lunes, 22 de septiembre de 2014

Pala'e punta



Como todo buen campero
mi recuerdo ya se eleva
y la memoria me lleva
a evocarte como quiero,
recorriendo tu sendero
al verte ahí en yunta,
una idea se me junta
y la inspiración se ensancha:
hermana'e la pala ancha,
sos mi legendaria'e punta.

Vieja pala de antaño
fuistes punta en el pasao,
tus servicios  no han sesao
aunque pasaron los años,
el progreso, tan extraño
no ha podido eliminarte;
estás en cualquier parte
sea campaña o poblao,
estás siempre al cuidao
del que quiera utilizarte.

Fuistes pala universal
gran elemento'e labor,
compañera'el labrador
que no te usó por casual;
te seguís prestando igual
aunque el destino apurao
va llevando desbocao
al mancarrón del futuro,
seguís siendo por seguro
el emblema del pasao.

Recuerdo cuando mocoso
del duro tiempo aquél,
te ví cavar un jagüel,
arrancar un sauce añoso;
también cavaste el pozo
destinao pa la basura
y una noche en su negrura
po'el corral de las ovejas
matar una comadreja
muy dañina por natura.

También cavastes el "cién"
necesario en todo rancho
y a lo largo y a lo ancho
de la pampa vos también,
fuistes cavando muy bien
muchos pozos alineaos
pa'tender un alambrao
con esos palos de acacio
que pelastes muy despacio
y plantastes bien oreaos.

Cuando el sol ha cabrestiao
el apurón del lucero
y todo el puesto entero
muy tranquilo haya mateao,
a los tientos del recao
te han atao mi viaja pala,
yendo a potreros y chalas
por un trajín cualquiera
a tapar las peluderas
o arrancar un nuevo tala.

Te usaron pa mil servicios
como usaron la arpillera,
son historias verdaderas
una y otra en cada sitio:
al brindar los beneficios
en las duras campereadas,
si han trabajao enyuntadas
hasta pa d'ir a la guerra,
palita embolsando tierra
pa'levantar barricadas.

Ayudastes al quintero,
con vos solía puntear
preparándose a sembrar
lo mesmito que un puestero;
ni hablar del chacarero
que sin vos no era nada,
siempre estabas preparada
en cocina, patio o galpón,
afirmada en un portón
al costao'e la ranchada.

Por bebederos y corrales
fuerte fué tu trajinar
al tener que rellenar
en los días invernales
a los charcos y barriales
producto del pisoteo,
si parece que te veo
cargando el viejo carro
que chapaleando en el barro
repetía el traqueteo.

Y tomo vuelo al pasao
por unas palas gloriosas
cuando en épocas grandiosas
viejas mantas han dejao
aquellas que habían cavao
a fuerza'e pata y pulmón,
media pampa de un tirón
en la jéven Argentina,
la gran zanja de Alsina
pa'sofrenar el malón.

Por siempre t'e de añorar,
pala en gaucha misión,
por mi pago y población
que ayudastes a fundar;
te eligieron pa'marcar
justo el centro de un poblao
y buscando en todos laos
el lugar se discutía...
la oración ya se venía
sin haberte aún clavao.

Y en un galope de gloria
pasastes a ser especial
y te recibió el pajonal
sellando un mito de historia
cuando, Valentín Coria,
poblador de ésta región
que al rodar su redomón
te clavó, donde es hoy
justo el centro'e Chivilcoy
al este del cañadón.

Pala que en un momento
fuistes mito del pasao
versiando te'e recordao
por mandao del sentimiento,
junto al pié del monumento
que te honra hasta hoy,
emocionao al mirarte estoy
junto a Coria, el fundador,
te lucís con esplendor
en la plaza'e Chivilcoy.

Hoy te quise memorar
mi viaja pala de acero,
descansás bajo el alero
donde te veo brillar,
¡nunca te voy a olvidar!
ya que siempre te añoré
y también confesaré
como que soy Argentino:
que a lo largo del camino
pocas veces... te agarré.

Abril 2012..-



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