Cuando me piden que cante
yo nunca me hago rogar
aunque en esto de cantar
apenas soy principiante.
Me gusta echar adelante
la tropilla de mis versos
y en cien motivos diversos
volcar una inspiración,
siempre con el corazón
a la par de mis esfuerzos.
No tengo la ilustración
ni el estudio suficiente
para llegar de repente
y animar una reunión,
pero me sobra emoción
para cantarle a mi tierra
que tanta belleza encierra
y tengo por toda ciiencia
ese mucho de experiencia
que dan la pampa y las sierras.
Siempre digo la verdad
y nunca lo que no siento,
llego como llega el viento
cantando a la libertad.
Desato una tempestad
a veces con mi franqueza
y mantengo con firmeza
y el cuchillo si es preciso
lo que digo y lo que piso
por Dios me dio entereza.
Soy más malo que un león
y más manso que un cordero;
soy último y soy primero
según cuadre la ocasión.
Para mí la tradición
es el honor, la decencia,
la libertad, la prudencia,
el orgullo y el coraje:
que al gaucho no lo hace el traje
sino su hombría y su ciencia.
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