Juí, los otros días, al poblao a tráirle
un frasco e'remedio pa mi pobre "china",
y dejando ajuera maniao el "matungo",
dentré a la botica.
No s'el boticario con qué ojos me vido,
qu'en mi cara mesmo,
se rilló ¡el "trompeta"! cuando li'hube dicho
que me diera un frasco lleno di "uso esterno".
Pero tuvo al punto que "arrollar las cuartas"
en cuanto me vide que achiqué los ojos,
y que, despacito, refalé la mano
por abajo el "poncho".
Corasón muy güeco, dejuro, el del hombre,
p'achicarse ansina, de primer dentrada...!
¡Si pá no morirse di arrollarse tanto,
llamó, p'agrandarse, la sangr'e la cara...!
Güeno...n'hubo nada... ¡Mintras misturaba
no sé qué ingredientes,
mis ojos, curiosos, se quedaron quietos
en un aparato que teniba enfrente.
Me dió el hombr'el frasco, y al dir disprendiendo
mi "carpincho" viejo, "campiando" moneda,
le pregunto: Diga: esa "romanita" que tiene áhi colgada
¿di ánd'es que l'engancha lo que pesa en ella?
Eso no es "romana", me dijo muy serio,
es un... ¡ni me acuerdo qué nombre le puso!
Lo traimos di Uropa, p'anunsiar los cambios
que ha é'tener el tiempo, en el día foturo.
¡Li "abrí la jareta"! Y una carcajada,
"machasa", de grande, llenó la botica.
Y áhura mesmo pienso qu'esas risas jueron
las que con más ganas yo largu'en mi vida.
Risas que salieron por boca y narices,
y hasta por los ojos, hechas lagrimones,
¡si hasta en la "barriga" sentía que andaban
en regolusiones!
Me miraba el hombre con la boc'abierta,
y los ojos grandes, "como el dos de oro".
Y en cuantito pude "sofrenar la cosa",
li hablé d'este modo:
- Ah don Boticario!
¡Que había sido gringo!
Mire que di Uropa, p'anunciar el tiempo,
tráir l'aparatito!
Yo que soy un gaucho
que de nada entiendo,
le digo ¡a la fija! si v'haser mañana
güen o malo el tiempo.
Cuando por la noche, di adentro 'e mi "rancho",
siento qu'el "chingolo" su estilito canta:
sin errari'el viaje, sé que al otro día
viento se levanta.
Cuando mi "Corbata", ¡perro macanudo!
s'echa pans'arriba,
y ansina está un rato, meniando las patas,
¡es agu'a la fija!
Si los "gallos" cantan temprano e'la noche,
-faltando a las reglas que tienen su canto-
vé usté, cuando vienen las "barras del día"
serrasón "machasa" qu'embellona el campo.
Dispués, mis heridas, y el sol y la luna;
los vientos, las ramas, y muncha otra cosa
me anunsian el tiempo mucho más en fija!
qu'ese aparatito que ha tráido di Uropa.
Y áhura, viejo, "escupa... que ha tragao un pelo!"
Pá otra güelta nunca si apure, don Gringo,
en ráirse de náides:
"qu'el último en ráirse, rái mucho más lindo".
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Al voliar la pata pa montar, di güelta
la cara en el aire, y vide que varios
qu'estaban adentro, quedaban rillendo
del "papel tordillo" qu'hizo el boticario.