Até en el carro una mula zaina
sin palpitarme que era empacona,
es veterana y la va de guaina,
solo recula la muy sobona.
Llegué a pensar que era madrinada
y para ver si estaba en lo cierto,
le puse en yunta de la enganchada
de cadenero un burrito tuerto.
Aquí está el carro y ella empacada
y el burro tuerto tira patadas,
estoy trancado en medio del río
y la corriente es un desafío.
Lo pierdo todo si yo me bajo
pero este carro se va al carajo;
me he procurado mis propios males
al elegir estos animales.
Llevo en el carro bolsas de avena,
no se imaginan que es su comida,
da mucha bronca y da mucha pena
verlos tan brutos en su porfía.
Allá en la orilla otros animales
rebuznan chochos con la empacada,
los demás burros que como tales
van derechito a sufrir hambreada.
Ella se siente muy aplaudida
también el tuerto recobra vida
como explicarle a esta rara yunta
que al bien de todos mi carga apunta.
Saco experiencia para otra vuelta
ni burro tuerto ni mula esbelta,
voy a pensar en sus condiciones
para mis próximas elecciones.
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