Cuando abandoné el recau
lo hice con tanta tristeza
que derrumbé mi cabeza
sobre los cueros doblau.
Así quedó mi pasao
entre los cueros perdido
Y yo triste y abatido,
solo a pie como un andante
Emprendí desde ese instante
el camino del olvido.
Al mirarlo abandonao
entre silenciosa quietud
recordé mi juventud
dejada sobre el recao,
Como si estuviera atao
a mi sangre o a mi piel
Pero hoy insensible y cruel
lo tengo que abandonar
que por temor a charquear,
no quiero morir sobre el.
En mi vida de mensual,
de domador o resero
si abré ensillado mañeros
pa´ poder ganarme un pial.
Con él y con un bagual
yo era de la tierra el dueño
y hoy q no tengo el empeño
que el espíritu reclama
no me sirve ni pa´ cama
porque ya me quita el sueño.
Lo entregue con mis manos,
con la pena y la amargura
Le entregue a la sepultura
el cuerpo de un pobre hermano
He llegau a ser anciano
y la osamenta me pesa
Y no quiero la tristeza
de que un día sin batalla
Cualquier manso se me vaya
con mi orgullosa pobreza.
Cuando pa´l ultimo vuelo
ate una noche al palenque
sin espuela, sin rebenque,
la voy a saltar en pelo
Será mi único consuelo
y por eso es el motivo
que él no se quede cautivo
de mi derrota en la prueba,
hoy que la muerte me lleva
como colgao del estribo.
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