martes, 3 de abril de 2012

El padre del campeón


Esto que voy a contar
hace tiempo que ocurrió,
Como lo recuerdo yo,
así lo he de mencionar.
Les trataré de pintar
un rancho humilde y sencillo,
Con talas y coronillos
que en su chacrita tenia
El paisano Juan García
de los montes del tordillo.

Tenía para el arao,
sueltos allí en un potrero
Tronqueros y cadeneros,
morrudos y bien tuzao.
Demetrio ya se había criao,
único hijo que tenía
El matrimonio García,
que en los 15 años andaba
Que de muy chico soñaba
con ser jinete algún día.

Una vez que hasta el poblao,
sus padres habían partido,
Demetrio muy decidido
entró a arreglar el recao
Ensilló un vayo encerao
y después de varias vueltas
Lo montó en forma resuelta,
lo soltó de arriba el chico
Le pegó un chirlo en el pico
y lo sacó de patas sueltas.

Cuando el padre regresó,
se ve que venía enterao
Seguro le había contao
un vecino que lo vió
Tantos retos le pegó
que el muchacho enfurecido
Le contesto decidido:
-“jineteando seguiré”...
Alzo un monito y se fue
con rumbo desconocido.

El viejo que era un quebracho,
aquella vez aflojó
Y tantas veces pensó
que habrá sido del muchacho
Que por esas huellas guacho
sin el amor de los viejos
Sin recibir un consejo,
¿pa que salir a buscarlo?
Será inútil encontrarlo
quizás que se haya ido lejos.

Pero un día algo pasó
que a Don Juan lo ha emocionao
Porque en la radio ha escuchao
algo que lo estremeció:
El locutor comentó
que ese domingo en Bahía
La jineteada se hacia
y en el numero especial
Monta al invicto “Zorzal”
un tal Demetrio García.

De madrugada apurao
salio con su compañera
dejó abierta la tranquera
y hasta el galpón sin canda,o
15 años habían pasao
con preguntas sin respuestas
Con la emoción manifiesta
que hasta un lagrimón le arranca
Estaba en Bahía Blanca
casi al terminar la fiesta.

Justo que al palenque "uno",
traían a un reservau
Que el número de los bajau
llegaba a setenta y uno
Y a caballo en un lobuno,
bien vestido, bien prolijo
De sombrero con barbijo
venia el que lo montaba
Mientras Don Juan murmuraba:
-"no tengo dudas que es mi hijo".

Fue tremenda la topada,
pero el mozo le ganó
Y el público que invadió
el campo en esa jornada...
Y la figura encorvada
del viejito que llegó,
Cuando lo reconoció
lo abrazó llorando el hijo:
-"Perdoname viejo", dijo
"este invicto es para vos"...

Completaron sus anhelos,
dos pequeños que llegaron
A un mismo instante gritaron:
-“¡¡¡Al fin lo conozco abuelo!!!...”
Mientras que mirando al cielo
el animador decía:
-"¿Quien es el que en este día,
llegó con tanta emoción?"
-"¡¡Soy el padre de un campeón
llamao Demetrio García!!".

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