Pero qué lindo al regreso:
se hacen ovillo las leguas,
enormes ansias sin treguas
acorreonadas con rezos.
Ta´que lindo que al regreso,
ya con el pelo crecido
de las ausencias rendido
y de caricias taperas,
trepar como enredadera
hasta tus ojos dormidos.
Pero qué lindo al regreso:
relinchando la entablada,
retretas de clarinadas
me erizan dende los huesos.
Ta'que lindo que al regreso
un guardaganao de hornero,
palo a pique, pajarero,
mangrullando la tranquera.
Y al fondo un rancho que espera
con olor a pan casero.
Pero qué lindo al regreso:
un apuro parejero,
extrañando los aleros
y la ternura del beso.
Ta'que lindo que al regreso
te sorpendan los tallidos
con el fogón encendido
del abrazo siempre estrecho
y en la pampa de mi pecho
se acollaren tus latidos...
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