sábado, 27 de febrero de 2010

Un silbo cualquiera


Un silbo llevo jugando
entre mis labios helados,
es lindo silbar un rato
cuando se viene cansado.

Tranqueando voy por la huella
y si un penar se me enanca,
yo busco un silbo cualquiera
y sigo como si nada.

Se inquieta siempre el cristiano
cuando la fe se le acaba,
pero penar es probarse
y las fuerzas se le agrandan.

Pa descansar de la vida
tenemos tiempo mañana.



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