lunes, 28 de marzo de 2011

Sacha médico

Con ovejuno
poncho y ushutas,
en su mulita
viene mi cumpa

bajando el cerro
pa la ciudad.
Todos lo salen
a saludar.

Lleva ochenta años
a la cuncuna,
y es juerte y ágil
como los pumas.

Tiene en los ojos
como en el habla,
todo el misterio
de la montaña.

Cura con yerbas
y con palabras;
sana los cuerpos,
sana las almas.

Cuentan que a uno
le curó el mal
con tres palabras
y un ademán.

Y es tan querido
que cuando muera,
en todo el valle,
y hasta en diez leguas,

no habrá ni un alma
que no le encienda
para su ánima
un pucho'i vela.

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