(Dibujo: Rodolfo Ramos)
Babiando y echando espuma
ganó la oriya un guampudo
atropellando entrañudo
liviano como una pluma;
se hace’l tierral una bruma
que algo le’scuende las patas
pues apuesta en la bravata
perderse en la inmensidá
…que’l afán de libertá
su estampa crioya delata.
Pero rispondiendo al grito
de: “¡atajen atajadores!”
salió a mostrar sus valores
un paisano, en un “morito”,
ágil, dócil y bonito
que bien pisao y baquiano
en un tris lo tuvo a mano
golviéndolo sobre’l paso
…y alguien mentó: “¡Qué pingazo!
es el moro rabicano!”.
El paisano es uno más
de los tantos que campean
a la hacienda que lidean
bagualona y montaraz;
su “rabicano” es capaz
de’ncararlo hasta Mandinga
y es justo que se distinga
que un crioyo le dio el amanse
¡porque nunca en este trance
tayarán, costumbres gringas!
(9/04/1996)
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