miércoles, 18 de abril de 2012

El escarmiento


Era mi gusto de mozo
pelear por una pitada,
parar música en los bailes
o pagar pa’ que tocaran.
Sentenciador y dichero,
fantástico si había faldas,
por gusto y mala costumbre
los enredos me yamaban.

Yevaba una’e dos narices
como olfatiando en la faja,
y la hacía estornudar plomo
decidido y de pata ancha.
¡Si habré toreao por el lujo
chaquetas bravas y mansas!
¡Si habré parao taba al vuelo
y avispao la paisanada!

Una vuelta -porque hay vueltas
en que la suerte se empaca-,
entré con una salida:
“-¡Toque polka esa guitarra,
no pregunto cuanto vale
porque me sobra la plata!”
-Si le sobra... no la tire,
guardelá porque anda escasa,
y a más anda errao, paisano
con obligues de esa laya
que a ningún sentenciador
le sé vender mis calandrias.
-¡Parensé! -retumbó un trueno-
-¡Aflojenló… denle cancha
pa’ que baile si es su gusto
sobre la punta ‘e mi daga!
y en la voz del guitarrero
la suerte se balanceaba...
Rastrillaron las espuelas,
se abrieron los que miraban,
y un poncho contra otro poncho
y un facón contra una daga
recularon p'afirmarse
y en la cruz de la topada
lloraron chispas los fierros
y hamaqué una carcajada.
¡Tome y traiga... tome y traiga!
los resuellos nos quemaban
y la punta ‘el alarido
se me sumió en las entrañas.

Era buen zapatiador
el mozo de la guitarra,
y en un puntazo pasado
que si lo alcanza lo acaba,
me besó el costao del ojo
el refucilo ‘e su daga.

Las vistas se me enturbiaron
¡tome y traiga... tome y traiga!
y refalé en las gramillas
como cayendo en desgracia;
me solivió la bravura
y otra vez llegó su daga
pa’ visitarme de cruce
y aflojarme en otra cáida.
-¡Agarrenló... yo no quiero
matarlo cumpa; su plata
servirá pa’ cualquier cosa
menos pa’ comprar agallas...!
Borre con reales… ¡si puede!
la pinta que hace mi marca.
y la voz del guitarrero
me sobaba de confianza.
........................
Tuavía llevo en las orejas
el auxilio que pitaba
a media rienda de apuro
y en montón, la milicada.
..........................
Ya vé mozo, cúrese
de hacer retozar la plata,
y no haga sonar de gusto
las cuerdas de una guitarra,
“que a ningún sentenciador
se le venden las calandrias”.

Guitarrero... guitarrero
¡tome y traiga... tome y traiga!
la suerte, como que es perra
nos da a mamar enseñanzas...
¡Donde andará, por qué pagos
el gaucho de las calandrias!
............................
Este relato que ha entrado,
fué pa’l hijo de don Balta
que quiere pagar mis cantos
porque ha vendido unas vacas...
Desde tiempos que pasaron
lo han tráido hasta mi ranchada,
y así como se los cuento
el escarmentao lo narra...
Todavía digo, aunque viejo,
cuando me corren con plata:
“Yo a ningún sentenciador
jamás le vendí calandrias”.

1 comentario:

volviendo a santiago dijo...

Muy bueno lo tuyo amigo gracias por tantas letras compartidas..gracias por defender lo nuestro.