cruzando el puente se topa
con un callejón estrecho,
allí metalé derecho
como gringo en plato’e sopa,
saldrá al camino’e la tropa,
ahí tome de referencia
de una loma, la eminencia
y al borde de la barranca
verá una tranquera blanca,
dentre que esa es su querencia.

Si es que conserva el overo
aquel de oreja rajada,
creo que en una jornada
podrá enfrentarse a mi alero;
lleguesé, que aquí lo espero
como en tantas ocasiones,
gustando unos cimarrones
largo y lindo prosiaremos
y entonces retozaremos
mesmo que dos muchachones.

martes, 10 de mayo de 2016

Una carta de otoño


(Pintura: Eleodoro Marenco)




Sólo me siento solo
porque no estás conmigo.

El tiempo se me alarga en una pena
que no tiene regreso, ni destino.

Suelo tirar piedritas en el pozo,
como un gurí... porque me gusta el ruido
redondo donde despiertan de un silencio
tan hondo como el mío

y suelo ir arrastrando las espuelas,
para ponerle puntos suspensivos
al antiguo sendero de andar juntos...

De tarde, casi al alba de los grillos,
voy al palenque; muere el horizonte
con un delgado tajo de oro vivo,
mientras se ondula y crece en las lomadas
una intensa costumbre de mugidos...

No galopo como antes
por el llano tranquilo;

gusto llegar al monte rumoroso de nidos,
abrevar mi caballo, conversar con el río,
recostarme a los últimos arrullos de la tarde,
y estar sobre la playa como un árbol caído.

No siento soledades de pagos que no he visto...

Sé que la dicha es un paraje raro,
que no tiene baqueanos, ni caminos.

Y no es mi soledad fruto del campo,
ni mi silencio;
mi silencio es hilo
de este sonoro manantial de ausencia
que acaso me dejaste por olvido...

Sólo me siento solo
porque no estás conmigo.



jueves, 16 de octubre de 2014

Quemá esas cartas (Valseao)



Quemá esas cartas donde yo he grabado

Solo y enfermo, mi desgracia atroz,
Que nadie sepa que te quise tanto
Que nadie sepa, solamente Dios.

Quemalas pronto y que el mundo ignore

La inmensa pena que sufriendo está,
Un hombre joven, que mató el engaño
Un hombre bueno, que muriendo va.

Te amaba tanto que a mi santa madre

Casi la olvido por pensar en ti,
Y mira ingrata como terminaron
Todos los sueños que vivían en mí.

Yo ya no espero que tu amor retorne

Al dulce nido donde ayer nació,
Yo ya no creo que tu blanca mano
Cierre la llaga que en mi pecho abrió.

Y te perdono porque aquél que quiso,

Nunca maldice lo que ayer besó,
Gime y se arrastra sin tomar venganza
Muere, en silencio, como muero yo.

Mas cuando en brazos de otro ser dichoso

Caigas rendida de placer y amor,
Recuerda al menos que has dejado trunca
Una existencia que mató el dolor.

Quemá esas cartas donde yo he grabado

Solo y enfermo, mi desgracia atroz,
Que nadie sepa que te quise tanto
Que nadie sepa, solamente Dios.




jueves, 17 de julio de 2014

Carta que el gaucho Martín Fierro dirige a su amigo don Juan Manuel Blanes con motivo de su cuadro:


El juramento de los treinta y tres:


 

Amigo Don Juan Manuel,
Me alegro mucho que esté
Sano del copete al pié;
Y dispense si en su carta
Algún  disparate ensarta,
Este servidor de usté.

Una suya recibí
Punteada con todo esmero;
Y al verlo tan cariñero
Dije para mí: A este Blanes
No hay oriental que le gane
Como amigo verdadero.

Y aunque me diga atrevido
O que a la luna le ladro,
Como ese bicho taladro
Que no puede estarse quieto,
En todas partes me meto
Y me metí a ver su cuadro.

Por supuesto los diez pesos
Los largué como el mejor,
Pues no soy regatiador,
Y ya entré a ver dispués
Los famosos "Treinta y Tres"...;
¡Ah cuadro que da calor!

Me quedé medio azorao
Al ver esa comitiva;
La miré de abajo arriba
Pero ¡que el diablo me lleve!
Si parece que se mueve
Lo mesmo que cosa viva.

Encima le han colocao
Un sol que valdrá un tesoro:
Lo habrán puesto, no lo inoro,
Como en el naipe español,
Porque habrán dicho esos toros:
"A todos alumbra el sol".

Y esa gente tan dispuesta
Que su país va a libertar,
No se les puede mirar
Sin cobrarles aficion:
¡Si hasta quisiera el mirón
Poderles acompañar!

Para mí, más conocida
En la gente subalterna;
Mas se ve que quien gobierna,
O lleva la dirección,
Es un viejo petizón
Qu está allí abierto de piernas.

Tira el sombrero y el poncho,
Y levanta su bandera
Como diciendo: "ande quiera
Que flamé se ha de triunfar,
Vengo resuelto a peliar
Y que me siga quien quiera".

Le está saliendo á los ojos
El fuego que el pecho encierra,
Y señalando a la tierra
Parece que va á decir:
"Hay que triunfar o morir,
Muchachos, en esta guerra".

Y animando aquella gente
Que á lidiar se precipita,
Mientras se mueve y se agita
Con la proclama del viejo,
Hay uno que dende lejos
Le muestra una crucesita.

Cerca de él, hay otro criollo
De poncho y de bota fina;
Se ve que en la tremolina
Hará agujero si atropella:
Ha agarrao la garabina
Como pa darles con ella.

Al lao, el de camiseta,
Ya deja ver que es soldao;
Está muy arremangao
Como hombre resuelto a todo:
Se le conoce en el modo
Que ha sido algún desalmao.

Hay otro de pantalón,
Tirador bordao de seda;
Que lo resista quien pueda
Cuando llegue a gritar, ¡truco!
Ha echao al hombro el trabuco,
Y se ha metido en la rueda.

De pantalón va también,
Otro de sombrero al lao:
Es resuelto y animao,
Pero de un modo distinto;
Tiene el naranjero al cinto,
Y parece más confiao.

Hay otro viejo gritando
"¡A mí naides me aventaja!;
"¡En cuanto suene la caja
"He de responder al grito!.
Tiene en la mano un corvito
Que ha de estar como navaja.

Ese que esta arrodillao
No me deja de gustar;
Uno puede asigurar,
Que va á decir- cuando hable:
"Todos tienen que jurar
Sobre la hoja de este sable".

Que ha de haber sido algún bravo
En el ademán se advierte,
Y para estar de esa suerte,
Dije yo, lo han elegido,
O por ser más decidido
O por tener bota fuerte.

Me gusta el de casaquín;
Se le nota el movimiento,
Como que en ese momento
Tira su sombrero arriba.
A tiempo que pega un ¡viva!
Medio loco de contento.

Pero entre tanto valiente
Donde lejos se divisa
El que en mangas de camisa
Se hace notar el primero,
Un gaucho más verdadero:
No he visto, ni en los de Urquiza.

Espuela y botas de potro,
Todo está como nacido:
Es patriota decidido,
Se ve que resuelto está:
Para mejor, le ha salido
Medio escaso el chiripá.

En el amor y en la guerra-
En todo habrá sido igual;
Tiene, un trance tan formal
El enemigo en contorno;
Pero no olvidó el adorno
De cola de pavo-rial.

Le adivina la intención
Todito aquel que lo vea;
Para dentrar en pelea
Revela hallarse dispuesto,
Y de fantástico ha puesto
De dragona la manea.

Lleva su ropa y sus armas
Como que las sabe usar:
Con gracia sabe arreglar
Su trabuco en la cintura;
Muestra ser, por la figura,
Sin asco para matar.

Y además de algunos otros,
Me ha llamado la atención
Uno que está en un rincón
Como quien no dice nada:
Se ha largado a la patriada
Descalzo y de pantalón.

Y yo, para mí decía:
Estos hacen lo que deben;
Y varones que se atreven
Con voluntad decidida
A jugar ansí la vida
Tal vez ni cigarros lleven.

Van a libertar su país
Peliando con valentía;
Quizás ni ropa tendrían,
Pero nada los sujeta;
Hasta las mesmas maletas
Están, ay, medio vacías.

La garabina y el sable
Que están tirados allí,
Pensé yo al verlos ansí:
O alguno se ha hecho avestruz
O son de aquel de la cruz
Que los ha dejado aquí.

A la distancia se llevan
El bote los marineros,
Los mesmos que los trujeron
Se retiran apuraos;
Ya se ve, que les hicieron
La compañía del horcao.

Parece que van diciendo:
"¡Ai quedan sin esperanza!
"Y vámonos sin tardanza;
"Si viene fuerza enemiga
"Tal vez ninguno consiga
"Escapar de la matanza".

Yo los hubiera agarrao
A los que el bote se llevan;
Justo es que á todo se atreva
El hombre que hace la guerra;
Cuanto pisaron en tierra
Debió principiar la leva.

No meto en esta coplada
A todos por no cansarlo;
Pero debo confesarlo,
Amigo, y se lo confieso,
Yo le saqué los diez pesos
Al cuadro, tanto mirarlo.

Cuente si son Treinta y Tres,
Si en mi cálculo no yerro;
Con ésta mi carta cierro.
Amigo, me planto aquí,
Ni Cristo pasó de allí
Ni tampoco
                          Martín Fierro.

(Año:1878)

lunes, 2 de junio de 2014

Con la tropilla


(Pintura: Aldo Chiappe)

Al “gaucho” Miguel Maj


Sepa mi amigo que’stoy
firme y como horcón, ¡derecho!
aguantando -como al techo-
éste duro vivir de hoy.
Sabe que senciyo soy,
que nunca ensucié una suelta,
como que’n forma resuelta
siempre’ncaré dando el frente,
pues pa’ mi, pobre o pudiente
no es cuestión que me dé güelta.

Me ha dicho el patrón que piensa
despoblar el puesto mío
dejando el campo baldío
pues pérdidas le dispensa;
pa’ más, y pa’ mi jue ofensa!,
me dijo de la tropiya
que’s mucho, si un hombre ensiya,
el tener tanto cabayo…
Pensé… yo nunca le fayo
y él me cuenta las costiya’.

Que’s mucho lo que hay que andar
sin que’l patrón venga y mande
cuando en un campo muy grande
uno ha ido a puesteriar;
hay que’star pa’ madrugar
cuando es crudón el invierno,
o cuando se hace un infierno
por el calor, el verano…
¡Yo al rigor dende temprano
y él, apuntando a un cuaderno!

Acá uno está distanciao
hasta del casco ‘e la estancia,
carcule la circustancia
si anda de salú embromao;
jamás esiste un feriao
pues siempre hay algo que hacer,
¡si hasta si dentra a yover
algo hay que hacer en las casa’!
…pero eso que a mi me pasa
el hombre… no sabe ver.

L’única plata ‘e valor
es pa’ mi, cada cabayo,
¡si a las monedas detayo
priendidas del tirador!
No doblegaré’l honor
que’s mi más campero orguyo,
y pa’ esos lares me juyo
le confirmo y le adelanto,
si está en pie, lo que hace tanto
jue un ofrecimiento suyo.

Des’ta forma lo anoticio
pa’ que sorpresa no sienta
que me han de arreglar la cuenta
pa’ fin de mes, me malicio.
Viá poner a su servicio
mis años de camperiar,
sé una orden acetar
y el trajinar no me humiya,
pero… ¿dejar la tropiya?
¡Ni muerto podrá pasar!

(25/1/1998)



domingo, 4 de mayo de 2014

Retribuyendo


(Foto de don Pedro Risso)

Para el amigo Pedrito Risso

Como ya no voy sirviendo
ni para tropiar tamberas
amigo Risso, quisiera
que me siga comprendiendo.
No es un capricho el que arriendo
como podrá imaginarlo;
no vé que pa’ conformarlo
apenas me dá el pellejo,
¿qué puede pedirle a un viejo
que monta en pelao’ de marlo?

Pero mucho le agradezco
por su presencia en mi casa
donde muestra a tabla rasa
la amistá que le merezco.
La retribuyo y me ofrezco
sin mañas ni vueltas de anca
y me tiendo en forma franca
que las mulas y el amigo
con un sostenido digo
se prueban en la barranca.

Busco otra noche oportuna
pa’ saludarle y de paso
embramarlo en un abrazo
cerrao como cerco ‘e tuna;
porque a esa nube lobuna
que está empañando mi mal
le viá pedir un casual
como a manera de ruego
pa’ que nos junte en un juego
y allí dejar el tendal.

Por aura no le hago trato
pues una fuerza mayor
me atora con un  dolor
más fiero que caldo ‘e gato.
Pa’guantar ese barato
me está sobrando coraje
pero de tanto brebaje
y tanta droga ingerida
voy quedando en la partida
lo mismo que vaca en viaje.

Pa’ cerrar las oraciones
con tanto lamento al ñudo
le viá dejar mi saludo
envuelto en estimaciones.
Anude mis expresiones
pa’ sus décimas tan bellas,
que usté certifica y sella
con el criterio más sano,
y apriete fuerte una mano
que va el corazón en ella.

sábado, 22 de marzo de 2014

Los dos picazos overos


(Pintura: Aldo Chiappe)

1

Mi güen amigo Cisneros
le’scribo de anticipao
pa’ contarle l’he amansao
los dos “picazos overos”;
los he domao con esmero
bien a la usanza campera,
seguro, probarlo’espera
y verlo -un lujo sería-
manejarlos con maestría
trabajando por Las Heras.
2
Llegaron desde Las Flores,
los envió Don Sebastián,
amigo de aquel Froilán
que conocí por Dolores;
son dos y de los mejores
que pisaron por la estancia,
compadrones, con prestancia…
más elogios, no derramo.
¡Parecen pintaos por Ramos
por su estampa y elegancia!
3
Al traerme los baguales
dentré a puro maneador
a quitarles el temor
y las cosquillas sacarles;
las maneas colocarles
y luego el siguiente paso:
bozal y bocao pa’l caso
más un cabresto largón,
enderecé’n dirección
ande’staba mi “picazo”.
4
En un “bayo”, juguetón
Martín andaba esperando
y “El Poli” Rossi ensiyando
mi “picazo” en el galpón;
Gualtieri, pa’ la ocasión,
iba poniendo el asao
y López, en un costao
el cimarrón ensiyaba
mientras que yo acomodaba
las pilchas de mi recao.
5
“El Poli” salió adelante
y yo, largué por atrás,
el primero salió en paz,
el otro un poco picante;
como a ocho metros distante
Martín estaba observando;
y al sacarlos disparando
le agarraron las orejas,
mientras largaba unas quejas
la boca le iba tirando.
6
Después, un poco de sal,
les coloqué en las encías,
dejándolos cuatro días
pa’ no formarles un mal.
Al tantiarlos por igual
comencé con los galopes,
mientra’el cabresto, a los toques
a las patas sacudía.
No se sabe si algún día
el lazo, no los provoque.
7
¿Pa’ que seguirle contando…?
¡Usté lo sabe aparcero!
mucha pierna, y por entero
el cuerpo le fui hamacando.
Hasta los fui acostumbrando
con el poncho galopearlos
porque si al acariciarlos
se le de por juguetear
y no sea que al lloviznar
de a pie, me lo vean dentrarlo.
8
Completos los he dejao
mi güen amigo Cisneros,
pa’l desempeño campero,
con título de abogao.
Cosas que me han enseñao
las charlas en el fogón
y dejo, aquí, en la ocasión
del maestro el nombre puesto
y en el encerraré’l resto:
¡Don Juan Carlos Marañón!

domingo, 8 de diciembre de 2013

Mesiva: "La respuesta"...

  • (Pintura: Ángel Della Valle)

    Recibí con fecha trece tu sentimental cartita
    y te juro que al leerla lagrimié, no soy tan cruel,
    vos también al escribirla le has echo el gusto a tus ojos,
    por que es claro que con llanto está manchado el papel.

    Yo estoy firme en mi capricho, como tala en las cuchillas,
    ya se agotó la cachimba que emanaba con pasión,
    no me hacen meya los males ni el más cruel de los dolores,
    tengo como piedra e´bola retobado el corazón.

    Me dices que injustamente me atravesé en tu camino,
    vos también cruzaste el mío, solo soy culpable yo,
    iba al trote en mi destino, por senderos de la vida,
    se me atravesó un cariño embustero y me engaño.

    Razón tuve para dejarte, te aguanté tres años largos,
    bien sabes que te quería, no te pude tolerar,
    me tiró del poncho el nene, no te dejé antes por eso,
    pero los flecos del poncho se empezaron a cortar...

    Soy joven y sin embargo varias canas me han salido,
    porque en el cinto de mi alma te llevo a vos y al gurí;
    antes sufrí no lo niego, porque por eso eh venido,
    pero después que me vine otro tanto mas sufrí.

    Muchas de esas noches largas, en el galpón de alguna estancia
    sobre el recado muerto de sueño y cansancio me acosté,
    y después de muchas horas, sin poder dormir de frío,
    bajo el viejo poncho pampa por ustedes dos lloré....

    En el yugo del matrimonio nos unió a lazo el destino,
    nos movimos recuartiando, dele y dele peludiar,
    es inútil afirmarse hay que tirar muy parejo
    para llevar por buen camino la carreta de un hogar.

    Embriagado en el aroma, del amor nos encontramos,
    no supimos comprenderlo, nos perdimos sin pensar,
    para tomar un rumbo cierto, hay que hablar con la experiencia,
    y sin su consentimiento, preferible no rumbiar.

    Educa nomás al nene, yo te alcanzaré algun peso,
    la escuela abrirá sus ojos ya que nadie los abrió
    que no sufra injustamente los errores de nosotros
    que no sea el pobrecito como vos y yo...

    Mientras haya en las estancias baguales de clinas largas,
    quizás no me falte un peso para poderte remediar,
    pero dejame acá lejos, que nadie sepa que sufro,
    pues llorando bajo el poncho, no me pueden ver llorar...

miércoles, 30 de mayo de 2012

Carta a mi amigo


Carta a mi amigo Andrés Eduardo Gromas

De los meses el menor
ya de su fin en el borde,
en el campo e Errecaborde
año del Libertador.
Después de poner Señor
pongo Andrés Eduardo Gromas
que aunque no estoy para bromas
el humor no pierdo al ñudo
te mando aquí mi saludo
perdoná puntos y comas.

Hace ya cerca de un mes
que sacando papa estoy
y pa la ciudá no voy
ni me escapo dos por tres,
por eso te escribo Andrés
con el fin de relatarte
u más o menos contarte
lo que aquí va sucedido
porque hasta aura no he podido
ni llegar a saludarte.

Hemos hecho una contrata
y aunque es nada más que un pucho
si uno se deja estar mucho
el asunto se dilata,
y el que quiera ganar plata
cuando por tanto trabaja,
como pronto el sol se baja,
no se ha de quedar dormido
y andar a tranco tendido
si quiere sacar ventaja.

Damos madrugones tales
que hay que prender el farol
y cuando aparece el sol
pòr las puertas orientales
ya a esa hora a los animales
se les ha asentao el pelo
y ya ha comenzado el duelo
del maquinista y nosotros
que ata chuzos como potros
con las colas por el suelo.

Aunque a veces se descansa
un rato pa resoyar,
si nos dejamos estar
la máquina nos alcanza.
Si rinde, poco se avanza
con las maletas cargadas
y los otros camaradas
pronto encima se nos vienen;
si vieras cómo me tienen
las hormigas coloradas.

Aunque hace tiempo que me ando
en campamentos y carpas
a dormir en las cacharpas
ya me estoy acostumbrando,
es lindo de vez en cuando
vivir un tiempo a potrero.
Resulta que cocinero
no se pudo conseguir,
y a veces me toca dir
a hacer de comer primero.

En la carpa en donde acampo,
enciendo un fuego infernal
y un puchero colosal
hago en llegando del campo.
Todo junto allí le zampo:
la carne, el agua y la papa;
después le pongo la tapa
y está hecho en cinco minutos,
en estos trabajos brutos
todo se hace de una etapa.

Y ya después que almorzamos
entre bromas y chacotas
nos esperan las gaviotas
y pa la melga agarramos.
La cincha nos colocamos
y empezamos enseguida;
suavizongo de movida
damos algunas güeltitas,
juntando algunas papitas
pa ir trabajando la comida.

Después que el sol se ha dentrao
en un horzonte que arde
cuando agoniza la tarde,
y la jornada'a acabao,
si alguno viene cansao
niinguno se muestra flojo
nos brilla el blando del ojo
que es la única parte clara
pues traimos negra la cara
con la tierra del rastrojo.

Mientras la noche carnea
la vaca del horizonte
noto en el cercano monte
que ya ni un ave gorjea.
Lejos un perro torea
y contemplo a la oración
peyiscar un mancarrón,
sobre un palo una lechuza,
explorando la extensión.

Pa la cena hacemos guiso
cuando no se hace estofao,
ahí lo hacemos apurao
entre todos, de improviso,
y en un banquito
me siento mientras mataeo
y enconteces ya está hecho el fideo.

"A comer" grita un paisano,
y, como ninguno arrolla,
ya enderezamos pa l'olla
con los platos en la mano.
Ya busca algún veterano
de las doce alguna presa
u para ajuera enderieza
quien primero se ha servido.
YO ya soy un convencido
que el esuelo es la mejor mesa.

De vez en cuando un churrasco
se hace pa diferenciar
y pal garguero mojar
no suele faltar el frasco,
al que nadie le tiene asco,
porque empieza el "sirvase"
"No, primero tome usté
y güenos, el trabajo obliga
vos sabés que la fatiga
es hermana de la sed.

Ya nos va quedando poco,
la lucha ha sido continua.
Entre el abrojo y la quinua
me han tenido medio loco.
Y te diré que tampoco
ando bien de una paleta
es que tirar la maleta
no es comida pero enyena
aunque es una changa güena
una campaña completa.

Es ley pal que nace pobre
tener que agachar el lomo.
De otra manera no hay como
siendo honrao, ganar un cobre
no es porque el tiempo me sobre
que he destapao el tintero.
¿Es que a cáido un aguacero
que trabajar nos impide.
Y con esto se despido
de vos, tu amigo

Luis Berho.

martes, 22 de mayo de 2012

Quisiera escrebirte (Valseao)


Quisiera escrebirte,
pero tengo pena,
porque sé que un pobre
papel borroneao
no hay tener la juerza
de hacer que se dueble
tu capricho ’e fierro
o hacer que se ruempa.

Quisiera escrebirte
que te quiero mucho,
que sé que sos buena,
que te he soñao mía,
que me hey sentío tuyo
pa’ la vida entera.

Quisiera escrebirte,
la mano me tiembla,
y por la ventana
de mis ojos mansos
se salen pa’ juera
como disparando
del fuego ’e mi sangre
lágrimas que queman.

Quisiera escrebirte,
pero tengo pena
de largarla a solas
con sus arrebatos
y con sus tristezas
a esta carta mía,
pedacito ’e mi alma,
que golpie en tu puerta.

Quisiera escrebirte,
pero me asujetan
la garra ’e la pena
y una voz del viento,
dispacio me sueplan:
«No mandís la carta
que si la reciben
es para reírse de ella".

No mandís la carta
que si se dan cuenta
que va en esa carta
un pedazo ’e tu alma
llorando de pena,
la dejan que siga,
que siga golpeando la puerta».

lunes, 21 de mayo de 2012

Padre gaucho

(Foto del autor del verso: don Roberto Sánchez)


M'íjo, esta carta le escribo,
más bien...se l'ágo escribir
y lo que quiero decir...
me lo apunta acá un amigo,
y yendo al punto le digo
que me enteré con agrado
que terminó el 6° grado
- y va´ser un hombre instruido
como premio merecido
una yegua le he comprado.

Es de pelo doradilla
de cinco años cabos negros
muy cuidada por su dueño,
lo mejor de su tropilla
suave como la gramilla
y armadita, tiene genio
se que le quitará el sueño
pensar en verse montao
va además con un recao
bien cortito a lo sureño.

Además debo " albertirlo"
que viá dejar esta estancia
por que esperaba con ansia
otro puesto prometido
es por eso que le digo...
pronto al Azul llegaré
así que prepárese
pa ver esa maravilla
- al tranco en su doradilla-
escarciando yegaré...

--------/-------
Bueno míjo ésta es su yegua,
desensiye con cuidao
que es buena lo ha demostrao
guapiando las ocho leguas
que si bien l'é dado tregua,
nunca me gustó apurar
y menos hacer cansar
hasta que saque la lengua
solo le aflojé las riendas
para hacerla galopiar.

Después que un rato descanse
llevelá a calmar la sed
y siempre acostumbresé
a hablarle pa que se amanse...
Átela bajo esos sauces,
dele un baño ligerón
y después de un revolcón
cuando al potrero la largue
bueno... se está haciendo tarde
voy a refrescarme yo.

Fíjese en esa maleta
que quedó allí arrinconada,
hay una paleta asada,
junto con unas galletas
hagamoslé un dentre, ¡¡ meta !!
que después de churrasquiar,
al ponernos a matiar
conversaremos tendido
de cosas que han sucedido
también de las que vendrán.

El tiempo se fué pasando...
lo recuerdo con nostalgia
mi padre ya en otra estancia
se encontraba trabajando,
ahora que estoy recordando
en los fines de semana
bien temprano a la mañana
apenas el sol salía...
al campo me dirijía
sabiendo que me esperaban.

Que lindos tiempos aquellos,
edá, en que no hay que pensar
y si había que trabajar...
travesiando yo lo hacía
pero lo que más quería
era mi yegua ensiyar,
con ella el campo ganar
con dos perros que tenía,
fueron mi gran compañía
en tan hermoso lugar.
------------------------------
Poco tiempo tuve Padre,
de tener tu compañía,
pero en la memoria mía
estarás junto a mi Madre,
un día el destino nos abre
el vuelo, alzó tu pichón
y hoy,....digo con emoción
al celebrarse tu día....
seguirás siendo la guía,
que anime mi corazón !!!

-Azul, año 1952.-

Con una carta en la mano

(Pintura: Hernán Rapela)

Ya dos meses que ha partido
y faltan dos pal regreso
con tal de ganar un peso
no interesa el recorrido.
Hoy un descanso ha tenido
y va junto a su hermano,
a verlo al escribano
del escritorio'e la estancia,
les acorta la distancia
con una carta en la mano.

Dice: -"Queridos hermanos
"desde acá yo les deseo,
"les haya ido bien el arreo
"y estén contentos y sanos.
"Les diré que, de las manos
"al rosillo, hemos curao;
"ya arreglé el alambrao,
"nacen muchos corderitos,
"y..., en dos lotes los maicitos
"con el Juancho hemos juntao.

"Les diré que la ovejera
"seis cachorros ha tenido,
"tres terneros hemos vendido,
"compramos otra lechera;
"Don Funes otra carrera
"ganó con el zaino tuerto
"Ah! ya me olvidaba, cierto
"otra noticia importante
"que me olvidé contar ante:
"les diré que MAMÁ HA MUERTO!..."
..............................

El sol se eclipsa al momento,
una carta se va al suelo,
hay dos hermanos de duelo
y la frase: "lo lamento,
lo acompaño el sentimiento".
Ya no pueden arriar más,
volverán ahora nomás
con su tropilla entablada.
-"¿Y de qué murió la finada?"
se pregunta el capataz...

Se eclipsó tanta belleza,
suenan triste los cencerros
y el ladrido de los perros
vienen sonando a tristeza,
el capataz con firmeza
les recomienda ser fuerte:
lamenta la mala suerte
y busca con los hermanos
ya con la carta en sus manos
un pormenor de esa muerte.

Y leyendo al otro lao
de ande decía "MAMÁ HA MUERTO:
"...EL BURRITO, QUE POR CIERTO
"LA MANO SE HABÍA QUEBRAO
"Y LA CARNE PREPARAO
"JUNTO CON LOS TRES CAPONES
"VIERAN!: COCINA Y GALPONES
"DE NUESTRO RANCHO PETISO
"LLENO DE SALAME Y CHORIZO
"Y TAMBIÉN, VARIOS JAMONES!!!"


lunes, 23 de abril de 2012

Palabreos pampas

(Pintura: "Capataz" de Federico Reilly)

A don Amadeo Desiderato
EL CAPATAZ


No he de dar un tranco atrás
aunque la suerte matrera
me dentre apretar bajeras:
-no al ñudo soy montarás-
Le escribo ésta al Capataz
y no se ufienda, si digo,
que puede contar conmigo
pa cualesquier entrevero,
y que ande usté deje el cuero
sabrá dejarlo este amigo.

Amigo dije... ¡Amalaya!
quisiera mi buena estrella
toparme siempre en la güeya
con varones de su laya.
Sé cuanto mide su taya
del chambergo hasta los pieses,
lo sé hombre sin dobleces
ni mezquindades ninguna,
lo sé escaso de fortuna
pero rico en altiveces.

Pobre y altivo... quien luce
ese don como penacho
difícil es que otro macho
le pueda salir al cruce.
En lo parejo del tuce
se ve el filo'e la tijera,
y aunque parezca soncera
esta verdad no le asombre:
quien se aprecia de ser hombre
hace pata-ancha ande quiera.

Lo sé güenazo y senciyo
por donde quieran tantearlo,
pero ardedor como marlo
y guapo como cuchiyo.
Sé que pa darle al colmiyo
el gusto, en cualesquier fuego
se le atraca al primer ruego
y entra a pegarle sin asco,
y sé que también el frasco
se priende si se da el juego...

Sé que usté no se calienta
ni ensartao a un asador,
pero eso sí roncador
como trueno en día e tormenta.
Lo conozco por las mentas
y lo sé noble y sincero,
lo sé todo un cabayero
sin vuelta de hoja ni embroyo,
como le cuadra al buen crioyo
versiador y guitarrero.

Disculpe el alabanceo
que le hago sin conocerle,
pero quiero agradecerle
su recuerdo y su apreceo.
Mi intención y mi deseo
fue cantar... mas, no han podido
mis dedos entumecidos,
darle acento al diapasón.
Soy como pato silbón
que me gasto en un chiflido.

Yo nací pa ser boyero...
por eso mi tranco es largo:
descanso cuando un amargo
le hace buya a mi garguero.
Usté me nombró puestero
y acepto su ofrecimiento,
mas, si no doy cumplimiento
déjeme libre el camino,
que acuestas con mi destino
he de seguir mi andamiento.

Adiós, pues... y hasta más verlo,
que pronto se cumpla el plazo
pa que en un encontronazo
se me ofrezca el conocerlo.
Que no deje'e protegerlo
con su gracia el Hacedor
a quien es merecedor
por güeno, leal y paisano
y vaya esta... la mano
de un seguro servidor.

Su aparcero
Enrique Uzal

jueves, 19 de abril de 2012

Carta a un hermano preso

(Pintura: "La mujer del preso" por Palliere)

Hermano con que motivo
pongo en tus manos esta carta,
de mi cosecha la cuarta
que en este tiempo te escribo.
Sabes del amor cautivo
que guardo en mi corazón
y apelando a esa razón
quiero hablarte sin engaños:
hoy que se cumplen dos años
que estás metido en prisión.

Primero, como si fuera
una flor para tu reja,
llegue el beso de la vieja
que eternamente te espera.
Sufre tu ausencia y venera
que Dios le brinde la suerte
De ponerse pronto fuerte
porque a sus años preciso
que un doctor le de permiso
para poder ir a verte.

Y ya te paso a contar
que Rosaura tu mimosa
está tan grande y hermosa
que en el pago da que hablar.
Luisito empezó a estudiar
con tanto orgullo y amor,
es que ha jurao por su honor
que cuando salgas de preso
él va a esperar tu regreso
recibido de doctor.

Vieras el cuzco, tu sombra
que de mi lao no se aleja
como para las orejas
si en la casa se te nombra.
Y a mas de un presente asombra
si con marcada intencion
le pregunto: “¿y el patrón?”,
él sale de rabo alsao
a hecharse junto al recao
que siempre esta en el galpón.

Y aquél potrillo "Tormenta"
que dejaste redomón
lo terminó Don Zenón,
que bien conocés sus mentas.
Asi que evitá la cuenta,
pues la cifra se da sola
y a mí que de carambola,
me gusta andar bien montao,
te lo tengo a mi cuidao
redondo como una bola.

Tu recado dominguero
luce también mi cuidao
junto a los ocho gateaos
que no caben en el cuero.
Ni que hablar del rancho entero
que aunque decirlo no debo,
en varias tardes sin cebo,
dale barro y pasto fino
con la ayuda de un vecino
lo hemos dejao como nuevo.

Tu rastra y el tirador,
también los tengo conmigo
y están en casa al abrigo
de mi protección mayor.
No el facón que fue el autor
de tu más negro traspié,
con el del muerto a la vez,
según dijo el comisario,
están sujeto al sumario
por orden del propio juez.

Y ya que he soltado el lazo
pa´tu gobierno te digo
que un abogao muy amigo
se ha hecho cargo'e tu caso
y que al rastrearle los pasos
al finao, le halló el doctor,
otro baruyo anterior
que defina su calaña
y que usándolo con mañas
van a hablar en tu favor.

Ya ves que de cosas buenas
para escribirte me valgo
y espero que sirvan de algo
para aliviar tu condena.
Cuando mas se hurga una pena,
la pena mas nos rebalsa
y a veces aunque lo ensalza
la vida a aquél que trajina
le suele poner espinas
pa´ ver las botas que calza.

Por eso tengo el deber,
aunque por ahí te incomodo,
de hablarte en nombre de todos
de Angelita, tu mujer...
Yo se que su proceder
fue la causa de este asunto
y que hubo llegao al punto
su acción que al final nos deja
un hombre bueno entre rejas
y otro en tierra de difuntos.

Es que somos los mortales
tan difícil de entender...
¡Cómo podemos querer
y odiar en formas iguales!
acarreando nuestros males
a quien mas se suele amar
y luego al reflexionar
sobre el error cometido
lloramos arrepentidos
sin poderlo remediar.

Pero hay otros que concientes
del dolor ocacionao
dejando el pudor de lao
se yerguen como valientes
y parado frente a frente
del ser que se mansilló
su pecho abierto ofreció
para pagar enseguida
si es preciso con la vida,
el paso en falso que dió.

Hermano puedo jurarte
que tu esposa es una de esas
que con valor y entereza
quiere su deuda pagarte.
Por eso es que quise hablarte
sin meterme a redentor
pero sabé por favor
que esa mujer a lo hombre
vive lavando tu nombre
con su sangre y su sudor.

Con músculo de titán
a la mancera se aferra
haciendo harina la tierra
con la reja de su afán.
Abunda en su casa el pan
que amasa con devoción
reluce cada rincón
de la casa y tus pichones
parecen dos charabones
bajo el calor de su olor.

Cada peso que ha forjao
con el yunque de su mano
es el pago cotidiano
del campo que habías comprao.
Ingiere los alambraos
que protegen la majada,
afila en las madrugadas
las púas de las horquillas
cuando convierte en gavilla
la rubia avena cortada.

Tal vez te cause sorpresa
si la vieras de repente
Con una sombra en la frente,
mezcla de culpa y tristeza
pero muestra con fiereza
cuando su puño esgrimido
pone alerta al distraído
que ronda en forma risueña
como buscando hacer leña
del árbol que está caído.

Hermano quede mi abrazo
en esta carta sentida
que al llegar la despedida
se haga temblor en sus trazos.
Mientras se queda un pedazo
de mi alma en tu soledad
ruego al Dios de la bondad
para que logre su don
que la palabra "perdón",
corone tu libertad.

Carta de un amigo preso



He recibido una carta,
de mi amigo el que esta preso
el que se expresa en palabras
conmovedoras por cierto.
Él siempre siguió al cantor,
desde hace mucho tiempo,
cuando mi canto solo era
para pocos en el pueblo.

Solía ir con una niña,
un sol, un ángel, un sueño,
que escuchaba atentamente
cada uno de mis versos.
Y me invadió la tristeza
saber que el padre esta preso:
"¿Quien llevaría a la niña
a ver al cantor del pueblo?"...

Y un día me llegué a verla
para saber, por supuesto,
qué angustia y qué tristeza
le conmovían su pecho.
Y al enterarse su padre
me escribió y desde ese momento,
he guardado para siempre
cartas de mi amigo preso.

Donde dice que la luna
se escondió hace mucho tiempo,
donde la noche es mas noche
y hasta duelen los silencios...
Y me comentó que al sol
lo ha podido ver de lejos,
rayitos que por el patio
anduvieron de recreo.

Desde entonces yo no quiero
pájaros en cautiverio,
ni el zorzal ni la calandria,
ni el cardenal ni el jilguero.
Cada vez que veo una jaula
me trae un triste recuerdo
y corro... y corro a leer la carta
que me envió mi amigo preso.

martes, 13 de marzo de 2012

Las quejas del capataz

(Dibujos: Esteban Diaz Mathé)

En esta carta, patrón,
mucho le quiero decir,
por más que yo pa escrebir
tuve muy poca estrución.
Hallará en cada renglón
las letras muy desparejas,
pero me arden las orejas
por algo que ha acontecido,
y como siempre he cumplido
hoy le presento mis quejas.

No se trata de los piones
ni es del sueldo que me quejo,
sinó porque de reflejo
me empujan otras razones.
Es que en muchas ocasiones
usted probó mi constancia,
y aura ya mi tolerancia
se volcó pa el lao contrario
dende que un veterinario
nos ha mandao pa la estancia.

Aquí se ríe el que entienda
-y tienen razón de más-
porque no han visto jamás
tráir un dotor pa la hacienda.
Animal que el hombre atienda
pa darlo un tanto curao
lo tienen un tiempo encerrao,
y acá, don Luciano Antelo,
con solo nombrarle el pelo
cura cualquier abichao.

A mí no puede enseñarme
camperos conocimientos,
y sin embargo hay momentos
que ha querido repecharme.
Hoy nomás, pa no enojarme,
al verlo medio encrescpao
le dije que yo he luchao
y el campo me ha envejecido,
mientras él hubo aprendido
en un colegio encerrao.

No hubo sarna en las majadas
en los veinte años que estoy,
y le he tenido, hasta hoy,
sanitas las novilladas.
Las diferentes manadas
parecen de exposición,
y hasta con lujo, patrón,
las tropillas se han cuidao,
porque andando bien montao
rinde más cualquier peón.

Ansí, pa evitar tormentas,
es urgente y necesario
que saque al veterinario,
de nó, me arregla las cuentas.
Y aura con frases atentas
poniendo el punto final
reciba en forma cordial
un saludo bién campero
de Juan Cirilo Romero,
- su capatáz general-.



viernes, 9 de marzo de 2012

Noticias para un amigo

(Pintura: Rodolfo Ramos)

Amigo Claudio Arenas:
aquí esta carta le escribo
buscando solo el motivo
de darle noticias buenas.
Me hice cargo de sus penas
por su lobuno, mi amigo,
pero hoy contento le digo
que como Dios me alumbró
el pingo que me encargó
lo hallé y lo tengo conmigo.

Me fui ayer de galopiada
rumbiando pa el puesto viejo
pa que vaya mi azulejo
pelechando en la sudada.
En el boliche de Andrada
me bajé pa alzar tabaco,
y al rato, un paisano flaco
tantiándose el tirador
se atracó hasta el mostrador
escupiendo a lo guanaco.

Dejó un lobuno maniao...
y al verlo olfatiando un yuyo
conocí al caballo suyo
en los datos que me ha dao.
Le hablé al hombre con cuidao
pa no aplastar el pastel,
diciendo que el pingo aquél
del campo se había salido
y ansí se le había perdido
sin saber más nada de él.

Le dije que era un regalo
y no sé que otra soncera,
queriendo de esa manera
buscarle la comba al palo.
Medio con gestos de malo
entró el hombre a refalarse
sin reparar en los medios
lo apuré con los remedios
cuando quiso encocorarse.

Le hice una tantiada fiera
pero el hombre ni mosquió,
ni menos me cabrestió
al convidarlo pa afuera.
Yo no he sabido quien era
ni nunca le vide el pelo,
por eso sin más recelo
al flete lo desmanié
y allí lo dejé de a pié
con el recao en el suelo.

Bueno, mi amigo, al lobuno,
como lo ha de precisar
se lo quiero hacer llegar
ni bien me quede oportuno.
El jueves sale don Bruno
en viaje pa "La Capilla"
y como pasa a una orilla
del campo de los Vasallo
le va a llevar su caballo
mesturao con la tropilla.

sábado, 3 de marzo de 2012

Versitos pa'l Chueco Fangio



Te escribo en papel sellao
porque así se lo merece
este contento que crece
por la lucha que has ganao.
Con el suelo jabonao
con rezos pa que volqués;
con gualichos y payés
con tal de verte vencido,
pero al final han perdido
"aquellos" que vos sabés.

Te jugaste con "lo tuyo",
en un glorioso final;
yo estaba allá, en el piegral,
oyendo cantar coyuyos.
Pero, Chueco, hasta los yuyos
gritaron en tu favor!
a nuestro argentino honor
lo salvaste con tu fuerza
y quedó muda la mersa
cuando te vió ganador.

Es al cuete compañero...
la clase siempre se impone.
El que tiene hormonas, pone,
y siempre llega primero.
Alguno se juega entero
con el caballo pintao,
tiene diarios pa su lao
y una ristra de alabantes,
pero sólo es importante
aquél que Dios ha marcao.

Pero no hablemos de penas
que es mal que todos sufrimos;
aquellos que más quisimos
de indignos, nos encadenan.
Seguí tu ruta serena,
fierro a fondo, y alma clara;
y no te parezca rara
la diatriba de los malos.
¡Agarrá el lao de los palos
y a mal tiempo, buena cara...!





Enero 30 de 1954

martes, 22 de noviembre de 2011

Pa' "Entre los talas"

Al amigo Héctor del Valle,
buen poeta y buen cantor

Güen paisano Héctor Del Valle
-hermano de güeya y causa-
viá escrituriarle sin pausa
mientras que'l saber no faye.
Pa'ubicarlo va el detaye
que a la misiva le abrocho:
La Plata, julio veintiocho
del ochenta y seis, güen año,
pero a causa'el frío tamaño
'tan mis dedos medio mocho.

Acá'ndo engolosinao
con el decir de sus versos,
y esos sucesos diversos
me tienen cuasi almariao:
¡si "El Pangaré de Calfiao"
parece que anda en mis venas!
Hay letras que'stán muy güenas:
pa' "El boyerito", mis flores,
"Sabores y Sinsabores"
van "Repechando mis penas".

"La muerte de Juan Canales"
tiene pesares que'nanco
y está en "Aflojando el Tranco"
un lamento'e totorales;
pero no esisten los males
que le apaguen la guitarra,
"Por darle mucho a la farra"
no habrá de acayar su canto
porque de acá lo agiganto
diciéndole: ¡tiene garra!

Reconocí en los nombrao
de "Homenajeando a un Resero"
a un paisano muy campero
que se yamó Juan Tirao;
estoy bastante ayegao
a esa familia gauchasa,
y ya que de tiro pasa
el ricuerdo, de su mano,
le digo: murió el hermano
-Don José- crioyo de raza.

Pa'mi gusto a la tropiya
que "Entre los Talas" pastea
le falta un compuesto, vea,
que de por sí solo briya;
es una letra que oriya
al tranquito, un campo flor,
y es mi opinión, si señor,
que tiene mucha valía,
le'stoy nombrando a "Echuría"
pa'mi, ¡de marca mayor!

Anda en la güeya de Risso,
de Menviel y de Charrúa...
¡Si hay un pasao que garúa,
ayer, del suelo que piso!
Lo pongo en el compromiso
que siempre flamiando yeve
ese sentir que no debe
¡ni un jeme ceder... yo digo!
Va el abrazo de su amigo
del puesto "El Sesenta y Nueve".

(29/07/1986)

viernes, 16 de septiembre de 2011

Mala suerte

Mi buen amigo Zampayo
aquí esta carta le escribo
y con tristeza le digo
que se le ha muerto el caballo.
Calculo lo mató un rayo
en la tormenta pasada,
de raro no le ví nada,
ni herida ni estaba inchao
tan solo lo hayé tirao
cerquita de la alambrada.

Me tendrá que perdonar
si de apurao me bandié,
pues las botas le saqué
sobre el pucho y sin pensar.
Ya las empecé a sobar
y por lo que puedo ver,
aunque usted no quiera creer
yo le aseguro Zampayo,
que pal 25'e Mayo
se las va a poder poner.

No crea que fue senciyo
entrar a cortarlo al ruano,
aunque soy hombre baqueano
me entró a temblar el cuchillo.
Cerca de unos duraznillos
lo termino de enterrar,
sólo lo quise salvar
de los perro o los caranchos
y la angurria del algún chancho
que se me suele escapar.

Yo se que lo que ha perdido
mucho lo va a entristecer,
porque su pingo a mi ver
era de los elegidos.
Recuerde que fui testigo
cuando lo empezó a amansar,
yo lo supe amadrinar
el día que usted lo montó
¡qué jineteada se echó,
no es cosa para olvidar!

El día que usted prefiera
alleguesé a ver mis tropillas,
que sin ser de maravilla
podrá elegir el que quiera.
La madrina es una overa
de pelo zaino bragao,
el resto son colorao
y es de cuento muy parejo
atráquese le aconsejo
y volverá bien montao.

Y ya mesmo me despido,
Zampayo hasta que Dios quiera,
está abierta la tranquera
pa recibir a un amigo.
No vaya echarme al olvido
y yeguesé sin tardanza
me ilusiona la esperanza
de ver su estampa campera
con un abrazo lo espera
su aparcero Alberto Danza.