Allá por puerto de Ajó
en la estancia "Los Nogales",
el mangrullo, los juncales
y los montes del Tordillo,
había un negro muy pillo
llamao Demetrio Pardales.
Todito el día pasaba,
sin tener nada que hacer
y no hacía mas que comer,
tomar mate y bolacear
tratando siempr'e pasar
tranquilo hasta anochecer.
Una vuelta de mañana,
orillando un cañadón,
vino a llamar la atención
del negro mientras se alzaba
una cigüeña que estaba
más allá de un albardón.
"Si tuitas las aves vuelan,
-se dijo mirando al viento-
haciendo un experimento,
porqué no he de volar yo",
y en seguida que pensó
se puso a idear el invento.
Al otro día temprano
una cigüeña volió,
las alas se las ató
a los brazo con un tiento,
y salió el negro contento
porque volando se vió.
Un ovillo de atar lana
a una canilla se ató,
a un muchachito llamó
pa'en caso que no volviera,
del piolín lo recogiera
y el negro otra vez se rió.
Sobre el techo de un galpón
se enhorquetó muy orondo,
y se vino desde el fondo
meta y ponga y aletiando,
pa poder salir volando
riéndose el negro sabiondo.
Y en la última aletiada,
perdiendo alas y piola,
rodando como una bola
contra el suelo se estrelló,
y ahi el negro no se rió
dijo: "me falta la cola".
(Foto: Hernán Tolosa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario