Bajaba del cerro
yenito'e pesar
cuando dí con eya
por casualidá.
¡Añurita eya!
Le dije: "¿Ande vas?
¿No ves que la noche
ya dentra a bajar
y esto es pa lamberse
de linda qu'estás?"
Me miró asustada,
quiso disparar
y una piedra suelta
la hizo trompezar
y trastabillando
se tumbó ahí nomás...
El destino quiso
que caiga p'atrás,
y al quedar de antarcas
¡pa qué vo'a contar
si estaba'e mi lado
la casualidá!...
Se quedó yorando,
tanto por yorar.
¡No jué mucho el golpe
ni jue lo demás!...
Yo,pa conformarla,
la dentré a besar,
y eya me besaba
por casualidá,
cuando se olvidaba
que me porté mal.
-Yo tengo un ranchito,
le dije al final-;
un burro carguero,
gana 'e trabajar,
y de acoyararme...
¡Qué tanto esperar!
Si a vos te parece...
-Dejame pensar.
-Esto no se piensa;
si total ya está.
Y a las nueve lunas,
según mi contar,
pasó la cigüeña
dejando un pañal,
y adentro una guagüita
como dos no hay.
Y aura qu'es un chango
que comienza a hablar
y me dice un "tata"
qu'es como el patay
pienso que la dicha
no se va a buscar:
viene cuando quiere,
por casualidá...
3 comentarios:
Hermoso poema y uso del idioma popular. Me podes decir de quien es? Rodolfo Lobo Molas, Catamarca, lobomolas@gmail.com - Gracias.
Boris Elkin
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