Yo soy la silvestre bruma
extendida en la colina,
como faja cristalina
que va derramando espuma,
yo soy la arrogante suma
de soñadas impresiones,
soy la lira de fogones
con cuerdas de agrestes hilos,
soy la que llora en estilos
y canta en los pericones.
Yo soy la ruda poetisa
de la tranquila espesura,
soy la que cantar procura
bajo luz de una sonrisa,
soy la musa que improvisa
con nutridos arsenales,
soy la que en medios rurales
halla el afán que le brota,
yo soy la bruñida nota
que arrojan los pajonales.
Yo soy la flor que se pierde
y que sola se deshoja,
soy la margarita roja
que salpica el campo verde;
yo soy la pena que muerde
sobre un recuerdo esculpido,
soy un arroyo crecido
por la pasión desbordada,
yo soy la sangre tirada
que viene a pedir olvido.
Yo soy la pureza franca
que se ostenta de relieve,
yo soy la gota de nieve
suspendida en la barranca,
soy la margarita blanca
que perfuma el arroyuelo,
soy el impulsivo anhelo
coronado en la victoria,
yo soy la nube de gloria
que Artigas puso en mi suelo.
Yo soy el glauco castillo
que en el monte se guarece,
soy la savia que florece
dentro de un manto amarillo,
soy la flor del espinillo
que prodiga su agasajo,
soy la que tiembla en el gajo
para exhalar un tesoro,
yo soy la cachimba de oro
que brota con el trabajo.
Yo soy la tela de grana
que teje el agua a su lado,
yo soy el raso encarnado
con que el ceibo se engalana,
yo soy la corona sultana
que sus dominios explaya
yo soy la vida que ensaya
su vigor contra reveses,
soy la lluvia de altiveces
que mojó el alma uruguaya.
Yo soy la flor que se pierde,
viento movido y galano,
yo soy el clavel serrano
que en la cumbre balancea,
yo soy el sol que pestañea
sobre la entibiada loma,
soy alambique que toma
fragancias para lucirce,
yo soy la flor que al abrirse
llena los valles de aroma.
Yo soy la flor sin esencia
que saca su azul a flote,
soy la flor del camalote
que vive con indolencia,
soy la de pobre apariencia
que se hamaca en el abismo,
soy el celeste aforismo
que el ansia libre prefiere,
cuando corre el patriotismo.
Yo soy el aire que encierra
todo el vapor desprendido,
yo soy el pasto crecido
con el sudor de la tierra,
yo soy la espina de sierra
que su rastro colorea,
yo soy la inflamada tea
que sobre el campo palpita,
yo soy el pueblo que grita,
cuando su bandera ondea.
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