lunes, 12 de marzo de 2012

Los dos fletes

(Foto: Eduardo Amorim)

Yo nunca he entablao tropilla..
Soy pobretón, compañero.
Como otros lucen bordaos,
voy amostrando rimiendos…

No conozco bota juerte;
tamango, alpargata o zueco,
medio me alivean los pieses
asegún descargue el tiempo.

Total, ni yo ni el camino
las vamos a echar de menos…

Pero mire:
Pa’l trabajo,
soy sacao de lo parejo.
Pr eso en mi garrerío
no verá que falte un tiento.

Y si va a campiar los cobres
que han pasao por mi chanchero,
los hallarà en los cogotes
de los dos fletes que tengo:

En el overo rosao
y en el overo azulejo.

Mis caballos…!
Naide sabe
que los elegí de intento
pa’mostrar en sus pelajes
mis instintos de andariego:

Ni bien despunta la aurora
ya los ranchos soñolientos
me ven agarrar camino
talariando en un overo…

Es el overo rosao;
es…la aurora de mi empeño.

Sol ricién nacido en sangre
sobre el albor de los cielos,
si no lo ensillo al clariar
se me hace que no amanezco!

****

La mañana trae la tarde
por esos rumbos abiertos,
y, como soy delicado
pa’ emparejar los ejemplos,

por los caminos del campo
cualquiera verà que llevo,
tras el overo rosao,
cabrestiando el azulejo…

Y cuando he ganao mi dìa
trajinando pa’l ajeno,
al venir la sobretarde
como azulando los cerros
otros ranchos y otros pagos
me verán pasar de lejos
lindamente encarranchao
talariando en un overo!

Carcularà que’el montao
es el overo azulejo:
sobretarde de mis años
con nubarrones de invierno,
si no me siento sobre èl
se me hace que no anochezco!

****
Yo nunca he entablao tropilla;
pero el pobre, compañero,
debe tener algún lujo
pa’rimediar cuando menos.

Yo, me siento en mis caballos
como si ensillara el tiempo;
y voy camino adelante
sin discutir con el cielo,
de mañana, en un rosao;
de tarde en un azulejo!

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