(Pintura: Pablo Uriburu)
Andariega triste,
pasiandera empolvada,
contale a este paisano cuál jué el gaucho
que te dejó tan pálida...
¡Cómo lo habrás querido, zonza vieja,
al desagradecido que te dejó una noche
por seguir una estreya!
Luna,
hembra que presumís de linda
y t'empolvás la cara;
muchachita
que no quiere empolvarse los cachetes
y se ha quedao sin novio por confiada...
Hoy han cambiao los tiempos, gúena moza del cielo
y pa pialar cariños hay que aguantar las gracias...
¡Si lo sabrá este gaucho!
Me gustás redondita y serena,
güevito'e tortuga, monedita'e plata;
me gustás si te hacés herradura
que algún pingo perdió por los cielos
y que nunca volvió pa calzarla...
¿Te acordás de mi linda chinita,
de aqueya Graciela
que al bordear el arroyo me hayaba?
¿Te acordás cuando vos, pa burlarte
nos yenabas de plata la cara?
¿Cuando yo le pedí a la gaviota
que su página en blanco emprestara
pa escribir en el pecho su nombre
y un ¡te quiero pa siempre! en sus alas...?
¿Cuando yo, pa probarte de abajo
lo que puede subir la Esperanza,
le pedí, porque vi que era güena,
que bien alto, bien alto volara...?
Eso era antes, en tiempos dichosos;
hoy, escaso de amores y plata,
con tu pena acoyaro la mía,
pasiandera de luz solitaria...
Andariega tan pálida y tísica,
no tapés con las nubes tu cara;
perdoname lo zonzo que he sido,
¡disculpá mi amargura, muchacha...!
CRÉDITO
Hace 3 días
1 comentario:
Felicitaciones por este poema de hablado gauchesco, me ha agradado mucho y gracias por compartirlo. Cordialmente, desde Guatemala, Chente.
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