Vida Oculta
Pa que el hombre juera Dios
el mesmito Dios se hizo hombre,
y pa subir con renombre
hasta el cielo nuestro ser,
bajó al mundo pa tener
nuestra carne y nuestro nombre.
Por aquél tiempo de Dios,
viendo al hombre tan bagual,
le envió el Patrón Celestial
a Jesús nuestro Señor,
pa atarlo con ese pial
al palenque de su amor.
1. La Anunciación
Al pago de Palestina
con un mensaje de amor,
se apió el chasqui del Señor
pa preguntarle a María,
si en nombre de Dios quería
ser Madre del Redentor.
Y "Dios te salve, María!
- le dijo el ángel Gabriel-,
pa salvar al hombre
infiel
serás Madre de Jesús,
que brillará como luz
en la noche de Israel".
"Vendrá el Espíritu Santo,
su sombra te cubrirá,
y en adelante serás
la Madre de Dios visible,
porque nada es imposible
a su Eterna Majestá."
"Hágase
su voluntá",
le dijo entonces María;
y dende aquél santo día
tuvo el hombre la
esperanza
que en la divina balanza
siempre el amor ganaría.
2.
Visita a Isabel
Y mientras corría el tiempo
conforme al
divino plan,
jué la Virgen con afán
a visitar a Isabel,
que según dijo Gabriel
sería la madre de Juan.
Al
saludarla su prima
le dijo: "Bendita Tú eres
entre todas las mujeres!"
Y ella dijo en alta voz:
"Bendito más bien mi Dios
que amó nuestros padeceres!".
3.
Nacimiento de Jesús
LLegó así el tiempo sagrado
en que Dios debía venir;
el rey pa saber
su influir
mandó
empadronarse a
todos,
y ansí a Belén, de este modo,
José y María se han dir.
LLegaron a la ciudá
con los últimos destellos;
pa tomar algún resuello
golpiaron puertas y hogares,
pero en todos los lugares
no tenían
lugar pa
ellos.
Y
sus hermanos,
los hombres,
le negaron sus umbrales;
Él vino a curar
sus males
y tuvo, como un mendigo,
que limosniar un abrigo
a una cueva
de animales.
Y llegó el tiempo de Dios
pa salú de los mortales;
como un pimpollo que sale
floreció el Divino Niño,
y la Virgen con cariño
lo envolvió con los pañales.
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