miércoles, 17 de octubre de 2018

Como los cardos rusos ( Huella)

(Foto de "Salsola kali", Cardos rusos)



La estrella del poniente
me va alumbrando
por esta huella larga
que voy andando.

Me apuran la nostalgia
tal vez por eso
se estiran la distancia
en el regreso.

 No afloje mi estrellero
que su alegría
venteándolo al pampero
también es mía
Voy galopeando pampa
por trebolares
que cerca estoy del pago
no hay quién me pare,
larairalarailaila,larairalarailaila,
que cerca estoy del pago
no hay quién me pare.

Rodé por muchas huellas
tras mi destino
como los cardos rusos
por los caminos.

Y vuelvo a la querencia
marchita el alma
igual que pasto puna
por la heladas.

No afloje mi estrellero
que su alegría
venteándolo al pampero
también es mía
voy galopeando pampa
por trebolares
,qué cerca estoy del pago
no hay quién me pare,
larairalarailaila,larairalarailaila,
qué cerca estoy del pago
no hay quién me pare.


Milonga para un día


(Pintura: Horacio Arance)




Se oye cantar un hornero
desde el filo de una rama
y con su silbido llama,
a lo lejos a otro hornero.
El sol ya se viene entero
asomando desde el alba
y se extiende como el agua
sobre su cauce infinito,
mi canto parece un grito
al azul de la mañana.

Ya levantando el rocío,
desde los pastos mojados
el cielo, antes estrellado,
se ha perdido en el camino.
El día es el peregrino
que el tiempo dejó olvidado
y en un andar trasnochado
de penas y desventuras,
y todas sus amarguras,
las lleva desconsolado.

Luego, en la siesta cansada
el día pierde su brillo;
el sol parece un membrillo
de semillas coloradas.
Las horas, como si nada,
borran su tinte amarillo
y se oye el canto de un grillo
que en la noche va a esparcirse;
su canto, es el canto triste,
de algún paisano sencillo.

De pronto, ya todo es calma,
solo el silencio se siente
y en un gemido creciente,
se oye hasta el latir del alma.
La noche, como una palma,
abre su mano doliente
y se encienden nuevamente
las estrellas silenciosas;
cansao, el día reposa,
su sueño de amor ausente.


Así me hablaba mi padre



Atención pongan si quieren,
Que vi'a a pintar de ande vengo.
Sangre pampa es la que tengo,
Sangre fuerte, bien parida.
Son herencias recibidas
De mis mayores, sostengo.

Así me hablaba mi padre,
Con tono lento y sereno;
Firme en momentos y bueno,
Versos criollos, sentencioso,
Era pa' mi religioso
Y escucharlo muy ameno.
----------------------------------

"No es bueno andar alardeando
De saberes muy profundos.
No ha de faltar en el mundo
El que tu palabra enmiende:
Hasta el hombre más baqueano
Todos los días aprende.

Desconociendo la cancha
No atropelles sin mirar,
Nadie puede calcular
Donde se esconde una trampa:
Pa' quien galopa en lo oscuro
Cualquier pocito es barranca.

Si un amigo verdadero
Te acomoda algún “guascazo”
Aguantate el cimbronazo
Y pensá sin buscar guerra:
La mula patea el estribo,
Pero es segura en la sierra.

Allá donde tengas mando,
Trata de ser indulgente,
Mas contra los insolentes
Conozco remedio bueno:
A pingo duro de boca,
De pata larga es el freno.

El hombre debe andar solo
Sin apoyarse entre hermanos,
No convienen muchas manos
Pa' dirigir una casa:
El lazo tiene ocho tientos,
Pero es un hombre el que enlaza.

Mire, mi hijo…en lo que empiece, 
trat'e darle conclusión
Nadie niega esta razón
Del uno hasta el otro polo:
No es domador el que muenta,
Sino el que se baja solo.

Evite los zalameros
Que a todo le juegan risa,
Prefiera el hombre que pisa
Bien asentao en las plantas:
Es áspero el cuero crudo,
Pero es el que más aguanta.

Las cosas más importantes
Dan los mejores provechos.
No le mezquines el pecho
Y saliles al encuentro:
Cuanto más hondo sea el río
Más pescados tiene adentro.

Aunque el discurso sea largo
No por eso, ha de ser cierto,
Dejá que los inexpertos
Lo escuchen con homenaje:
Por el largo del cuchillo,
No se calcula el coraje.

Solo los hombres muy hombres
Se reconocen culpables.
Cuando de esto alguien te hable,
Recordá la diferencia:
No conozco ni un ladrón
Que no ha gritao su inocencia.

Y así me hablaba mi padre,
su consejo fue mi herencia.
Quisiera tener si ciencia,
Su presencia, tan querida,
Fue su patrón en la vida:
Solo Dios y su conciencia.

Y terminaba diciendo:

Pa’l hombre que vive libre
No hay camino desparejo.
Clavá las vistas muy lejos,
Pues ande quiera que estés,
Por grande que sea el mundo
Te queda bajo los pies.



martes, 16 de octubre de 2018

Último soneto


(Pintura: Juan Manuel Blanes)



Para Margot


Cuidando la ternura de tus ojos
para el regreso de la primavera,
me verás, día a día, en la ribera
vaga y crepuscular de tus sonrojos,

Y arrodillado para tus antojos;
y vertical para tu enredadera,
y el alma en cruz, con gesto de madera
para la redención de tus enojos.

Siempre soberbio, y siempre delicado;
manos de piedra para tu cuidado,
con secreto pulmón para tu encanto.

Todo en ti por amor y por llamado;
porque habitas mi abrazo abandonado;
porque enciendes el fuego de mi canto.

Viento de Octubre

(Pintura: Molina Campos)



Sos linda, pero chúcara y artera...
Carnes de nubes y ojos estivales,
coloriaste esos labios infernales
bebiendo sol poniente en la tranquera.

Linda... para encontrarte en la pradera
durmiendo entre jugosos pastizales
cuando haga en el ollar de los baguales
su nervioso fogón la primavera!

Yo cortaría el tiento que me amarra,
con la violencia de una fiera en celo;
y llevando la seda de tu pelo
como pendón de muerte en mi moharra,
me iría con tu voz en la guitarra
y un adiós de galope en el pañuelo.

lunes, 8 de octubre de 2018

Canción de mi silencio


(Foto: Luis Fabini)



(Fragmento del poema dramático "1904- Luna Roja", 
en tres actos y un cuadro del autor)

Tercer acto, escena III

Tengo una novia celeste
pero no puedo alcanzarla...
Me gritan las Tres Marías
en tres sílabas: "Te-aaa-ma!"

Subo mi potro azulejo;
me pierdo en la noche clara;
voy polvoriento de estrellas
ganando las horas altas,

pero hallo la Cruz del Sur
siempre como atravesada...
Entonces, se desconcierta
llena de luz la mirada.

La noche mira tan hondo
que tengo celeste el alma.
Mis nazarenas de fierro
brillan de luna y escarcha.

Por momentos, me encariña
campiña azul, donde viajan
enriqueciendo la noche
borregos de nubes blancas.

Mi potro quiere seguir,
y ganarse la olvidada
pontezuela de la luna;
pero no hallamos picada.

Buscándola, nos envuelven
las madreselvas del alba,
y sin comprender por qué
topamos con tierra arada.

Y allí, desde el tajamar,
muy desvaídas...: "Te-aaa-ma!"

Y a mí me da por pensar
que las estrellas me engañan.
...................................................
pág. 99 del libro "1904- Luna Roja" editado por SELA. Montevideo - Buenos Aires
Impreso en la Argentina en 1957

Canción para mi río





Al río Yi


El río, rumbo que canta,
fue mi maestro primero;
junto a su espejo viajero
creció indígena mi planta;
él me puso en la garganta
las voces elementales,
cuando en tardes estivales
pasaba verde su canto,
como un torrente del llanto
vertido por los sauzales.

Azul de noches serenas,
penas de cielos nublados,
cantos, de cantos rodados
rodando por sus arenas;
ternuras dichas apenas,
rebeldías desbordadas,
súbitas luces robadas
a los cielos invernales,
cual si templara puñales
en sus entrañas heladas!

También yo templaba un rayo;
con avaricia febril,
juntaba estrellas de abril
para los versos de mayo.
Miré pasar, de soslayo,
mis colores alboreros;
buscaba los verdaderos
acordes del sentimiento,
junto al relincho del viento
desflecado en los esteros.

Y ambicionaba el arrullo
milenario de mi río,
para hacer el viaje mío
con la música del suyo;
cierta noche, en que un cocuyo
pitaba en su placidez
alcé mi canto y tal vez
por orgullo, o por halago,
me puso el cielo del pago
con estrellas a los pies.

Y crucé por su picada
milagrosa de reflejos,
y él me ascendió cantos viejos
por la sangre iluminada;
limpia luna, cincelada
por su peregrinación,
cuajó el primer medallón
de mi rastra; y ya en la orilla,
me encendió la maravilla
del lucero en el talón!

Destino dulce, y amargo,
de rumoroso sendero,
salí armado, caballero
del canto y del viaje largo;
he dejado, sin embargo,
tan honda raíz en él,
que aún soy sobre el tiempo, aquel
muchacho del mojarrero
que hizo un sueño marinero
para un barco de papel..



sábado, 6 de octubre de 2018

Por culpa de decir quiero (Milonga floreada)


Por culpa de decir "quiero"
como en el truco jugando,
aquí me tienen cantando
al lao de este compañero;
les pido perdón primero
y aunque conozco el oficio
pa'dir despuntando el vicio
agradezco la invitada,
toy contento en la volada
como abogao en un juicio.
...........................................
Floreo:
Sabe que me ha entusiasmao
esa canción y me halaga,
pero siento que su daga
muy adentro me ha chuceao,
el indio se me ha respetao
y retoza de contento
al sentir en su instrumento
tan lindas melodías, 
a un genio de Echeverría
en la patria de Sarmiento.
........................................

Soy poco conversador
no las presumo de gallo,
observo, escucho y me callo,
casi siempre es lo mejor.
Si me aqueja algún dolor
busco alivio en el ungüento,
siempre canto lo que siento
con toda sinceridad
y en prueba de mi amistad
nunca he vivido de cuentos.
................................................
Floreo:
Esa milonga surera
con sabor a nativismo
cultiva el patriotismo
y hace honor a mi bandera, 
retumba en la cordillera
de este pueblo americano
Ullún,  San Martín, Belgrano
lo oyeran a este negro cantar
capaz de resucitar
para estrecharle la mano.
............................................

Cuando está fiero el pastel,
nunca meto la cuchara,
a veces ladiar la cara
es mejor que hacerse ver;
se cumplir con el deber,
el que me dicta el destino,
pa'defender lo Argentino
no digo cómo ni cuándo,
y aunque vengan degollando
no me aparto del camino.
.............................................
Floreo:
Perdone si me he metido

como trapo por la hendija,
sentí crujir las clavijas
y atropellé decidido,
Usted es cantor que ha vivido
las costumbres del pasao
porque ha sido bautizao
con cifras, estilos y milongas
y no con 'bugis' y 'congas'
que de otras tierras han llegao.
..................................................

Hace tiempo ando derecho
como cola de peludo,
le puesto a mi suerte engrudo
hace ya bastante trecho,
si ahura camino el repecho
es una verdad muy cierta,
de que antes no tenía oferta
en la feria'e los varones,
porque andaba a los tirones
como perro en vaca muerta.
...........................................
Floreo:
Bendito Dios, quién diría, 

lo nuestro ha vuelto a surgir,
hoy yo me puedo morir
sonriendo en la patria mía;
el folclore es alegría, 
es el canto, es la amistad, 
ejemplo en la humanidad
que late en los corazones, 
y orgullo de éstos varones
que nos dieron libertad.
.........................................

Pa'tratar a la mujer
siempre he sido bien cumplido
y al no ser mal parecido,
tengo suerte en el querer;
si entro a un baile me hago ver
como liebre en un rastrojo
después me priendo y no aflojo
pero siempre de buen modo
y me le afirmo con todo
como chimango en el ojo.
............................................

Floreo:
Lo tendrán que disculpar
si en algo ha sido imprudente,
por levantar el ambiente
se pudiera equivocar, 
también se suele borrar
la torcaza de su nido
y el paisano mas curtido
llora por esa torcaza, 
estas feas también se casan 
y duermen con sus maridos...
.............................................
En el palenque me espera
mi tobiano coscojero,
es por eso, compañero,
ya estoy mirando pa'juera.
En otra vuelta cualquiera
me arrimaré a este fogón,
agradezco la atención
y aquí va mi mano amiga
que Tata Dios los bendiga
y será hasta otra ocasión.


viernes, 5 de octubre de 2018

De campo afuera (Triunfo)

(Aldo Chiappe)


Alentada por coplas
de campo afuera,
bien haiga de campo afuera.

Llegan las tradiciones
desde mi tierra,
bien haiga desde mi tierra.

Ausencia de malones,
la pampa sueña,
bien haiga la pampa sueña.

Rescoldo de fogones
me dan su queja,
bien haiga me dan su queja.

Sureros son los aires
de mis paisanos,
bien haiga de mis paisanos.

Estancias que conservan
su cina-cina,
bien haiga su cina-cina.

Jagüeles y talares,
pozos y espinas,
bien haiga pozos y espinas.

Polillas que se vuelan
en viento arriba,
bien haiga y en viento arriba.

Criollos de tez morena,
presencia altiva,
bien haiga presencia altiva.

Sureros son los aires
de mis paisanos,
bien haiga de mis paisanos.






miércoles, 3 de octubre de 2018

Domador


Domador, que duro oficio
pa’ quien lo quiera ejercer,,
porque además de saber
dominar con sacrificio,
sin admitir ningún vicio
al crudo o al redomón,
él sabrá en cada ocasión
demostrando su pericia
entre rigor y caricia,
decir quién es el patrón.

Los veo de madrugada
mateando junto al fogón
y luego yendo al galpón
a buscar guascas sobadas,
como pa’ hacer amansadas
con potros en el palenque,
y sin mostrar el rebenque
les va sacando cosquillas
por las patas, las costillas,
o por el anca o por la frente.

Cuando el potro se ha entregao
dentran a tratar la boca
y algunos, cuando les toca
colocarles el bocao
lo tironean de montao,
otros los tiran de pie,
poniendo en esto la fe
que al montarlo el primer día,
luego de breve porfía
se entregue sin más porque.

Luego, lo sigue tratando
las mañanas de temprano,
y al mostrarle con la mano
el rebenque, va logrando,
que el potro vaya aflojando
pa’l lao que tiran las riendas,
y pa’ que’sto bien aprenda,
como a parar y arrancar
y el buen galope largar,
todo el campo se hace senda.

Y así siempre en esta lucha
jugándose día a día
en esta dura porfía
aunque su experiencia es mucha,
él bien sabe ¡la gran pucha!
que aquí se juega su honor,
tratando de ser mejor
sin sacar un sancochao,
porque en su alma se ha plantao
¡su orgullo de domador!

  (12/11/1994)

Peona corazón de fierro




Fuiste reina indiscutida
vieja cocina de leña,
y mi memoria se empeña
en recordarte por vida.
Quizá sucia y carcomida
te encuentres en un rincón
el fuego de tu emoción
hoy, te calienta la plancha…
porque hiciste la pata’ncha
junto a tu hermano el fogón.

Te vi en el campo con brillo
bien reluciente y limpita,
cuando la buena abuelita
te frotó con un ladrillo.
Método simple y sencillo
para que luzcas esbelta
y al calorcito que suelta
la llama en una ramita…
mientras el fuego crepita
se hace un bife vuelta y vuelta.

Si habrás quemado ilusiones
junto a quienes te rodeaban
en años en que escaseaban
los lujos y patacones.
Si habrás escuchao los peones
en las frías madrugadas
y esa, tu almita tiznada
debe aguardar todavía
el eco de una alegría
o una pena trasnochada.

Pa’l tiempo’e las choriceadas
te hicieron rendir a pleno,
de humo se fue el caño lleno
con tren en repechadas.
Y se puso colorada
la chimenea con razón
por tu férreo corazón
se desangró la ceniza…
y tu horno doró con prisa
la torta de chicharrón.

Vieja cocina querida
cuantas cosas que vivimos,
en tiempos que compartimos
aquel pedazo de vida.
La nostalgia dolorida
en un nudo retorcido
pero el tiempo no ha podido
sacarte de mi memoria…
vos, sos un cacho de historia
con gusto a mate cocido.

De ser mujer (Milonga)


Porque has nacido mujer, milonga,
cantamos juntas
las dos sabemos pisar, milonga,
tierra desnuda,
las dos sabemos crecer, milonga,
bajo la lluvia
las dos sabemos callar, milonga,
pena y bravura,
nadie nos puede enseñar,
llanto y ternura.

Porque has nacido mujer, milonga,
soñamos juntas,
las dos sabemos volar, milonga,
vientos y alturas.
Las dos sabemos amar, milonga,
monte y llanura,
lo que oscurece el vivir, milonga,
y lo que alumbra,
ya ves que somos las dos,
lo mismo que una.

Porque has nacido mujer, milonga,
sobre lo verde,
las dos sabemos perder, milonga,
lo que se pierde,
lo que se deja al vivir, milonga,
siendo silencio,
destino de andar mujer, milonga,
trabajo y sueño,
nadie nos puede enseñar
de ausencia y duelo.

Porque he nacido mujer, hermana,
vos vas conmigo,
se que te puedo llevar
por mi camino.
Las dos sabemos andar
llevando a un niño
y un hombre en el corazón,
amanecido.
¡Quién nos podría enseñar
de entraña y nido!

Porque has nacido mujer, milonga,
cantamos juntas,
las dos sabemos nombrar, milonga,
pena y bravura,
las dos sabremos volar
cobrando altura,
no hay nadie que sepa más, hermana
de espera y luna,
no ves que somos las dos:
lo mismo que una.