sábado, 22 de enero de 2011

Balada de amor toruno


Proseando alambrao por medio
se lamentaban dos toros
con balidos que eran lloros
de una pena sin remedio.
Víctimas ambos del tedio
y heridos en lo moral,
en uno y otro animal
fue rotunda la opinión
sobre la inseminación
por método artificial.

El más grande - un toro negro-
dijo: -"Yo soy muy capaz,
pero estoy como de más
en la cabaña que integro.
Y en realidad no me alegro
de habitar esta región
donde hay vacas en montón
sin que ninguna sea mía,
pues todas agarran cría
sin mi participación.

"Yo fui sembrador de vidas,
un seguro servidor
que balé un himno al amor
con bajadas y subidas.
Hoy las vacas son servidas
con jeringa y desde abajo,
y es tal el ruido que trajo
la rara técnica de hoy,
que en el tambo donde estoy
me dejaron sin trabajo.

"Los tachos en los que viene
la germinadora savia
no se imaginan la rabia
y el rencor que uno les tiene.
No hay desprecio que me apene
volviéndome cabizgacho;
pero es muy triste pa un macho
que por macho se distinga,
perder contra una jeringa
y estar celoso de un tacho.

"El amor es lo que hace
nacer hijos. Y es probao
que de ese amor envasao
también más de un hijo nace.
Pero el amor en envase
presenta el grave defecto
que es un amor sin afecto,
sin ímpetus y sin llamas,
pues los mejores programas
son en vivo y en directo.

- Y yo tan rabioso estoy
- respondió el toro más chico-
que, si me aguanta el hocico
rompo la argolla y me voy.
Porque, siendo como soy,
tremendo toro... forzudo,
quiero, en vez de estar al ñudo,
ganarme el agua y el pasto.
Será virtuoso ser casto,
pero en un toro... lo dudo.

"Las vacas, con estas modas,
nos miran indiferentes
porque hay toritos ausentes
que aman, por poder, a todas.
Es decir: a nuestras bodas
entran amantes colaos,
a echar yel a los guindaos
y a lambusear los bizcochos.
Con razón ellos son mochos
y nosotros... adornaos!

"Frecuencia por mis corrales
un técnico sabio y cruel
que fecunda mi plantel
con formas artificiales.
Ignora mis credenciales,
mi sangre tora, mi estampa,
y al sentir que me hace trampa
sustituyendo mis prendas,
siento unas ganas tremendas
de levantarlo en la guampa.

"¡Qué será de nuestras vidas!
Después de haber sido reyes,
no servimos ni pa bueyes
pues ya ni se habla de uñidas.
Hoy si están mal repartidas
las vaquitas y las penas.
Las vaquitas eran buenas
y hoy nos engañan con otros.
Las guampas son de nosotros,
las vaquitas son ajenas.

Prosiguió el diálogo aquel
y se acompañaron ambos
a sus respectivos tambos
a ver las lunas de miel.
Vieron el técnico cruel
regar los vientres maternos,
y ante amores tan modernos
mostraron sus formas fatuas
cual ridículas estatuas
de dos estorbos con cuernos.

No hay comentarios: