domingo, 24 de marzo de 2013

Desaparecidos



Miro el patio sin mirar
donde él jugó de pequeño,
y nunca cumplo mi sueño
que es escucharlo llegar.
Al comedor del hogar
la soledad lo atraviesa,
lenta llegó la tristeza
trayendo un silencio frío,
que al ver un lugar vacío
vino a sentarse a mi mesa.

Su ausencia es como una cruz
que dejó mis sueños rotos
aunque quedaron sus fotos
sobre la mesa de luz.
Yo siempre mantengo sus
recuerdos con alegría
y al despertar cada día
duele más la soledad
y siento necesidad
de saber cómo estaría.

Nunca pierdo la confianza
y uno permanece alerta
por más que al abrir la puerta
se nos muera la esperanza.
El tiempo, mientras avanza
me enseñó con su rigor,
a vivir con el dolor
de que no va a aparecer,
y ni siquiera saber
dónde llevarle una flor.

Hoy se pregunta la gente:
"¿Cómo es que llegó a pasar?,
¿Porqué se mandó a matar
a quien pensó diferente?,
¿Porqué a más de un inocente
se torturó con crueldad? ,
¿Porqué tanta impunidad?,
¿Quién ha sido el responsable
y porqué más de un culpable
permanece en libertad?"

Cuando a su nombre convoco
siento quebrarse mi voz,
porque hasta pedirle a Dios
a veces parece poco.
No me acostumbro tampoco
a no tener que llorar,
nunca dejé de luchar
pero el dolor es tan fuerte
que he pensado en mi muerte
para volverlo a encontrar.

En los sueños de una abuela
de reencontrar a su nieto,
un tiempo oculto y secreto
de a poco se nos revela,
por más que el recuerdo duela
no hay que darse por vencidos
que el final de los caídos
el pasado lo esclarezca
y que la justicia aparezca
por los DESAPARECIDOS.





1 comentario:

La griega dijo...

Muy bello, gracias amigo Luis!!! Fecha esta que entristece, que remueve viejas heridas, pero que con el ejemplo de las madres, las abuelas y los hijos, que siempre han pedido justicia y jamás venganza,todos debemos doblar la apuesta, e ir por más!
Tqm