viernes, 15 de octubre de 2010

El casamiento del lión

(Dibujos: Aldo Chiappe)
Sobre de un campo arenoso,
salpicao de pastizales,
entre grandes chañarales
y zanjones barrancosos;
se organizó el más famoso
casamiento'e la región,
pues allí se casó un Lión
de estampa largona y fina
con una Liona barcina,
hija de un Lión petisón.

El mismo ñato en persona
fué invitando sin capricho,
uno por uno los bichos
de una zona y otra zona.
De más pituca la Liona
se pintó hasta la nariz,
y en el momento feliz
del enlace con dulzura,
un Burro hacía de cura
y de juez un Zorro gris.

Un Jabalí colmilludo
sin bañarse y corpulento,
se uniformó de sargento
para el orden, corajudo.
Gracias a él, el Peludo
no lo lastimó al Zorrino;
ya habían salido al camino
pa meterle p'adelante,
y se habló de que el causante
de todo aquello fue el vino.

Como el Sapo y el Lagarto
estaban en el fogón,
improvisando bajón
del criador y sus repartos.
Dijo el Jabalí: -"No aparto
de que los dos tienen garra,
pero traigan la guitarra
y de que canten es obvio,
primero para los novios
y después para la barra".

Agradeciéndole al Lión,
cantó el Lagarto y el Sapo,
y a la canción "Mis harapos"
la recicló un vizcachón.
Recitó un verso el Hurón
como una flor pa'la Liona,
y el Ñandú con voz chillona
dijo:-"Pa seguir la farra,
¡que traigan las dos guitarras
pa'compañar mi acordeona!".

Cuando el fuelle se estiró,
entre vibrar de las cuerdas,
una musiquita lerda,
como agua se derramó.
El Lión a bailar salió
con la Liona gambeteando
y una Tortuga saltando
empezó a decir con creces:
-"¡Que la bese, que la bese,
que la gente está esperando!".

El Lión problema no tuvo
y a la Liona la besó,
pero después se mamó
y así que errándole anduvo.
Porque el Zorrito que estuvo
de juez en el casamiento,
Al ver el aburrimiento
de la Liona en un rincón
la invitó pa'un pericón
y después pa'bailar lento.

Una Liebre y un Guanaco,
un Piche y una Mulita,
formando dos parejitas
le decían:-"¡Bailá Flaco!"
A un Gato de pelo opaco,
llegao de tierras lejanas,
que abrazándose a una Rana
le dijo: - "Si no se arruga",
mientras el Cuis y la Tortuga
bailaban suelto y con ganas.

Muy mamao un "Tucutucu",
retorciéndose el bigote,
le decía al Toro: - "¡Grandote,
te juego por 10 al truco!".
pero el Jabalí pazuco
de compadrón se arrimó.
Y le dijo: "Timba no,
porque después sin manea
aparecen las peleas
y hoy casi, casi se armó".

El Toro empezó a escarbar
mientras el resto bailaba,
y el Zorro la conversaba
a la Liona sin largar.
El Lagarto al zapatear
tanta tierra levantó,
que el Ñandú se calentó
diciendo de esta manera,
-"¡Me ensucian la verdulera
así que rieguen por Dios!".

Después de regar la pista
y de seguir divertido,
como el Lión seguía dormido
dijo el Zorro: "Está a la vista,
y hay que actuar por la conquista"
y a la Liona la apuró.
Pero el Jabalí lo vio
y le dijo: - "¡Mire Juan,
aquí las cosas no van,
como don Burro ordenó!.

Asi que no se me ofenda
y para su alma enferma,
no porque el patrón se duerma
usted la va a alzar la prenda".
Y el Zorro con rabia horrenda
le contestó pa su inquina,
-"No me gustan los bocinas!"
y al amagarle un ponchazo,
el Jabalí de un trompazo
lo escondió entre las espinas.

Cuando el Lión se despertó
preguntando con voz fina,
-"¿Adónde está la barcina
que conmigo no durmió?"
El Zorro se escabuyó,
como siempre ligerón,
y al volver a su región
cada bicho que bailara,
no hubo uno que no elogiara
al casamiento del Lión.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué buena fábula gaucha, loco!
...y gracias por rejuntar todas estas obras de arte en el blog.

Unknown dijo...

Hermosisima fabula. Una delicia tanto para niños como para adultos. Hay que ayudar a su difusion. Me encanto.

Anónimo dijo...

Es una belleza