jueves, 15 de octubre de 2009

Un patacón es mi plata


Un patacón es mi plata
y no quiero más fortuna,
con el que encuentro en la luna
compro añoranzas baratas.
Un patacón es mi plata
y a veces me anda sobrando;
ocasiones voy andando
con buena suerte en el güeya.

Un mancarrón es mi bayo,
pero yo les aseguro,
¡que aunque me ofrescan un puro
me quedo con mi cabayo!
Un mancarrón es mi bayo,
¡ni sombra de lo que juera!
Quién antes lo conociera
sabrá bien porqué les digo.
¡Que jamás hayé un amigo
que al bayo se pareciera!

Mi rancho es una tapera
y no quiero mas querencia;
en él descansa la cencia
de mis edades primeras.
Mi rancho es una tapera
encogida en su humildá;
en tres palabras se dá:
piesa, cocina y alero.
¡Pero no haya un estanciero
la paz que yo encuentro ayá!

Mi plata es un patacón,
una tapera mi rancho,
y un destino de caranchos
espera a mi mancarrón.
Otro en igual condición
yoraría su suerte ingrata,
pero mi concencia trata
por orguyo soberano:
¡Dimostrar que no es en vano
que soy hijo de mi táta!

No hay comentarios: