viernes, 26 de junio de 2009

Al hombre bueno



Riegue siempre la esperanza
pa que no pierda el verdor
y no le afloje al dolor
ni a los corcovos del potro;
trabaja menos que el otro
el buey que es más tirador.

Cuando tenga que agarrar
por el rumbo que eligió
con pacencia sigaló,
siempre con fe y voluntad;
el que no sabe ande va
no sabe porqué partió.

El hombre de voluntad
no se entrega por cansau,
queda en todo campo arau
ande un surco más abrir;
yo escarbo en el porvenir
y le echo tierra al pasao.

Trase limpia rastrillada
de su vida en el sendero;
no anda en senda de cuatrero
el hombre trabajador;
pues a caballo andador
jamás se escapa un matrero.

Al corazón no se engaña
cuando algún dolor lo estruja
y si una lágrima empuja
querer mentirle consuelo;
es como borrarle al suelo
las sombras que el sol dibuja.

Es engañarse llorar
una mentida aflicción,
lo que manda el corazón
uno a veces lo ignora;
sólo sabe porqué llora
el que llora con razón.

Y el que nació pa cantar
por todo, su voz levanta
llorando su pena canta
aunque le duela la voz;
por algo le puso Dios
un pájaro en la garganta.

Busque el que quiera brillar
rodearse en lo que da brillo,
sin alas no canta el grillo
y ande no hay mburucuyá,
jamás pinta el mangangá
su cacunda de amarillo.

El hombre debe creer
especialmente en sí mismo,
degoyarse el egoísmo
y todo mal proceder;
y adulón de naides ser
que es lepra del servilismo.

Pobre es aquél que tiene
poca personalidad;
la ignorancia y su maldad
carcome como el herrumbre,
yo uso por propia costumbre
a mi modo el chiripá.

Conozco al que habla conmigo
apenas la boca abre,
y el que hiere de palabra
por más que lo oculte bien,
hiere con armas también
si la ocasión se le cuadra.

Yo abro la boca tan solo
pa perdonar y cantar
y he podido comprobar
oserbando a la pasada:
que una lengua muy usada
se afila y puede cortar...

Buey bueno pa pertiguero
siempre del pértigo tira
el cree en todo y no mira
y oservando no sabrá,
que vestida de verdad
es más mala la mentira.

La envidia es pájaro triste
que el alma suele anidar,
es graznido su cantar
vive en maligno deseo;
cuando un envidioso veo
siento ganas de llorar.

El hombre debe saber
ensillar con su recao
y el que nunca ha trabajao
si lo dejan conversar
habla de "hacer trabajar"
pero se queda sentao.

La mano que da ha de ser
la mano del sabio Nazareno;
se da también un veneno
sin saber que va a dañar
hacer bien no es dar y dar
eso es no más que ser bueno.

Derrama hasta el hombre uraño
almíbar en sus amores
hay cien pájaros cantaros
que siempre tristes se ven
y las espinas también
protejen nidos y flores

Muy pocos son los que dan,
muchos muerden de lo ajeno;
hubo un solo Nazareno
y mil gusanos por ave
y quien no hace bien no sabe
qué cosa linda es ser bueno.



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