Sin plata en el tirador,
pobre, viejo y arrinconao,
con el matungo cansao
por los años y el rigor;
sin que me ladre un amor
arrastrando la osamenta,
así estoy al final de cuenta
con goteras en el rancho,
picoteao por los caranchos
lo mesmo que vaca muerta.
Esos tiempos acabaron
en que era flor de los pagos,
y no faltaron halagos
que a montones me brindaron.
Hoy solo me acorralaron
con las penas en un rincón
y estoy como mancarrón,
que le falta pastoreo,
por eso yo solo veo
partida de dejunción.
Yo ensillé un redomón
como hice un tiro de lazo,
le supe cantar machazo
a la china del corazón.
Hoy ya tengo el armazón
aflojao en los cimientos,
y es inútil todo intento
pa'enderezar la cumbrera;
ya no hay agua en la caldera
¡Todo esto es un lamento!
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