martes, 9 de noviembre de 2010

¡Un momento, mosito!

(Foto: Luis P. Hardoy)
¡Un momento, mosito, no se gaste!
¡'ta muy equivocao si anda pensando
que me va'arriar a gritos pa'nde quiera
igual que a los dímás!... En tuito el pago
saben que juí rebelde a los mandones,
que náides me hiso güeno a chicotasos,
y que no agüanto pulgas a denguno,
ni a caudiyo, ni a jués, ni a comesario!
¡Sofrene el mancarrón, no pierda el tiempo
si quiere converserme grioniando!
en mi vida he cayao muchos gritones
¡y fíjese que tengo el pelo blanco!
...¡Güeno... güeno... no mi'haga esos pucheros!
¿Cómo le viá negar lo que me pide?
si usté es dueño y siñor en estos campos!
... ¡No yore... que su Tata dende arriba
vá'creer que agüelo y ñeto andan peliando!
¿Sabe que vá'pensar?... ¡que no servimos
pa'manejar las riedas de su rancho!
...Haber...¿qué es lo que quiere?... ¿la petisa?
¡'tá bien, la vá'montar!... ¿Vé?... conviersando
se consiguen las cosas mas lijiero
que con yoros y gritos... ¡Vaya al tranco!
¡Mire que el animal anda sentido
y no está pa'que lo anden galopiando!
¡Y no me vaya lejos!... ¡¡Oiga!... ¿No me oye?
¡¡No la'haga galopiar!!... (¡Diablo el muchacho!
...¡se me jué nomás el sabandija!)
¡Y güeno... que va'hacer!... Mirá, Nicasio,
vos dende arriba lo verás a tu hijo,
y te darás cuenta que no me hace caso...
pero no te asustés, gracias al cielo
nada le va'a pasar... ¡te salió gaucho!...

Te vas milonga

domingo, 7 de noviembre de 2010

Milonga

Milonga del corazón

Tengo una achura en el pecho
que le llaman corazón,
es como un cencerro gaucho
con un badajo cantor.

Cuando es linda la mañana
suena contenta su voz
y hasta se vuelta traviesa
como potro retozón.

Pero ocasiones ocurre
que el invierno es llovedor
y el cencerrito en la noche
tiene un acento tristón.

A veces como un vientito,
parecido a la ilusión,
viene y le arranque un sonido
y él cree que ha salido el sol.

Tengo que andarlo retando
pa hacerlo entrar en razón,
pero como es muy ladino
me gana la discusión.

¡Malaya si yo pudiera
dejarlo en algún rincón!
pero está dentro del pecho
y sin él: yo no soy yo.

Ausencia

Milongueo del ayer

Despuntando el vicio

Horizonte infinito

Recuerdos de la pampa

jueves, 4 de noviembre de 2010

Décimas de fogón

(Dibujo: Eleodoro Marenco)
Me crié a barro paisano
después pisé el adoquín
pero en todo ese trajín
me aquerencié de los llanos
yo mismo fui mi baqueano
y busqué en los entreveros
en dónde el canto sincero
de mis hermanos mayores
eran como ramo de flores
en ráfagas de un pampero.

De chico me acostumbraron
no golpear este instrumento
compañía de mi acento
en trovas que ellos legaron
y en mi pecho se quedaron
los versos y las lecciones
disipando nubarrones
en esas frías mañanas
como ansiadas resolanas
calentadas en emociones.

Me perdonaran si a veces
comienzo a ponerme serio
pero tengo en mi criterio
el no andarme con dobleces
como pasto que se mece
haciendo al trébol cosquilla
me divierto a maravilla
en la inocencia campera
no toco cantos de afuera
para alegrarme en la trilla.

De mentiras supe tanto
que hasta disprecio al cantor
que nunca entrega la flor
nacida en el mismo canto
guitarreros conocí cuantos
triunfadores de mil farras
y sus manos eran garras
destrozando melodías
vi entendidos que aplaudían
al ver sufrir la guitarra.

Paisanos que están aquí
cantarles es mi destino
soy un cantor campesino
que da lo mejor de sí
y como nunca mentí
brindo respeto al fogón
y ya que es buena ocasión
pa´ cantar a lo argentino
no le daré buenos trinos
pero si mi corazón.