jueves, 15 de octubre de 2009

Leyenda de la flor de ceibo


Me lo dijo un indio viejo y medio brujo
que se santiguaba y adoraba al sol:
los ceibos del tiempo en que yo era niño
no lucían flores rojas como hoy.

Pero una mañana sucedió un milagro,
-es algo tan bello que cuesta creer-
con la aurora vimos al ceibal de grana,
cual si por dos lados fuera a amanecer;

Y era que la moza más linda del pago,
esperando al novio, toda la velada,
por entretenerse se había pasado
la hoja de un ceibo por entre los labios.

Entonces los ceibos, como por encanto,
se fueron tiñendo de rojo color...

Tal lo que me dijo aquél indio viejo
que se santiguaba y adoraba al sol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

q lindo q esta es el q yo tengo en mi libro