martes, 22 de mayo de 2012

Mi burro cenizo


No se gaste en ofertas,
señor; ya le'i dicho:
usté no se lleva
mi burro cenizo.
Si a usté le hace falta
yo digo lo mismo;
con la diferencia
que usté es hombre rico
y eso que usté quiere
más bien es capricho.
Como tiene plata
quiere mi burrito
y aumenta la oferta
de a cinco y de a cinco
pa ver si me dobla
y le doy el cenizo.
Usté tiene un auto
grandote, nuevito,
que apenas lo monta
sale como tiro;
con asientos blandos,
rodeado de vidrios;
donde no entra tierra
ni calor, ni frío,
y quiere entuavía
llevarme el burrito.
Pero no se gaste,
señor; ya le'i dicho:
con plata y sin plata
yo vivo lo mismo.
Cómo vo'a venderte
mi burro cenizo
si más que de burro
lo tengo de amigo.
Y eso es decir poco:
por estos caminos
siempre andamos juntos
como dos mellizos,
sin otro atadero
que nuestro cariño.
No tengo otra cosa,
señor. El destino
me ha quitado todo:
la mujer, el hijo...
Sin rancho, ni perro,
ni chancho, ni chivo,
¡gracias que el burrito
se quedó conmigo!

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