viernes, 22 de abril de 2011

El mate amargo


No sé qué tiene de rudo;
no sé qué tiene de áspero,
no sé qué tiene de macho,
el mate amargo.

El sirve para todo:
para lo bueno, para lo malo;
él lava los dolores del pecho a cada trago;
es el cúralo todo en la casa del gaucho;
alegra la alegría y destiñe la pena,
el mate amargo.

Él es contemporáneo de la bota de potro,
y de las nazarenas, y de la guitarra;
pero de la guitarra que usa cintas
-como las chinas-
cintas celestes o coloradas.

En el campo
no hay boca masculina que rehuse besarlo,
ni manos callosas que no le hagan un hueco
¡al mate amargo!

¡Cómo me siento suyo; cómo lo siento mío,
al mate amargo!
Yo lo llevo disuelto en la sangre
como un jugo americano.

No sé qué tiene de símbolo
el mate amargo;
por el pico plateado de la bombilla
canta de madrugada como un pájaro guacho.

1 comentario:

Tia Lelé dijo...

Hola Gaucho. Para los entrerrianos como yo, no hay como un mate amargo para entretener visitas, para el estudiante preparando un examen, para el que está solo, para iniciar una amistad...
Yo lo he puesto a la entrada del blog, asi que cuando quiera arrímese y se toma uno con torta frita o pastelito.Un abrazo.-