miércoles, 14 de octubre de 2009

El sietemesino


Según mi mama y mi tata
yo nací sietemesino
con una mancha de vino
en el revés de la pata.
En la panza, una batata;
en el ombligo, un abrojo
y pa' colmo 'e mis antojos
seis dedos en una mano,
se me irritan en los veranos,
las dos niñas de los ojos.

Lindazo como ternero,
dormilón como marmota,
me hacían ruido las botas
si caminaba ligero.
Siempre el dedo en el ahujero
de la oreja o la nariz.
De chiquito recibí
sendas palizas por mama
porque me meaba en la cama
de grandote e infeliz.

Si habré sido infeliz
que mi mujer, la Jesús,
sin conocerme dio a luz;
me echaron la culpa a mí.
Y yo les dije que sí
a su mama y a su tata
porque le ví en la pata
la mesma mancha de vino
y pa' colmo del destino
piojos, pulgas y garrapatas.

Muchos hijos hemos tenido
más o menos unos dieciocho,
rubios, negros y morochos
y ninguno parecido.
Todos llevan mi apellido
¡qué semejante alegría!
Tan gaucha la negra mía
que aunque les parezca extraño,
aunque yo falte tres años
cada año me da una cría.

Si habré sido dormilón
que a la hora de almorzar,
mi mama me iba a buscar
al altillo del galpón.
Mal hablado y cimarrón,
en mi rancho era un extraño,
y a pesar de ser huraño
y que a tuitos les desconfiaba,
yo solito me bañaba
hasta dos veces por año.

1 comentario:

Unknown dijo...

Fue unos de los primeros recitados que aprendi de memoria cuando era un purrete. Habia entre otros libros de recitados uno de don secundino cabeza. Sin duda mi preferido.