miércoles, 23 de julio de 2008

El asador.


La pucha si vos sabrás
del tema de carcular...!
y a lo mejor estudiar
pudiste, hasta ayí nomás...
Muy pocas veces errás
en la leña a consumir
y hasta podés deducir
según como sople el viento,
si más ligero o más lento
y a qué hora podrá salir.

Si grande o chico cortao,
menudencia o embutido,
no te ve desprevenido
ni tampoco "el emplumao".
Lo mesmo si va ensartao
o si cuadra, hasta con cuero...
su condición de matero
no le impide vigilar,
pues nada se va a quemar
ante un ojo tan certero.

Si te habrás quemao las cejas
con los grados de calor...!
y el aplauso al asador
se vio empañao por dos quejas...
¡Malhaya!costumbre vieja...
de alguno desubicao
que a tuito le'ncuentra el lao
negativo de la cosa.
¡Y ni un pétalo de rosa
pa'l que tanto ha trabajao!

Del humo que habrás tragao
ni recordarlo, mejor
y es en vos como un sabor
ese perfume impregnao.
¡Cuánto tendrás renegao
con la leña humedecida...!
Y tu pala, ennegrecida
se ha gastao de tanto andar,
junto al palo e maniobrar
entre la brasa encendida.

Ansí es amigo asador...
otros yevan los laureles,
saben mucho de papeles
pero poco de calor.
Yo que soy tu almirador
dejo un saludo genuino
con éste, mi humilde trino
y mi aplauso resonante
es pa'decirte: ¡Adelante...
gran asador argentino!

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