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martes, 15 de septiembre de 2020

Salmo en la enfermedad (Salmo criollo: 101/102)


Cuelgo este salmo para rezar gauchamente por todos los enfermos del coronavirus, especialmente por el paisano y aparcero Guillermo "Willy" Ponti por quien pedimos una pronta recuperación.



1. 
Te pido que me escuchés
que atendás a mi clamor;
no escondás tu resplandor
en el día del nublado.
No te hagás el olvidado:
¡escuchá mi invocación!

2.
Mis días son como el humo,
soy ceniza del fogón;
por dentro, a mi corazón
lo ha secao el padecer,
me olvido hasta de comer
encerrao en mi prisión.

3.
Yo soy como el avestruz
que vive en la soledá, 
igualito que el chajá
cuando pierde su pareja,
se la pasa a pura queja,
sin encontrar amistá.

4.
Mi pan ya no tiene gusto, 
con lágrimas lo he mojao
porque Vos te has enojao
me azotaste contra el suelo.
Las sombras cubren mi cielo,
como pasto me he secao.

5.
Vos siempre reinás, Señor,
y tu recuerdo perdura;
Vos mirás la desventura
que está sufriendo tu gente
y has de hacer que finalmente
se suelten sus ataduras.

6.
El recuerdo del pasado
nos revuelve la memoria;
los pueblos cuentan la historia
de nuestra liberación.
¡Escuchá nuestra oración
que se vuelva a ver tu gloria!

7.
Perdurará en el recuerdo
del pueblo que nacerá:
"El Señor tuvo piedá,
nuestro Dios nos ha mirado,
los cautivos ha librado,
nos ha dao la libertá".

8.
Tendremos de nuevo patria,
herencia que nos prolongue,
para cantar tu renombre
que es tema de nuestros versos
al reunirse el universo
para dar culto a tu Nombre.

9.
Ya voy perdiendo el resuello,
mi melga se ha de acabar, 
dejámela terminar, 
que el tiempo pa Vos no cuenta:
¡dejá madurar la menta
si la querés cosechar!

10.
Mientras tu tiempo es eterno
sin mojones ni fronteras
el cielo y la tierra entera
van cambiando de pellejo:
¡el cojinillo que es viejo
termina de sudadera!

                                         ¡Los hijos de tus amigos
                                          para siempre han de durar!

miércoles, 2 de octubre de 2019

La cautiva (Salmo criollo: 136/137)

(Pintura: Évariste Vital Luminais)


1
A la orilla de un arroyo
acurrucad en el suelo,
y llorando sin consuelo
añoraba yo mis pagos
sin encontrar ni un halago
pa'consolar mis desvelos.

2
Mi guitarra la colgaba
de un triste sauce llorón,
y los indios del malón
sin saber enterncecerse
pedían pa entretenerse:
"cristiana, canta canción".

3
"Ponete alegre, cautiva,
cantá canción de cristianos"...
pa que olvidara el lejano
pago donde yo naciera.
¡Pero si así yo lo hiciera
que se me pudra la mano!

4
¡Que se me quede pegada
la lengua a mi paladar,
si me llegara a olvidar
del pagon donde nací,
de la tierra en que viví
y a la que siempre he de amar!

5
Acordate, Tata Dios,
del que en aquella ocasión
cuando se vino el malón,
no nos quiso socorrer
y nos dejó perecer
sin tenernos compasión.

6
¡Bendito el que Dios envíe
y nos venga a liberar!
Ese día ha de pagar
al que ahora nos oprime
arrancándole las crines
en pago de su maldá.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Salmo de anochecer (Salmo criollo: 4)


(Foto: Eliseo Miciu Nicolaevici)



1. Escuchaste mi llamado
porque mi causa era justa,
y al embretarme la angustia
contestaste a mi cencerro,
como contestan los cerros
a la voz del que pregunta.

2. ¿Hasta cuándo el hombre zonzo
galopiará tras el viento
enlazando pensamientos
de mentira y vanidá?
¡Es que Dios con su amistá
no es cosa de arriar con tientos!

3. Que sepan que Dios me oye
y mi pedido ha escuchado,
y al dormirse en su recado
mediten ellos mi ejemplo
debajo de ese gran templo
que forma un cielo estrellado.

4. Pero quizá hay quién se diga;
"La alegría no es pa mí,
yo soy un pobre infeliz,
su luz ya no me ilumina".
Pero yo sé que El camina
a un paso detrás de mí.

5. El Señor me puso dentro
una alegría profunda,
como la que hay cuando abunda
el trigo, el vino, la carne;
si hasta pa dir a acostarme
mi custodia en El se funda.

martes, 11 de septiembre de 2018

El Zapukay (Salmo criollo: 149)



1
Cántenle un cántico nuevo
y háganlo resonar,
que el pueblo de Dios se alegre,
que se oiga fuerte el gritar.

2
Alaben su Santo Nombre,
suene la caja, el tambor.
¡Que el Señor ama a su pueblo:
le da victoria y honor!

3
Festejen, fieles, su gloria,
suene fuerte el zapukay;
coraje en todos los pechos
y en cada cinto un puñal.

4
Venganza pa los infieles:
el Señor castigará.
Sus jefes serán cautivos,
como tropa los va a arrear.

5
Es honor para sus fieles
ejecutar sus sentencias.
¡Alabemos al Señor
que ha mostrado su clemencia!

.........................................................

En Israel existía un grito de guerra, que también se usaba en la liturgia y para expresar el entusiasmo. Se llamaba el "Teruaj". Este es el salmo del Teruaj. Canto que quizá era acompañado por una procesión con espadas en la mano. Era un canto para antes de las batallas. Tal vez un canto de victoria anticipado.


miércoles, 15 de noviembre de 2017

Hagan justicia al humilde (Salmo criollo: 81/82)

(Pintura: "El precipicio", de Robert Sherer inspirada en 'la parábola de los ciegos' de Brueghel de 1568))


1
El Dios que habita los cielos
desde arriba lo ve todo.
Pero ustedes van del codo
con quien hace la injusticia,
y llevaos de la codicia
sentencian con acomodo.

2
Hagan justicia al humilde,
protejan al desgraciado,
al pobre, al abandonado,
al huérfano y a la viuda;
y no les nieguen la ayuda
contra el rico desalmado.

3
Ustedes son como ciegos
que no ven donde caminan;
los cimientos ya vacilan
y ustedes, como si nada,
siguen nomás la jugada
sin ver lo que se avecina.

4
Pero yo les aseguro:
por más grandes que se crean
morirán como cualquiera
y volverán al montón,
cuando el Señor nuestro Dios
domine la tierra entera.

lunes, 30 de octubre de 2017

Trasfoguero


Lento quemarse en la noche
para alimentar el fuego;
mantener viva la brasa
hasta que salga el lucero.

Ocultar en las cenizas
lo que está ardiendo por dentro;
no ser luz en las tinieblas
para poder hacer tiempo.

Así se te va quemando
despacito el trasfoguero,
llevando hacia la mañana
la chispa para un incendio.

¿De qué árbol será su leña
pa'encerrar tanto silencio?
¿Qué arroyos le habrán contado
la hondura de su misterio?

De planta ya soportó
no florecer en invierno,
guardando para setiembre
la savia que le está hirviendo.

Supo que el fruto madura
tan sólo si le dan tiempo,
porque además de la pulpa
lleva semilla por dentro.

Apilando primaveras
con otros tantos inviernos
fue con calma su estatura
despacito construyendo.

Para que pudiera arder
el verano le dio fuego,
y el otoño la paciencia
pa'cuando llegara a viejo.

Vió quedar nidos vacíos,
y otros que no se hicieron,
porque el pájaro cantor
le toca emprender el vuelo.

En ese su arder sin llama
se van quemando recuerdos:
por eso que arde despacio
en la noche, el trasfoguero.

Mientras sueña en sus cenizas
con la luz de los incendios,
va quemando su madera
por no renunciar al fuego.


martes, 10 de octubre de 2017

El tembladeral (Salmo criollo: 129/130)


1
Hundido en tembladeral
a Vos te llamo, Señor,
pará, mi Dios, las orejas,
no rechacés mi oración.

2
Si contás los refalones:
¿quién se salva en la rodada?
La bondá de tu perdón
será siempre recordada.

3
Con confianza aguaito en Vos
y en tu Palabra sagrada,
como aguaita el centinela
que llegue la madrugada.

4
En Dios está la piedá
y es muy grande su perdón;
El librará a nuestro pueblo
que ha caído en maldición.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Oigan todos los presentes (Salmo criollo: 48/49)


(Ilustraciones: Gerardo Bustos "Gebu")



1
Oigan todos los presentes,
oigame la concurrencia,
oigan pobres y oigan ricos;
escúchenme con paciencia
y voy a ver si lo logro
en forma clara y honesta,
acompañao de guitarra,
exponerles mi problema.

2
¿Por qué temer la desgracia
o el peligro que se acerca?
Hay quien pone su confianza
en sus inmensas riquezas,
pero eso no salva al hombre
y es plata que no se acepta
en la deuda que se paga
al final de la carrera.

3
Muere el sabio y muere el rico
lo mismo que los linyeras,
y dejan en otras manos
el mono, o la billetera;
pa los dos un mesmo fin,
un hoyo en la mesma tierra.
Allí no la llaman suya
ni discuten pertenencias.

4
Termina como animal
quien confiaba en la opulencia
porque es esa la final
de la gente satisfecha.
Son tropilla que la muerte
arrea en la mesma huella,
trotando para la tumba
donde a todos los encierra.

Reflexión:
Pero Dios rescata el alma
del paisano que es su amigo,
se lo arrebata a la muerte
pa llevárselo consigo.

5
No te amargués al mirar
cómo el injusto progresa,
porque nada de esas cosas
se ha de llevar cuando muera.
Aunque pasa bien la vida
y la gente lo respeta
a la fin irá a parar
a una oscura gusanera.

Reflexión:
El rico que es inconciente
termina como animal:
solo piensa en el presente
sin importarle el final.



sábado, 24 de junio de 2017

En la huella (Huella)




Una huella dejaron
mis cuatro abuelos,
para que yo pudiera
ir sur adentro.

Un chingolito anuncia
viento surero,
cuanto más fuerte sople
más limpia el cielo.

A la huella, a la huella
cinchen parejo,
que donde acaba el barro
está lo seco.
A la huella, a la huella
si otros pasaron
no le tengamos miedo
aunque haya barro.

Cuando se nubla el cielo
todo está oscuro
Si la noche se alarga,
¿pa'qué el apuro?

A la huella, a la huella
de mis paisanos
que tomaban el agua
hasta en los charcos.

Huella de los arados
por donde quiera
lo que ayer fue desierto
hoy es pradera.

A la huella, a la huella
cinchen parejo,
que donde acaba el barro
está lo seco.
A la huella, a la huella
si otros pasaron
no le tengamos miedo
aunque haya barro.

Cuando se nubla el cielo
todo está oscuro
Si la noche se alarga,
¿pa'qué el apuro?


martes, 11 de abril de 2017

No te quedes en la loma (Salmo criollo: 70/71)


(Arte de Luiz Octavio sobre óleo de Rodolfo Ramos)

1.
A Vos acudo, Señor,
no me dejés derrotado,
escuchame lo que pido
te ruego: poneme a salvo.
Sos pajonal de refugio
donde encuentro mi resguardo,
donde busco mi guarida
cuando aprieta el desamparo.

2.
¿No ves, Señor, que me oprimen?
¿No ves el puño, apretando?
La confianza puesta en Vos
la he tenido desde chango.
Desde el vientre de mi mama
al nacer pasé a tus manos,
ahí empezó mi confianza
y ya nunca la he olvidado.

3.
Muchos hombres en mi vida
de esto se han admirado
sabiendo reconocer
la protección de tu mano.
Y ahora que llego a viejo
poné cuarta, pal pantano,
porque ya mis enemigos
dicen:"Dios lo ha abandonado".

4.
No te quedés en la loma,
bajate y apurá el tranco.
Que los que aguaitan mi vida
terminen en el fracaso,
emponchado de vergüenza
el que busca hacerme daño.
Dejalos, Señor, de a pie
y sin puntos para el canto.

5.
Yo prometo no olvidarte
en las coplas de mis cantos.
Mi boca te ha de cantar
día y noche, sin descanso
narrando tus maravillas
y todo lo que has obrado:
tus proezas, tus hazañas,
las victorias de tu brazo.

6.
Desde chico me enseñaste,
y por eso no me callo;
ahora que bataraz
las penas me van dejando
no me abandonés, Dios mío,
dame aliento a ver si alcanzo
a trenzar, pa los que vengan,
hasta el final, este canto.

7.
En muchos casos me he visto
-algunos demás de bravos-
y siempre llegó tu ayuda
para cuartearme del charco.
Me hiciste salir con honra
de nuevo sobre mi carro.
Por eso quiero cantarte
y con el temple bien alto.

8.
Mi alma para cantarte
se hace vertiente en mis labios
y mi lengua todo el día
se la pasa tarareando.
Porque ya pasó a la historia
el que buscaba mi daño;
ni siquiera lo recuerdan,
son ya cosas del pasado.


lunes, 18 de abril de 2016

Las aguas claras



....Como anuncian las piedras del cauce, el paso del río. Entre los hombres las aguas claras nacen en la fría soledad de las cumbres, Allí han vivido en fidelidad el largo diálogo invernal con la Roca, sabedora de vendavales. De rostro al sol, un día la primavera las puso en movimiento.



Cantando su canto
lavando las piedras,
regando los surcos
camino del mar.

Su cauce es humilde,
su canto es pequeño,
su fuerza se llama
cotidianidad.

Partiendo las rocas
abrieron gargantas,
y abrevaron pueblos
siempre sin parar.

Las mantiene el cerro
cargado de nieves,
que alimenta el cielo
donde Dios está.




Copla fogonera



Una copla nace
sentida y pequeña,
buscando la altura
igual que un llamear,
se prende a la astilla
la lame y rodea
y después crepita
como un aletear.

La llama es pequeña
pero adentro encierra
una fuerza enorme
capaz de incendiar
todo lo que encuentra
dormido en la leña;
lo que el tiempo viejo
logró allí nuclear.

Desde las raíces
del árbol antiguo
subió por el tronco
la tierra natal;
anidó en las ramas
se hizo madera,
algo disponible
que habrá que entregar.

Si vuelve a la tierra
para allí dormirse,
completó su ciclo
de forma normal;
tiempo provisorio
que amasó la vida
y que nos invita
de nuevo a empezar.

Pero cuando acepta
ser cortado verde
y tiene paciencia
sabiendo aguantar,
entonces su leña
será disponible
para ser madera
y así perdurar.

A veces el fuego
igual que una copla
le saca de adentro
todo su calor,
pa'entibiar inviernos
o reunir hermanos
que arriman sus manos
juntito al fogón.

Pájaros de amanecer


                                                                Lectio divina

Vivir en las cosas, sentirlas a ellas;
dejar que nos hablen, saber escuchar;
lenguaje sencillo que expresa la vida;
que no reflexiona, que canta, nomás.

Sentir la mañana nacer en las sombras;
sentir que despierta lo que vivo está;
lenguaje sencillo de vuelos y cantos,
lenguaje espontáneo de un despertar.

Tal vez es el hambre. Quizás es la ausencia.
Tal vez es instinto, respuesta a la luz.
Porque vuelo y canto también tienen meta,
y la meta es siempre salir hacia un tú.

Sentirse bien solo, tocar el silencio,
sentirlo quebrarse a su alrededor;
venir de la noche remando hacia el día;
sentirse en camino, llamado por Dios.

Setiembre respira por las madrugadas,
entre fresco y tibio, igual que un nacer:
si Dios ha dejado su huella en las cosas
¿por qué no buscarlo al amanecer?

El rocío brilla, maduro de grillos,
y despide estrellas que muriendo van;
el viento se astilla rodando en los pastos
y el sol va peinando con luz al trigal.

Patio de mi escuela que inicia su día,
donde cada cosa ensaya su voz;
si Dios es la Vida, el aula es el alba
donde cada cosa nos habla de Dios.

Saber escucharlas: ¡es eso el silencio!
Dilatar los ojos. ¡saber contemplar!
Tener el oído abierto y dispuesto:
...la Lectio divina ha empezado ya.
..........................................................

Si decimos que amamos a Dios a quien no vemos y no sabemos amar lo que vemos, somos unos mentirosos. Y Dios no habita en nosotros. Pienso que para aprender a leer a Dios en la historia, tenemos que aprender a deletrearlo en la naturaleza. Recién entonces podremos internarnos en la Escritura, capacitados para la Lectio divina.

(del libro: "Las abejas de la tapera", pag. 26 y 27. Edit. Patria Grande).


Respetar la tierra



Hay quien remueve la tierra
por gusto al polvaderal
imitando a los gorriones
cuando se quieren rascar.

La tierra no es pa rascarse
como se suele pensar;
-así será pa los bichos-
para el hombre es algo más.

Mucha sangre hay en la tierra,
que es preciso respetar;
son lágrimas y sudores
quienes le han dado su sal.

Es poco lo que aparece,
y mucho lo que hay detrás;
para poder comprenderlo
parate, hermano a pensar.

Que el pasto no da la leche
por mirarlo y nada más;
la leche la da la vaca
después de mucho rumiar.

El que es turista en la tierra,
anda nomás por andar;
no llega a ninguna parte
porque no busca llegar.

(del libro "La sal de la tierra", pag. 5. Edit. Patria Grande).

jueves, 26 de noviembre de 2015

Lectio Divina



Como masca el colla
sus hojas de coca,
si el repecho es largo
y el soroche apuna;
así mesmo el monje
rumia la Palabra
pa sacarle fuerza,
consuelo y dulzura.

Pero hay que mezclarla
-diz que con cenizas-
haciendo acullico
como lo hace el runa
y luego en la boca
despacio, despacio
calentar el bollo
tragando amarguras.

Palabra y recuerdos,
mientras se hace huella,
soledad y encuentros
del monje que es cura:
y ver que a los otros
les pasa lo mesmo
que le ocurre a uno
si el camino apura.

La Lectio Divina
es como el fueguito
que encendió por dentro
la lenta lectura,
pa luego quedarse
mirando las brasas
gozando tibiezas,
con frío de alturas.

Las cosas del hombre
son cosas del Tata
desde que su Hijo
se hizo criatura;
y en este acullico
de coca y cenizas
la Lectio Divina
te anima y te cura.



--------------------------------------

Vocabulario:

Soroche: mal de puna. Desvanecimiento producido por la altura.

Puna: Altiplano que se extiende por el norte de Argentina y el sur de Bolivia.

Apunarse: Tener el mal de puna. Soroche.

Diz que: apócope por "se dice que".

Acullico: Bollo de coca y cenizas que se va mascando lentamente y abulta por lo general un costado                  de la boca.

Runa: Hombre de la Puna.

Tironeando



Quisiera confiarme
del todo en tus manos,
quisiera dejarle
camino a la luz;
pero un viejo miedo
me trepa en el alma
y el camino muestra
de meta, una cruz.

Me nace el silencio
como una exigencia,
y viene el hermano
trayendo un dolor;
se me espanta el miedo,
renace el coraje,
y cuando se aleja
me quedo con Vos.

Y entonces de vuelta
la pregunta viene,
se instala por dentro,
me grita: -"¡Ilusión!"
"Tu camino es otro
vos sos del silencio..."
Por eso te digo:
¿qué hago, mi Dios?

Y sólo el camino
se abre en respuesta.
Camino y Silencio
que hay que seguir;
sabiendo que en cada
recodo de huella,
habrá una palabra
que hay que decir.

Silencio y Palabra
¡ahijuna la vida!
si hasta parecen
hermanos los dos;
en la misma huella
tironeando siempre,
y detrás de ellos
voy rumbiando yo.

Ser monje y ser cura
(silencio y palabra),
rumiar en silencio,
ahogando la voz.
Callar a los gritos
lo que se ha descubierto,
abriendo tranqueras
pa que pase Dios.



jueves, 19 de noviembre de 2015

Alabe al Señor la tierra (Salmo criollo: 148)

1
Canten a Dios en el cielo,
canten a Dios en la altura,
el ángel con su hermosura,
las estrellas con su brillo,
el sol, la luna, los grillos,
la noche con sus creaturas.

2
Que le cante el firmamento,
las aguas que allí se anidan,
que alaben al que las cuida
después de haberlas creado;
El una ley les ha dado
para siempre establecida.

3
Alabe al Señor la tierra,
los peces, la misma mar,
rayos, granizos y nieve,
el viento y la tempestá,
las montañas y las sierras,
monte salvaje o frutal;
el puma entre las rocas,
la oveja desde el corral,
el tero en su blando vuelo,
la iguana en el arenal.

4
Y también los que gobiernan
en esta tierra algún trozo,
las muchachas y los mozos,
los viejo y los changuitos
alaben al Dios bendito,
su Santo Nombre glorioso.

5
Su gloria y su majéstá
son inmensas como el cielo,
El es la fuerza y consuelo
del pueblo que se ha elegido,
Israel, el escogido
para habitar en su suelo.

Escuchá la voz del ruego (Salmo criollo: 27/28)



1
Te estoy llamando, Dios mío,
escuchame, por favor;
no vaya a ser tu silencio
causa de mi perdición.

2
Escuchá la voz del ruego,
el balar de tu majada,
cuando elevamos las manos
hacia tu santa morada.

3
No me mezclés con los malos
cuando elijás tus rodeos;
ellos hablan de la paz
pero su hablar no es sincero.

4
Tratalos según sus hechos,
según su mala conducta;
del árbol que él mismo planta
hacele comer la fruta.

5
No conocen tus acciones
ni las obras de tus manos;
volales, Señor, el techo,
que no vuelvan a pararlo.

6
Bendito el Dios que me escucha,
es El mi fuerza y mi escudo;
de corazón le doy gracias
pues me salvó del apuro.

7
Es fuerza para su pueblo
y el apoyo de su jefe,
bendice a los que son suyos,
los ampara y los protege.


Abandonao de Tu mano (Salmos criollos: 87/88)



1.
De día te pido ayuda,
de noche levanto el grito;
que llegue hasta Vos mi queja,
llegue hasta Vos mi alarido.
Estoy cargado de penas,
casi al borde del abismo:
me cuentan como a finao
que ya no aguanta el camino.

2.
Me espera un hoyo en la tierra
como al muerto que se ha ido,
abandonao de tu mano
en las sendas del olvido.
Ya me dan por enterrao
en las tinieblas, perdido;
me apretaste contra el brete,
me echaste encima el castigo.

3.
Se alejaron de mi lado
hasta mis mismos amigos;
igual que a una sabandija
me miran mis conocidos.
Estaquiao y sin moverme
toda la noche suspiro.
¡Jue pucha que apreta fuerte
la manea del destino!

4.
Todo el día estoy llamando
buscando manos de amigo.
¿Será que te has de acordar
cuando todo esté perdido?
¿O podrán agradecerte
los que del todo se han ido?
¿Se cuentan tus maravillas
en los pagos del olvido?

5.
Yo tengo un fueguito humilde
dentro del alma, prendido;
mientras espero que aclare
suelo pegarle un soplido.
¿Se olvida el sol de salir
cuando a la noche ha vencido?
Mirame, Señor, la angustia,
la traigo desde muy chico.

6.
La quemazón de tu incendio
mi pajonal ha invadido,
y la creciente del humo
me ahoga como en un río.
Lo mismo que una bandada
dispararon mis amigos;
y en medio de las cenizas
la soledad es mi nido.




lunes, 3 de agosto de 2015

En Vos, Señor, me refugio (Salmo criollo: 30/31)


(Pintura: Carlos Montefusco)




1
En Vos, Señor, me refugio,
no me hagás pasar vergüenza
librame vos que sos justo,
apurate en mi defensa.

2
Sos mi roca de refugio,
el fortín que me cobija;
mi guarida es tu lealtá,
que tu Nombre me dirija.

3
Vení, sacame del pozo,
me han pialado por detrás,
a Vos te encomiendo mi alma,
sé que vos la salvarás.

4
Yo no creo en los conjuros,
ni en payé ni yerbas santas,
yo espero sólo en tu ciencia
que ha formao todas las plantas.

5
Miraste mi embichadura,
las angustias de mi alma,
desataste mis maneas
y me has devuelto la calma.

6
Mirame con compasión,
ando demás de angustiao,
tengo los ojos resecos
y todo el cuerpo estaquiao.

7
Mi vida se va en suspiros,
mis días como el oleaje,
los años me traen miseria
y me despluman coraje.

8
Me cuerean las comadres,
soy el pavote del pago,
el cuco pa los gurises,
y pal amigo un mal trago.

9
Si me encuentran en su huella
me miran como animal,
me han patiao hacia el olvido
como lata al basural.

10
Les oigo sus cuchicheos,
y ya dentro a tiritar;
se juntan pa señalarme,
conviersan para mi mal.

11
Pero en Vos tengo confianza
y digo: "Vos sos mi Dios".
Mi destino está en tus manos
y me ha de librar tu amor.

12
Que brille tu hermoso rostro,
salvame por tu piedá,
no me hagás pasar vergüenza
por confiar en tu lealtá.

13
Tapale, Señor, la boca
al de labios mentirosos,
que cierren al fin el pico
esa manga de orgullosos.

14
¡Qué grande que es tu bondá!
Pa tus fieles la reservas
y la das al que te busca
ante el mundo que lo observa.

15
Por él vos sacás la cara
pa librarlo de la intriga,
y lo salvás en tu rancho
de las lenguas enemigas.

16
¡Bendito el Dios poderoso
que de mi tuvo piedá!
¡Yo que lo creí ausente,
en medio de mi ansiedá!

17
Pero escuchó mi plegaria
cuando su ayuda pedí,
¡es protección pa los suyos
como el tunal para el cuis!

18
El que soberbio atropelle
ha de probar sus espinas.
¡Tengan firme el corazón;
la salvación se avecina!