miércoles, 17 de octubre de 2018

Milonga para un día


(Pintura: Horacio Arance)




Se oye cantar un hornero
desde el filo de una rama
y con su silbido llama,
a lo lejos a otro hornero.
El sol ya se viene entero
asomando desde el alba
y se extiende como el agua
sobre su cauce infinito,
mi canto parece un grito
al azul de la mañana.

Ya levantando el rocío,
desde los pastos mojados
el cielo, antes estrellado,
se ha perdido en el camino.
El día es el peregrino
que el tiempo dejó olvidado
y en un andar trasnochado
de penas y desventuras,
y todas sus amarguras,
las lleva desconsolado.

Luego, en la siesta cansada
el día pierde su brillo;
el sol parece un membrillo
de semillas coloradas.
Las horas, como si nada,
borran su tinte amarillo
y se oye el canto de un grillo
que en la noche va a esparcirse;
su canto, es el canto triste,
de algún paisano sencillo.

De pronto, ya todo es calma,
solo el silencio se siente
y en un gemido creciente,
se oye hasta el latir del alma.
La noche, como una palma,
abre su mano doliente
y se encienden nuevamente
las estrellas silenciosas;
cansao, el día reposa,
su sueño de amor ausente.


3 comentarios:

Tolhuin dijo...

Milonga del poeta de Néstor Elías:
https://youtu.be/SxPYnKRdhL8

gauchoguacho dijo...

Muchas gracias Pata Tolhuin por tan fundamental y poético aporte!!! Beso y abrazo juerte juerte

Unknown dijo...

Muy buenas las hueyas y las milongas