martes, 9 de octubre de 2012

Entre la vida y la muerte ("De profundis")




En la humana comprensión
con majestad grave y muda,
germina en todo la duda,
según mi interpretación
las cosas son y no son
por la ley de su propio ser;
nada es eterno a mi ver,
pero fin tampoco tiene,
del hoy, el mañana viene
y el hoy viene del ayer.


Es precepto establecido
de la vida en el concierto,
que el vivo muere,
y el muerto, vive,
en polvo convertido.
Todo lo que ha sucumbido
perdura y perdurará;
el vivo en acción está,
como el muerto,está en acción,
cual punto de intersección
entre el ser y el que será.


El hombre vivo, se agita
sosteniendo su defensa
con un cerebro que piensa
y un corazón que palpita.
La vida que se le quita,
se le da a su cuerpo inerte,
de modo que lo convierte
en todo lugar y esfera,
en breve compás de espera
entre la vida y la muerte.


Cuando se anhela romper
de lo real y lo ficticio,
el complicado artificio,
se interpone el puede ser.

Si promedia el suponer
entre mentira y verdad,
por razón de afinidad,
entre la sombra y la luz,
surge también el capuz,
que es sombra de claridad.


Los muertos en vida están,
los vivos en muerte bregan;
unos vienen y no llegan,
otros llegan y se van.
Los vivos son y serán
y si mueren, se examinan,
son cuerpos que peregrinan
por el misterio empujados,
porque hay vivos sepultados
como hay muertos que caminan.


Uno, mucho, menos, más,
parte, mitad, todo, nada,
tienen la ruta marcada,
del siempre nunca jamás,
del sí, del no, del quizás,
puede el tiempo establecer
que, si la vida es poder,
no es menos poder la muerte,
que en la vida se convierte
en la muerte de su ser.


El hombre quiere la vida
y al hombre la muerte quiere;
el hombre es materia y muere;
la vida es muerte vivida
la muerte a vivir convida,
la vida a morir señala,
y en un derroche de gala,
cuando ajustan su cadena,
si la vida es cosa buena,
la muerte no es cosa mala.


Cuando el cuerdo viene loco,
loco es un cuerdo al revés,
si lo que ha sido ya no es
no deja de ser tampoco...
Y si en su medio coloco
vida y muerte, se deduce
que la muerte se trasluce
cuando la vida se apaga;
la vida es muerte que vaga
la muerte es vida que luce.


Por eso, cuando pensando,
que, bien sin querer, yo quiero,
alcanzar lo que no espero
pero que vivo esperando,
la vida me está anunciando
la muerte dentro de sí,
y, si muerto vivo así,
vivo, muero en un segundo;
pues no vivo para el mundo
y no he muerto para mí.  


Estoy sepultado vivo,
pero, con todo, no he muerto:
vivo muerto, eso es lo cierto,
en mí suerte de cautivo...
argumentando el motivo
de que vida en muerte soy,
a la muerte en vida voy,
pues, visto de todos modos,
soy un muerto para todos
pero existo donde estoy.


2 comentarios:

Nestor Lamendia dijo...

Me parece que DE PROFUNDIS fue escrito por un hombre de apellido Arnold que estaba privado de su libertad en el penal de Usuahia.Se transformo en un himno de los hombres anarquistas que salían en libertad de aquel terrible penal.

Unknown dijo...

Esto me lo enseñó mi padre cuando tenía unos trece años. Hoy tengo setenta y me gustaría que la tradición oral continúe.
Gracias Guacho!