"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
Fue un bajo, después laguna,
con el tiempo se hizo isla;
el río le fue arrimando
tierra y agua, sauces, vida.
Don Pedro la vio creciendo
mientras sus hijos crecían.
Se van yendo río abajo
esos hijos de la Luisa.
-“Hay que entender esta vida,
sabe, mozo”, me decía.
Siempre algo nos da éste río,
pero hay veces que nos quita.
Don Pedro se fue apagando
como fueguito de chilcas;
quedó prendido a la redes
una fiera amanecida
y su alma de camalote
boya entre azules crecidas.
Es eco de ausencia el rancho;
monte y cielo, vieja Luisa,
habiendo criao tantos hijos
a fuerza ‘e pan en la isla,
la isla que trajo el río,
río que nos da y nos quita.
Aquí vengo don René
porque me doy de canejo
y aunque usted cree que estoy viejo
no me va a encontrar de a pie,
mas como me tengo fe
y es pa'mi cosa sencilla,
si precisa una tropilla
sus puesteros, sus mensuales,
deme un lote de baguales
pa'domarle una tropilla.
Ahí veo un lot'e gateaos
donde andan varios lobunos,
entre ellos creo que a ninguno
les quede mal mi recao,
y un bagual bayo encerao,
liviano de buena cría
de aquellos que bien diría
el paisano Belisario:
"pa torearlo al comisario
frente a la comisería".
Dígale a su mayordomo
que aparte nomás un lote,
que ande aflojan el cogote
yo me le voy a ir al lomo
y ahí usted podrá ver cómo,
si es un lote parejito,
van a andar los pobrecitos
por detrás de la madrina,
lo mismo que una gallina
con un montón de pollitos.
Y verá que los corrales
se van a entender conmigo,
sin padrino, sin testigo,
sin ayuda de sus mensuales;
no me asustan si me salen,
beyacos o pateadores,
duro'e boca o boleadores,
yo pa'peliar sus patrañas
tengo cancha, astucia y maña
como pocos domadores.
Y aunque he bandeao los sesenta,
no se aflija por mi edad
que ya voy por la mitad
pa'llegar a los setenta;
como me sobra pimienta
y no les tengo recelo
por si me toman el pelo
y quieren pegar un brinco,
le echo al lomo veinticinco
y el resto dejo en el suelo.
Y verá después de rienda,
si usted es hombre delicao,
baguales bien enriendaos
pa'trabajar en la hacienda;
y pa'aquél que de ésto entienda
pa'que se la vea ganada
me verá echarle la armada
a campo a cualquier ternero,
o cueriar y echarle el cuero
sin tirar una patada.
Es un lujo pa'l paisano
que todavía no ha muerto,
a rodeo a campo abierto
que sepan parar a mano,
y ahí verá tarde o temprano
lo que en mi saber encierro,
cuanto agarren el cencerro
se lo saco a mi manera:
paradores donde quiera
seguidores como perro.
Y para aquél que de éste oficio
algo entiende entre el gauchaje,
no me interesa el pelaje,
la marca ni el sacrificio;
y sin ningún desperdicio
como hombre conocedor
siempre ha dicho el domador
que del saber hace gala:
"con las caballadas malas
se luce el entablador".
Y le digo don René
que me sabrá disculpar
si un día me ve llegar
cruzar el campo de a pie,
pero también le diré,
hablando así entre nosotros,
que así como tantos otros
andan echo una maleta
yo aunque sea con las muleta
andaré arriba'e sus potros.
Eso si, al bayo encerao,
si usted no lo toma a mal,
le eché el ojo a ese bagual
pa'lucirme en él montao;
pues va a ser como mandao
pa'una carga a deguello
y como va a ser de aquellos
que andan en pocas tropillas,
me lo deja pa'mi silla
por la doma'e varios d'ellos.
Y verá si no le fallo
ni se los echo a perder,
en su estancia va'tener
pa'lucirse de a caballo;
y cuando me vea en el bayo
en un rodeo apartando,
podrá usted decir gozando
con la mayor alegría
que en la tierra entuavía
algo criollo va quedando
Vengo mi rastro dejando
igual que dejaron otros,
rastro de botas de potro
y de lanzas arrastrando;
yo soy el que estuve cuando
la patria me precisó,
aquél que el cuero dejó
por la libertad naciente,
ese que anónimamente
por esta tierra "pelió".
Soy el gaucho libertario
que a campo raso vivía
y el desierto conocía
como medio necesario,
a veces fui perdulario
si la ocasión me obligaba
mas cuando el clarín sonaba
por la libertad naciente,
yo era el que anónimamente
por esta tierra peleaba.
Soy el de sangre mestiza
que anduvo en los entreveros
de trabuco y caroneros
defendiendo una divisa,
cuando se haga la requisa
de la historia como fue
se darán cuenta por qué
en la libertad naciente:
yo fui el que anónimamente
por esta tierra "pelié".
...por la fuerte tormenta desatada a las 2.30 de la madrugada del 30/12/18
La negra comba del cielo
jué presagio’e batifondo
y rompió un trueno en redondo
los nubarrones de un pelo,
-de un relámpago el desvelo
había anunciao la junción-,
y se soltó un chaparrón
como p’ahugar a la tierra…
¡Amalaya… la gran perra,
qué tristura y desazón!
Como a baldazos se oía
que se descargaba el agua
queriendo apagar la fragua
que había tayao tuito el día;
un juerte viento corría
como arriando la calor
y a lo lejos el fragor
de un trueno tras otro diba
anunciando de que arriba
la cosa estaba pa’ pior.
Al pronto, dispués de un rayo
que alumbró por un segundo
s’hizo un silencio projundo
y amainó, como detayo:
se alzó el viento de soslayo
y pa’ otros pagos rumbió,
el agua se serenó,
s’hizo el chaparrón garúa,
y unque liso continúa,
lo pior -pienso-, ya pasó.
Se jue’scurriendo la noche
y cuando amagaba el día
con la primer luz se vía
que’l viento tayó a derroche:
al tala l’hizo un desmoche
que amontonó contra el pozo,
que se’ncuentra pesarozo
porque le ladió el crucero
y en las chapas del chiquero
dejó enroscao un destrozo.
El arroyo es un espejo
yenito de oriya a oriya
y el agua del bañao briya
limpita, a puro reflejo.
El tormentón se jué lejo’
tras de su azote brutal,
cruel pa’l hombre o animal
cuando desata su embate,
pero aura… templando el mate
¡soy capataz de mi rial!
El 18 es puro achaque
y el 19 se alista
que ya está pidiendo pista
sacudiendo el almanaque;
¡dejen nomás que se atraque
que lo habremos de domar!,
pero aura quiero brindar
(aunque’n verdá, poco bebo),
por Navidá y Año Nuevo
¡y que Dios venga’lumbrar!
Querido Niño Jesús,
te he venido a saludar,
hoy he querido acallar
todas las voces de ajuera,
pa' que tengamos siquiera
un rato pa' conversar,
El pesebre está muy solo,
todos andan ocupados,
no es que te haigan olvidado
ni es que no piensen en vos,
solamente Niño Dios
andan medios preocupados.
Es por eso que he venido
a visitarte un ratito…
y a traer estos huevitos
que esta mañana he juntado,
y este pan recién horneado
y este cuero de cabrito…
A la orilla del aljibe
dejaré mis alpargatas…
No quiero pedirte plata,
quiero pedirte trabajo,
estoy muy pobre caracho,
los chicos andan en patas.
Según el cura me ha dicho,
no hay que sentarse a esperar.
También se debe pechar,
de mientras se va rezando,
por eso vengo pechando
pa' ver si puedo arrancar,
Ahora que estamos solos,
quiero pedirte un favor,
cuando me llegue el dolor,
la vejez, la enfermedad
o la mesma soledad,
no me abandones Señor.
Te propongo Niño Dios
equilibrar la balanza,
yo voy a tener confianza
en que me vas a cuidar
y vos me vas a alumbrar
con la luz de la esperanza.
Nací en el campo y me crié
igual que el “cardo castilla”,
y los males en tropilla
desde chico soporté,
y sin más motivo qué
mostrarme alegre y contento
le canto a los cuatro vientos
en los fogones rurales
mezclao entre los mensuales
y peones de campamentos.
Aunque de hazañas no hay nada
si voy a contar mi vida
yo contaré las perdidas
que otro cuente las ganadas;
me mido en la atropellada
cuando hay que salvar escollos,
en esta razón de apoyo
y perdón si me equivoco,
prefiero pialar con poco
que errarle con muchos rollos.
Soy, pa’ ser más caballero,
buen perdedor cuando pierdo,
me gusta más si es por lerdo
que por demasiao ligero,
sentador y pescuecero
a las mala’ y sus embates
y aunque disimular trate
los desengaños me han hecho
tremendo cayo en el pecho
como al avestrú’en el mate.
Detesto la fantasía
y por gusto de florearme
no me verán adornarme
con plumas que no son mías,
y no aprendí todavía
a mentir como a porfiar,
soy cuero sin macetear,
me sobó la mala suerte,
rústico pero más fuerte
que bozal de palenquear.
Soy tronco de árbol añoso
sasonao por una serie
de inviernos a la intemperie
y veranos calurosos;
precavido, respetuoso,
modesto, más bien callao,
y si pretende un mal criao
sobrarme con sus diabluras
¡qué no se cargue de achuras
porque el mondongo es pesao!
Yo tengo un hijar mediano,
que anduvo pegao al basto
y acolchonando los pastos
para dormir en verano.
En parte medio tobiano
por los rigores del uso,
vaya a saber en qué chuzo
supo andar como pellejo,
a mí me lo trajo un viejo
que lo llamaban “El Ruso”.
Me contaron que este cuero
que denota poca cosa
también acampó en la choza
guareciente del matrero,
galopó con el resero
por el desierto pampeano,
fue el amparo soberano
de la gente en las boleadas,
y de noches resabiadas
en los sueños del baquiano.
El paisano precavido
en aguacero y helada
en las pajas coloradas
hizo un hueco protegido,
arriba puso tendido
el cuero pelaje afuera
y pa’ que no se moviera
con hueso o alguna guampa,
le puso una estaca pampa
con tientos de la encimera.
No confundir al hijar
con la parte de la ijada,
son dos cosas separadas
ni siquiera similar,
un caballo al realizar
una tarea pesada
aumenta la resollada
y entre costilla y cadera
fíjese de que manera
hace temblar las ijadas.
Diferencias sustancial
que le recalco mi amigo,
uno, hecho para abrigo
el otro, vida animal
al invento original
de variada aplicación
lo mantengo en el galpón
aparcereando un estribo
porque olfateando percibo
perfume de tradición.
"Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música..." Jorge Luis Borges
"La pampa, señor, es como la serpiente..., lo magnetiza al hombre, lo encanta y lo adormece, y al fin se lo devora". (G.E. Hudson)
Visite al Gauchoguacho en...
Estancia "La Brava"
Pampa
Madre. Horizonte. Soledad. Llanura franca al sol que sólo sabe de tu curva...Cuna, sepulcro y sustento. Creadora del gaucho afirmativo, del caballo amigo de la distancia, del puma escondido y del chajá ascendente. Pretexto de vagabundas ansias de partir sin meta...¡Tú que das resignación al pequeño, empampado de infinito! Ricardo Güiraldes.
El hombre nacido en la pampa tiene todo el cielo y todas las estrellas que parece que se le vienen encima. Tiene las primeras luces del sol a la mañana y las últimas del anochecer. El horizonte es la primera abstracción para el hombre, ya que es una línea que se ve pero que no existe, porque en la medida que avanza, se aleja más. Nunca va a encontrar el horizonte, sin embargo está ahí. Entonces el canto de ese hombre es reflexivo, intimista, profundo, como asombrado por la grandeza de la inmensidad. (Suma Paz)
"La pampa con su mutismo imponente y su monotonía tan característicos, predisponían poco a la locuacidad. -'El campo es tan lindo, me decía cierta vez un gaucho, que no dan ganas de hablar" Leopoldo Lugones
Paisajes
Pareciera que se agacha la huella del horizonte, y uno se pierde en el monte hasta hallar una lomada. La tierra parece nada y en ella se afirma el hombre.
Presentación
De n'antes
De ranchos y taperas
Pa'la moza
Sucedidos
Oficios
Nuestros paisanos los indios
Cosas del campo
Baguales
Jenofonte dice que al andar a caballo se siente la necesidad de que a uno le crezcan alas... Así el caballo resulta no sólo maestro del músculo sino también del alma... El caballo educa, rige al hombre y le da una filosofía propia. La filosofía de un jinete es distinta a la de un caminador...En el caballo se aprende la vida. Sobre su cabeza nace la lejanía y entre sus cascos se fatiga la tierra. A todo el que va jinete en su caballo su soledad lo acompaña. (Eduardo Jorge Bosco). ..................................................................................
A un domador de caballos
"Cuatro elementos en guerra forman el caballo salvaje. Domar un potro es ordenar la fuerza y el peso y la medida: Es abatir la vertical del fuego y enaltecer la horizontal del agua: poner un freno al aire, dos alas a la tierra..." (Leopoldo Marechal)
Juiiira perro
Bichos de mi tierra
De chacota.
Canto con jundamento
Viva la Patria
Aquí me pongo a cantar
Cruz diablo
"He dicho muchas veces que aquí recibí mis primeras lecciones de abismo y de absoluto.
El cielo me las dió, me las dió la llanura abierta y desmesurada. (Olga Orozco).
Pero yo he vivido libre
y sin depender de naides
siempre he cruzao a los aires
como el pájaro sin nido,
cuanto sé lo he aprendido
porque me lo enseñó un "flaire".