Seguro que'n barco vino
y acaso juera polaco
o tal vez ruso o austriáco
pero al fin, jue un argentino.
En vestimenta, genuino,
chambergo, faja, bombacha
le daban paisana facha
de habitante de'ste suelo,
y de alpargata y pañuelo
e inmejorable su tacha.
Ayí en su rancho vivía
siempre solito nomás
y en paraje que además
yeva nombre de armonía.
En "La Paloma" tenía
el lugar de residencia
y acaso hiciera querencia
por sus lujosos vecinos,
y lograron los destinos
con el tiempo una confluencia.
Poco sabía del mundo,
las radios, no lo turbaron
y los diarios no lograron
que perdiera ni un segundo.
Se'ntregaba, y de projundo
eso sí, pa'una truquiada
pero ya a la madrugada
estaba el hombre parao,
y tras el corto matiao
encaraba la rumbiada.
Siempre tenía'lgo que hacer
si no había que cosechar
nunca leña iba a faltar,
cardos o marlos pa'rder.
La pala, estaba en su "haber"
pa'gastar en la puntiada
pero él hizo de la'zada
el compromiso mayor,
poniendo en eya el fervor
que uno le pone a su amada.
Pero tuvo'tros amores
como la orquiya y maleta
que con la'huja, completa
el rumbo de sus primores.
Y mezclao entre hombriadores
también se lo supo ver
y en el diario'e su quehacer
no mucho más figuraba,
pues la sapiencia no daba
pa'encarar "otro metier".
Él no supo de un arao
ni tampoco de'nsiyar,
cuantimenos de cueriar
o verijiar un volcao.
Pero si jue el dotorao
en su lucha con los yuyos
por propios méritos suyos
pues los campos dieron frutos,
porqu'él volcó sus tributos
en la tierra'e los mangruyos.
5 comentarios:
Discúlpeme de en serio le pido, por usarle mal la foto de su tatarabuelo, don Ignacio, ya mesmito se la cambio y gracias por pasar y aclarar. Le mando un juerte abrazo reparador!
Publicar un comentario