Canto 1
Preludio
En el cielo de la Patria,
como señero divino
de nuestro alto destino,
reluce, como el lucero,
Don José Gabriel Brochero
el Cura Gaucho Argentino.
Jué hombre que, con su vida,
escribió una linda historia;
-para honrarla a su memoria,
voy a componer un canto;
-que Dios y tuitos los Santos
me inspiren desde la gloria.
Cantar a los hombres grandes
es labor bastante ruda;
y, si el cielo no lo ayuda,
uno se queda cortao;
-que la lengua se le añuda
hasta al cantor más letrao.
Si yo me pongo a cantar,
lo hago sin pretensiones;
porque sé que, en ocasiones,
aunque salga mal el canto,
ante Dios y ante los Santos,
valen más las intenciones.
Hay cantores que han cantao
a los grandes ciudadanos
que, a favor de sus hermanos,
han hecho un mundo mejor;
-yo canto al hombre cristiano
que pelió y murió por Dios.
Los hombres de campo y sierra
mediando el siglo pasao,
vivían abandonaos,
sin leyes, ni religión;
-rudos y sin instrucción,
andaban, de Dios, olvidaos.
Pa'l pobre y pa'l indefenso,
no había ley que los avale;
y pa como de sus males,
con vicios los asonsaban;
-y luego se los arriaban
como si jueran baguales.
Muchos andaban errantes,
como ovejas sin pastor;
-Brochero sintió el clamor
de tantas almas perdidas;
y les dedica su vida
para arrimarlos a Dios.
Jué, de Cristo, un santo apóstol
entre sus mesmos paisanos;
-en un trato mano a mano,
supo darles su enseñanza,
y llenarlos de esperanza,
de la fe y amor cristiano.
Su vida jué todo ejemplo
de lucha y abnegación;
-con su prédica y acción,
llevó, a los hombres, la luz
del Evangelio y la Cruz,
santo y seña'e salvación.
En un rincón de la Patria,
por su progreso luchó;
-a la Iglesia, le entregó
tuita su larga vida;
-y una obra bien cumplida,
pa bien de todos dejó.
Por eso el Cura Brochero
se merece eterna gloria;
y de pasar a la historia,
como hombre y como santo;
-por eso canto este canto
pa perpetuar su memoria.