Emparvando abriles, el viejo Nicola,
dominguea el mono de su capital
maestro de huellas, mercachifle viejo
filósofo errante que cantando va.
No hubo fiesta criolla que no haya llegado
deambula el boliche de aquí para allá
vendedor de sueños entre el paisanaje
gringo salamero, sembrador de paz.
Cambiaste recuerdos por unas monedas,
señor pregonero, yo te cantaré
y a tu mercancia que te dejó un peso
filósofo errante y mensual de a pie.
Fajas, almanaques, relojes y anillos,
pañuelos de cuello y mil cosas más;
lo mismo que un mago que de su galera
saca vino en bota, fiambres y pan.
Amigo de amigo, querido por todos,
su fama es la obra de un profesional
revolviendo el fondo de su gran maleta
hay siempre de oferta una novedad.
Cambiaste recuerdos por unas monedas,
señor pregonero, yo te cantaré
y a tu mercancia que te dejó un peso
filósofo errante y mensual de a pie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario