(Foto de colección de ponchos de Familia Avar Saracho)
Yo soy Juan Pueblo: el mesmito
que payó con Santos Vega,
que mateó con Ascasubi
y con Fierro dió la vuelta.
El que se hizo tacuara
cuando la invasión inglesa.
Y ñandubay hecho lanza
desde la mañana aquella
en que don French y Berutti,
bajo un cielo de tormenta,
nos puso cielo en el pecho
con la criolla escarapela.
El que en barranca'el Rosario
juró defender la enseña
que izara Manuel Belgrano
como un sol en nuestra güella.
El mismo que en San Lorenzo
cargó las armas con piedras
y regó con sangre el surco
que germinó en toda América.
El que junto al Capitán
los Andes cruzó de vuelta
con el cuero remendao
pero sana la concencia.
El que vibró con Moreno.
El que recogió su tea,
y puso luz en las almas
perdidas en las tinieblas.
El que allá en el dieciséis,
en la Tucumán eterna
hizo que el mundo escuchara
el grito de: ¡Independencia!
El que al lao de Rivadavia
luchó en las horas más negras
por unir a los hermanos
que ensangrentaban su tierra.
El que sufrió con Alberdi
el exilio y la miseria
por no poder de rodillas
la dignidad ante la fuerza.
El que cantó a Echeverría
y a Sarmiento, sus ausencias.
Oprimido el corazón,
pero con la voz resuelta.
El que hizo fértil los campos
dándole al suelo grandezas,
y puso oro en las almas
de los hombres de esta tierra,
que no venderán por oro
a ninguno sus conciencias:
porque templaron su espíritu
con el himno de Parera.
Yo soy Juan Pueblo, señores.
El que no acepta tutelas,
ni dominios, ni presiones,
ni de adentro ni de afuera;
el que no tiene más norte
que la libertad señera.
Que hace libres a los hombres
que saben luchar por ella.
Debemos gritarlo, todos...
pa'que el mundo lo comprenda.
¡Yo soy Juan Pueblo, señores!
¡Es hora de que lo sepan!
LOS HERMANOS BALTAZAR
Hace 6 días
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