viernes, 26 de febrero de 2010

Desde el alma de la pampa


Traigo un canto que me llega
desde el alma de la pampa,
desde un pajonal dormido,
desde el viento, desde el agua,
desde un árbol que se yergue
solitario en la lomada,
desde el blancor que a la luna
le van robando las garzas.
Desde el mujido de un toro
que va llegando a la aguada,
desde el eco de un relincho
que presagia una manada.

Ese es el canto que traigo
y que me perfuma el alma,
cuando pienso en la llanura
y se adentra en mi guitarra.

Desde una glorieta antigua
con glicinas desmayadas
y un patio donde las sombras
cuentan cosas olvidadas.
Me llega de una ventana
testigos de serenatas,
desde un trebolar que ha abierto
sus hojas por la mañana,
desde un monte anochecido,
desde una isleta de tala,
desde una tapera triste
que custodian dos calandrias.

Ese es el canto que traigo
y que me perfuma el alma
cuando pienso en la llanura
y se adentra en mi guitarra.

1 comentario:

Quinto dijo...

Me encantó!!!!!!!!!!!!relacionar una obra con un poema felicitaciones.maria