viernes, 3 de junio de 2011

Cimarrón

(Roberto Ayrala)
El vaivén de la existencia
trato de tranquear parejo,
como dejando un reflejo
de mi vida y mi conciencia.
Pongo cariño y vehemencia
cuando el amigo es amigo;
siempre a ser justo me obligo
y me agrando en las derrotas,
sin envanecer mis notas
cuando algún triunfo consigo.

Por eso es que al trajinar
busco el camino derecho,
pa'cuando llegue al repecho
no tener que claudicar.
Siempre supe respetar
a la nativa heredad;
y con gaucha honestidad
vaya esto, como proverbio:
no acostumbro a ser soberbio
adonde veo la humildad.

Y cuando pulso el cordaje
no peco por inmodesto;
mas, también sé "echar el resto"
si me infieren un ultraje.
No hago alarde de coraje;
pero, de cualquier manera,
sé defender dondequiera,
con mi lira y con mi verbo,
el alma de nuestro acerbo
y el color de mi bandera.

No me gusta entropiyarme;
quiero ser libre y volar;
mas también sé respetar
al capaz para enseñarme.
Tan sólo por consagrarme,
no sigo la procesión;
dejo a mi propia intuición
que aclare mis pensamientos.
Soy arisco pa'los tientos
como potro cimarrón.

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