jueves, 6 de mayo de 2010

Cantando a lo mío


Le canto a los domadores,
al potro y al reservao,
pingos, espuelas, recao
y a los hombres pialadores.
A los asados mejores,
al hueso de caracú,
al tala, al cardo, al ombú,
a la siesta, a las auroras
y a las gauchas boleadoras
que hacen rodar al ñandú.

Le pido un trino al zorzal,
porque en un trino emprestao:
le canto al lazo trenzao
de tan campero historial.
Y canto en forma especial
en tanto a la rima acedio:
a las curas, al remedio
que el paisano suele hacer
y a la cancha de correr
con su andarivel al medio.

Yo le canto a la cocina
con su fogón en el suelo,
y al bordado de un pañuelo
que es obra de arte en la china.
A la calandria que trina,
al tordo y al tero rial,
a la marca, a la señal,
al encanto de un relincho,
a la nutria y al carpincho
que habitan en el pajonal.

También aquí en mis canciones,
como pidiendo un barato,
le canto al juego'e pato
que es deporte de varones.
y entre otras mil diversiones
de las fiestas domingueras,
por ser gaucha y campera
como la yerba y la pava,
le canto al juego de taba
y a las carreras cuadreras.

Canto al arau de mancera,
al corral de palo a pique,
y sin que nada me achique
también le canto al linyera.
Canto al tuse, a la tijera,
a la chaira, al asador,
a la guitarra, al cantor
que entre milongas y estilos,
van entretejiendo hilos
de un pasao que fue mejor.

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