jueves, 4 de julio de 2013

Mi rancho viejo



Pobre rancho como estás!
se va cayendo tu alero;
tan viejo y güen compañero
de sueños quedaos atrás;
los dos estamos demás
en este mundo mezquino;
ya ves que nuestro destino
es "durar" "trastabillando"
mientras que nos va chirliando
el pampero en su camino.

Cuando la tarde agoniza
con el último fulgor
güelvo a esconder el dolor
que en mi vivir se desliza;
¡La puesta de sol rojiza,
sin bellezas seductoras...
tampoco existen auroras
ni esperanzas de alegría;
solo es fiel tu compañía,
¡Mi ranchito de totoras!

Sos el calor maternal
en mis noches de tristeza;
Vos resistís la fiereza
del más bravo temporal;
vos sos el amigo lial
que no me niega su abrigo;
rancho gaucho sos testigo
de mi existencia marchita
y sabés que aquí dormita
ese pasao, que aún persigo...!

Cuando en el postrer intento
la vida me quite Dios,
quisiera rancho que vos
seas "mi último aposento";
y al guardar el testamento
de una vida sin brillar,
¿Cómo no te he de dejar
ese día mis despojos?
Pa'que te vean mis ojos
al momento de expirar...

*De "Rescoldo de Tradición". 1950.

La captura de Pincén



-"Si quiere Villegas que venga a buscarme",
era la soberbia que hablaba por él,
después contrariado quedó pensativo
vagando sin rumbo el viejo Pincén.

Una tarde al zaino le tiró una matra
lo enfrenó y calzándole al codillo el pie,
con setenta inviernos lo montó y al tranco
enancando un hijo se marchó a esconder.

Esto fue en los montes de Potrillo Oscuro
en un escondite de esa región,
sobre las orillas de unos montes viejos
para estar seguro allí se quedó.

Se decía: "El Villegas es bastante 'toro'
muy capaz que venga a buscarme hoy",
por eso a su pingo con la estaca pampa
justo frente al toldo pastando dejó.

A la medianoche había hecho un sueño
y salió del toldo a ver como está,
el zaino que estaba aparentemente
un tanto intranquilo y dele "orejear".

Contemplando al pingo se quedó el cacique
cavilando dijo, -"El huinca está acá",
y se lamentaba que su toldería
no estaba completa para ir a pelear.

Todos sus guerreros andaban dispersos
sus capitanejos muy lejos también,
a Nahuel Payún lo tenía a tres leguas
y a una legua y media a Pichi Pincén.

No quería el cacique reunir a sus hombres
porque era entregarlos a una muerte cruel,
ya hacía más de un año que el mismo Villegas
en un desparramo mató como cien.

El día sentado pasó junto al pingo
hasta que de pronto al anochecer,
la cabeza el zaino fijaba al naciente.
-"¡Seguro es Villegas!", se decía Pincén.

Llegaba a buscarlo, marchaba de noche
de día por los montes escondíanse,
de pronto estampidos de los "remintones"
entre gritos de indios mezclado al tropel.

Entre la impotencia montó su caballo
enancando al niño, se llegó hacia el
fuego, que rodeaba a su toldería
deseando que alguno lo pudiese ver.

Y cuando lo vieron los milicos todos
en ardua carrera salieron tras él.
Sofrenando el pingo disparó dos leguas
rumbeando hacia el lado de Fota Lauquén.

Aflojando luego las riendas el pampa
se perdió de vista pero divisó,
que había otra fuerza que venía de frente
se apea y al zaino lo desenfrenó.

Y dándole un chirlo para que galope
y el pingo mosqueando al trote salió,
al notar que a todos los ha confundido
allí donde estaba, allí se quedó.

El soldado Pita traía un perro negro
que iba en la columna del cabo TGalván,
y entre los penachos de unas cortaderas
husmeando en las matas se puso a ladrar.

Gruñía crispado erizando el lomo
el soldado dijo: "hay un tigre acá",
y el cabo le apunta con la carabina
montando el gatillo dispuesto a matar.

Por ahí se levanta de entre las plantas
la figura esbelta del cacique aquél,
y el mayor del grupo le grita al baquiano
que le diga pronto el viejo quién es.

Y el pampa que iba haciendo de guía
quedó casi mudo al verlo también,
pronunciando el nombre casi entrecortado
todo sorprendido decía: "Pincén!".

Del tiempo de Alsina lo andaban buscando
el gobierno a muchos caciques compró,
pero no han podido a Pincén convencerlo
su lealtad latía en su corazón.

Y se lo llevaron a Martín García
donde una condena el gobierno le dió;
al más argentino de todos los pampas,
al más atrevido de nuestra Nación.



Pampa escondida



Bajo la cruz del asfalto
yace la pampa dormida.
Torreones de cielos altos
tapan su huella escondida.
Tiene su falda en la orilla
sobre la plata del río
y la atraviesan las villas
de yuyal y pobrerío.
Apaga su voz secreta
el estrépito en el aire;
se vengan sus lunas quietas
con la luz de Buenos Aires.

Pero allí está su latido
en la historia de su nombre:
tropel de malones idos,
de batallas y de hombres.
Retumbos sordos de cascos,
sombra de potros perdidos,
gestas de muerte sin asco,
gestas de tiempos vencidos.
Pero en la verde gramilla
que entre grieta se abre paso,
en ese breve pedazo
está la pampa escondida.

"Canta un guaso..."


"Canta un guaso en estilo campestre los triunfos del Excmo Señor Dn Pedro de Cevallos"
(Foto: René Burri)




  Aquí me pongo a cantar


abajo de aquestas talas,


del maior guaina del mundo


los triunfos y las gazañas.


  Del Señor de Cabezón  5

que por fuerza es camarada


de los guapos Cabezones


que nada tienen de mandrias.


  He de puja, el caballero


y vien vaia toda su alma  10

que alos Portugueses jaques


á surrado la badana.

  Como á obejas los ha arriado


y repartido en las pampas


donde con guampaz y lazo  15

sean de nra. la chigada.


  De balde eran mis germanos


sus cacareos y vrabatas,


si al columbrar a Cevallos


no lo hubo así el come bacas.  20

O mas aina: come gente,

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

  Vuestro dn Pinto Bandeira


salteador de la otra Banda,


  que allá por sus andurriales


y siempre de disparada,  25

huyendo como abestruz


aun se deja atras la gama...


  Ya de Santa Catalina


las batatas y laranjas


no les daran en el pico  30

aun que griten más chicharras.


  Su Colonia, raz con raz,


disque queda con la playa,


y en ella ¿quando la dha


harán de azulejos casa?  35

  Perdone, Sr Ceballos,


mi vena silbestre y guasa,


que las germanas de Apolo
no habitan en las campañas.

Año 1777, aprox.-

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

"El aporte de Maciel es revolucionario y fundacional.
Lo primero, porque se planta frente al sistema imperante en lo
literario, lo deja de lado y asume otro, existente en la tradición
oral. Pero no recoge una pieza de la cultura folk, es decir, parte
del folclore literario, sino que hace literatura folclórica, según
la nítida distinción que estableciera Augusto Raúl Cortazar.
Es el primer letrado que asume la imitación de la voz popular
en la literatura argentina para plasmar un poeta compuesto
y celebrar una hazaña político militar.
Y es fundacional porque, hacia 1777 Maciel se sacó de la manga
un nuevo sistema literario: el gauchesco y, con «Canta un guaso»,
fundó una literatura de notable vitalidad y descendencia".


Dr.Pedro Luis Barcia


Fuente:  http://www.cervantesvirtual.com/




"Las letras rioplatenses en el período de la Ilustración:
Juan Baltazar Maciel
y el conflicto de dos sistemas literarios".





Sangre pampa




Atención pongan si quieren
que vi'a pintar de ande vengo,
¡sangre pampa es la que tengo,
sangre fuerte bien parida!
son herencias recibidas
de mis mayores, sostengo.

Así me hablaba mi padre
con tono lento y sereno,
firme en momentos y bueno,
versos criollos, sentencioso;
era pa'mí religioso
y escucharlo muy ameno.

-"No es bueno andar alardeando
de saberes muy profundos,
no de faltar en el mundo
el que tu palabra enmiende;
¡hasta el hombre más baqueano
todos los días aprende!

"Desconociendo la cancha
no atropelles sin mirar,
siempre debés calcular
donde se esconde una trampa;
pa quien galopa en lo oscuro
cualquier pocito es barranca.

"Si un amigo verdadero
te acomoda algún guascazo,
aguantate el cimbronazo
y pensá sin buscar guerra;
la mula patea el estribo
pero es segura en la sierra.

"Allá donde tengas mando
tratá de ser indulgente,
mas contra los insolentes
conozco remedios buenos;
a pingo duro de boca
de patas largas es el freno.

"El hombre debe andar solo
sin apoyarse entre hermanos,
no convienen muchas manos
pa'dirigir una casa;
el lazo tiene ocho tientos
pero es un hombre'l que enlaza.

"Mire m'hijo, en lo que empiece,
trat'e darle conclusión,
naide niega esta razón
de uno hasta el otro polo,;
no es domador el que muenta
sino el que se baja solo.

"Evite los salameros
que en todo le juega en risa,
prefiera al hombre que pisa
bien asentao en las plantas;
es áspero el cuero crudo
pero es el que más aguanta.

"Las cosas más importantes
dan los mejores provechos,
no les mesquines el pecho
y saliles al encuentro;
cuanto más hondo sea el río
más pescados tiene adentro.

"Aunque el discurso sea largo
no por eso ha de ser cierto,
dejá que los inespertos
lo escuchen con homenaje;
por el largo del cuchillo
no se calcula el coraje.

 "Sólo los hombres muy hombres,
se reconocen culpables,
cuando de ésto alguien te hable
recordá la diferencia;
no conozco ningún ladrón
que no ha gritao su inocencia.
........................................

Y así me hablaba mi padre
su consejo fue mi herencia,
quisiera tener su ciencia
su presencia tan querida;
fue su patrón en la vida:
sólo Dios y su concencia.

Y terminaba diciendo:
-"Pa'l hombre que vive libre
no hay camino desparejo,
clavá las vistas, ¡bien lejos!
pues ande quieras que estés:
por grande que sea el mundo
te queda bajo los pies".





miércoles, 3 de julio de 2013

Viejo Tordillo plateao




Viejo tordiyo platiao
estás como yo bichoco
y a los dos nos queda poco
pa’ dirnos pa’l otro lao.
Una ilusión he guardao
pa’ lo que queda de resto,
quisiera, si no es molesto,
cuando la muerte me ladre:
¡yegar hasta el Santo Padre
yevándote del cabresto!

Estás casi terminao
como el pucho de mi vida
que fuera yama encendida,
briyo y lumbre del pasao.
El destino entreverao
nos dio de todo, parejo,
mis arrugas son espejo
que reflejan tus hazañas,
¡pucha que nos dimos mañas
pa’ poder yegar a viejo!

La plata que hemos juntao
mi vincha me la asujeta,
nunca fruncimos la jeta
ni nos hicimos a un lao;
si anduvimos apretao
durmiendo en el campo raso,
entre talón y porrazo
pechando toros guampudos,
cada cual con lo que pudo
…pero el patrón no hizo caso.

Pensar que te regalaron
pa’ no mandarte pa’l tacho:
vos potriyo, yo muchacho
juntos en el desamparo.
Los inviernos se apilaron
en yunta con el rodar,
después de tanto guapiar
casi a mitá de la cancha,
el corazón se me ensancha
oyéndote relinchar.

Y aura vamos a marchar
sin rumbo fijo ni apuro
que yo, pa’ los dos, seguro
abrigo voy a encontrar.
De lejos te viá a mirar
retozando al descampao
y viá quedarme a tu lao
pa’ guiarte en l’última güeya
cuando te vuelvas estreya
¡viejo tordiyo platiao!

Cielito Federal


 Recopilación de Atilio Reynoso:

Cielito, cielo nublado
Por la muerte de Dorrego,
Enlútense las Provincias,
Lloren cantando este cielo...
Lloren cantando este cielo.

Cielo Cielito Argentino
Cielito del buen Soldado
Por ahí anda un asesino
Que quiere verlo enlutado...
Que quiere verlo enlutado.

Cielo cielito celeste
Cielito del Coronel
Mejor cuídate paisano
Si estabas del lado de él...
Si estabas del lado de él.

Cielo mi cielito triste
A Dorrego lo mataron
Ya estamos viendo su poncho
Teñirse de Colorado...
Teñirse de Colorado.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Recopilación de Lic.Prof. Carlos Pachá:

 Este es el cielo'e los cielos
que hemos todos de cantar
porque ya los unitarios
nos quieren esclavizar.

Cielito, cielo que sí,
Cielo de Carlos de Alvear,
Que con Lavalle a Dorrego
Se han propuesto fusilar.

Ellos con baja traición
del puesto lo derribaron,
sin mirar que las provincias
su poder delegaron.

Cielito, cielo y mas cielo,
cielo de honor ultrajado
mas ellas se han de vengar
su derecho al ver violado.

Si generosas obraron
con la facción abatida,
prueba es de su dignidad
el no haber sido homicida.

Cielito y gloria del cielo,
cielito de federales,
que han de triunfar animosos
como en todas las edades.

El trece lo ejecutaron
al gobierno nacional,
temiendo que a las provincias
él se fuese a refugiar.

Cielito, cielo de Rosas,
el general de campaña,
que en venirse a Santa Fe
hizo una gallarda hazaña.

Si Lavalle ha fusilado
a Dorrego en Navarro,
campo infausto, la Nación
castigará tal desbarro.

Cielito de los civiles,
cielo de vías legales,
que siempre secta unitaria
reclama de Federales.

En el siglo de las luces
que tanto han vociferado
vemos atentados bruscos
de un pueblo incivilizado.

Cielito, cielo de plata,
cielo de la montonera,
aunque no tienen cultura
no harán acción tan grosera.

La sangre que derramó
Lavalle, sin miramiento,
en Navarro de Dorrego
despide un fatal aliento.

Cielito, cielo de errores,
cielo de los levantados,
renacen, como el pelícano,
de ellas miles de soldados.

Vive López, vive Bustos,
Corvalán, Ortiz, Quiroga,
solo Ibarra y Ferrè
sobra para aquella droga.

Cielito, cielo y mas cielo,
cielito del delegado,
Almirante que lo han hecho
creyendo haberle ganado.

Vente, pues, vano Lavalle,
si quieres medir tu espada,
que con Dorrego indefenso
acción fue muy degradada.

Cielito, cielo nublado
por la muerte de Dorrego,
enlútense las Provincias,
lloren cantando este cielo.

Es verdad que en el Empíreo
debe hallarse este pimpollo
de valor, que honrará siempre
su alma grande, el fiel criollo.

Cielito, cielo de "acasos"
que en este mundo suceden,
pues vemos cosas tan raras
que esperarse no se pueden.

Silbando un cielo

(Pintura: Castells Capurro)

Era costumbre madura
pa'Justo Servando Anglada,
la rutinaria llegada
a la pulpería "La Altura";
de ferrea y firme figura
pero de trato cordial
con el rico capital
de amistades a montones,
de mensuales y patrones
o cualquier gaucho casual.

Pa'su sana distracción,
llegao el día domingo,
caiba siempre con su pingo
"pa'olvidar su obligación";
nunca faltaba un rabón
pa'entregarse entretenido;
y aunque ganao o perdido
de ahi era el trago mejor...
porque tiene otro sabor
todo vaso compartido.

A veces una carrera...
unas pisadas de taba...
pero jamás se bandiaba
ni llegaba a una zoncera;
pasaba la tarde entera
dándole el gusto a su "anhelo";
siempre tuvo de siñuelo
la prudencia, a su entender!
Montaba al oscurecer
y se iba silvando un cielo...
......................................
.....................................
Un bochinche superio
de ajuero se hizo escuchar;
como pa'sobresaltar
al grupo del interior;
se oyeron gritos de horror
y con Servando salieron
lo rápido que pudieron
cuasi tuitos los presentes!
Los corazones latentes
en los pechos se oprimieron...

Dos fierros con brío fiero
cruzaban dos mocetones;
pero más que unos pichones
afirmaos a lo carnero;
un criollo gritó certero:
-"¡Asujeten inconcientes!",
los engreídos de valientes
desoyeron la alvertencia;
y entró a rondar la presencia
de desgracias inminentes.

Dispacio se jue acercando
al centro del hervidero,
sin mover el avispero,
el gaucho Justo Servando;
como quien va calculando
una firme intromisión;
y llegada la ocasión,
como un rayo de ligero,
dentró en acción su talero
con soberbia precisión.

Dos golpes que ni se vieron
pero firmes y machazos
chocaron sobre los brazos
y los facones cayeron;
cuasi ni cuenta se dieron
los "guapos" del entrevero
cuando el hombre con esmero
frente a tuitos los mirones
alzando los dos facones
se los entregó al pulpero.

-"Guárdelos por un tiempito
pa'que se enfríen los pollos";
y lo aplaudieron los criollos
con ganas de echar un grito,
alguien expresó un ¡bendito!
por la frustración del duelo;
se arregló, Justo, el pañuelo
montando luego su pingo;
le dijo: ¡adios! al domingo
y se jue silbando un cielo...

El Rincón, 2-11-89.

Con el silbo de regreso


(Dibujo: Castells Capurro)

Voy escuchando el silencio
al dir cruzando en la noche
y arriba, como un derroche
de estreyeríos, presencio.
Tiemplo un silbido y me agencio
de un muy campero compuesto
y mientras tranquea dispuesto
y escarciando mi matucho,
lagrimea la brasa’el pucho
y el cencerro pone’l resto.

Puntea airosa la “lobuna”
que va enseñando el camino
sabedora del destino
que yevamos por fortuna;
con complicidá la luna
guiña de atrás de una nube,
y al tiempo que me’ntretuve
echando un vistazo al cielo,
chista una lechuza en güelo
y un ¡cruz mandinga! me sube.

Dos “moritos”, dos “overos”,
dos “picazos”, y un “gatiao”
-yunta del que voy montao-
van tranquiando compañeros;
es que andando entre reseros
hay que’nsiyar superior,
y yo entablé con sudor
y con pacencia, los pingos
que son sin hacer distingos
cada uno ¡de lo mejor!

Hasta el rancho la distancia
en verdá es bastante larga
pero mi pecho se’mbarga
y el yegar aumenta mi ansia.
Unos pesos de ganancia
yevo de los viajes que hice;
mi paso espanta unos cuices
y yo silbo pa’acortar
el momento de abrazar
mi mujer y los gurises.

                                    (3/09/1982)

Gallitos del aire (Zamba)





Comenzó la zamba y con el pañuelo
te invité a bailarla y fué como un ruego
cuando te acercaste, casi sin aliento
con mucha vergueza dijiste "bailemos"
y así comenzamos a bailar la zamba
poniendo en el baile el cuerpo y el alma.

La luna traviesa brillaba en tu pelo
yo te presentía paloma en acecho.
En la media vuelta me puse a tu lado
buscando tus ojos, mis ojos jugaron;
giraste y te fuiste, tímida y callada
temblorosamente bailando la zamba.

Una vuelta entera, nos puso de frente
mis labios deseaban tus labios ardientes...
Gallitos del aire fueron los pañuelos
que en blanco y celeste pintaron el cielo,
ya la media zamba marcaba el final
y yo presentía tus ganas de amar.

"¡Se va la segunda!",dijo el musiquero
y yo enamorado seguía tu vuelo,
presentí tus miedos casi con asombro,
mientras me mirabas po' arriba del hombro.
Con la mano izquierda me toque el sombrero,
como pa`decirte "aquí voy de nuevo".

Lo demás fue un juego de amagues y esquives,
un tantear de cerca tu cuerpo de mimbre.
Formando un arresto mi pañuelo blanco,
lo entrelazo al tuyo que andaba volando
y fue con el baile, violín y guitarra
la noche más noche, la zamba más zamba.

Una vuelta entera nos puso de frente,
mis labios deseaban tus labios ardientes...
Gallitos del aire fueron los pañuelos,
que en blanco y celeste pintaron el cielo,
mi pañuelo blanco te trajo hacia mí
y tu enamorada dijiste que "¡sí!".