domingo, 3 de mayo de 2009

Temporal


Ponchazos de sudestada
van arreando al aguacero,
como lonjeándole el cuero
a la hacienda amontonada.
El pajal en marejada
se dobla a su arremetida,
y alguna oveja perdida
de la majada distante,
como una queja implorante
bala en triste despedida.

Mas desolada y sombría
la noche, lúgubre avanza,
mientras como una esperanza
se apaga la luz del día.
Todo en doliente agonía
sigue del viento el calvario,
y a veces, como un rosario
de negras cuentas, volando.
Pasan los cuervos gritando
sobre el campo solitario.

El gateado en el corral
baja el pescuezo tristón,
y buscando protección
pone el anca al temporal.
Yo adentro del rancho igual
doy la espalda a mi desvelo,
y acariciando un consuelo
junto al fogón me he quedado,
lo mismo que está el gateado
como rezándole al suelo.

A los fuertes sacudones
del viento, el sauce llorón,
se dobla igual que un varón
a fuerza de decepciones.
Sobre los viejos horcones
gime a veces la cumbrera,
y alguna que otra gotera
se va filtrando del techo,
como penas en un pecho
sin esperanzas siguiera!

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