"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
La estrella del poniente
me va alumbrando
por esta huella larga
que voy andando.
Me apuran la nostalgia
tal vez por eso
se estiran la distancia
en el regreso.
No afloje mi estrellero
que su alegría
venteándolo al pampero
también es mía
Voy galopeando pampa
por trebolares
que cerca estoy del pago
no hay quién me pare,
larairalarailaila,larairalarailaila,
que cerca estoy del pago
no hay quién me pare.
Rodé por muchas huellas
tras mi destino
como los cardos rusos
por los caminos.
Y vuelvo a la querencia
marchita el alma
igual que pasto puna
por la heladas.
No afloje mi estrellero
que su alegría
venteándolo al pampero
también es mía
voy galopeando pampa
por trebolares
,qué cerca estoy del pago
no hay quién me pare,
larairalarailaila,larairalarailaila,
qué cerca estoy del pago no hay quién me pare.
Se oye cantar un hornero
desde el filo de una rama
y con su silbido llama,
a lo lejos a otro hornero.
El sol ya se viene entero
asomando desde el alba
y se extiende como el agua
sobre su cauce infinito,
mi canto parece un grito
al azul de la mañana.
Ya levantando el rocío,
desde los pastos mojados
el cielo, antes estrellado,
se ha perdido en el camino.
El día es el peregrino
que el tiempo dejó olvidado
y en un andar trasnochado
de penas y desventuras,
y todas sus amarguras,
las lleva desconsolado.
Luego, en la siesta cansada
el día pierde su brillo;
el sol parece un membrillo
de semillas coloradas.
Las horas, como si nada,
borran su tinte amarillo
y se oye el canto de un grillo
que en la noche va a esparcirse;
su canto, es el canto triste,
de algún paisano sencillo.
De pronto, ya todo es calma,
solo el silencio se siente
y en un gemido creciente,
se oye hasta el latir del alma.
La noche, como una palma,
abre su mano doliente
y se encienden nuevamente
las estrellas silenciosas;
cansao, el día reposa,
su sueño de amor ausente.
Atención pongan si quieren,
Que vi'a a pintar de ande vengo.
Sangre pampa es la que tengo,
Sangre fuerte, bien parida.
Son herencias recibidas
De mis mayores, sostengo.
Así me hablaba mi padre,
Con tono lento y sereno;
Firme en momentos y bueno,
Versos criollos, sentencioso,
Era pa' mi religioso
Y escucharlo muy ameno.
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"No es bueno andar alardeando De saberes muy profundos. No ha de faltar en el mundo El que tu palabra enmiende: Hasta el hombre más baqueano Todos los días aprende. Desconociendo la cancha No atropelles sin mirar, Nadie puede calcular Donde se esconde una trampa: Pa' quien galopa en lo oscuro Cualquier pocito es barranca. Si un amigo verdadero Te acomoda algún “guascazo” Aguantate el cimbronazo Y pensá sin buscar guerra: La mula patea el estribo, Pero es segura en la sierra. Allá donde tengas mando, Trata de ser indulgente, Mas contra los insolentes Conozco remedio bueno: A pingo duro de boca, De pata larga es el freno. El hombre debe andar solo Sin apoyarse entre hermanos, No convienen muchas manos Pa' dirigir una casa: El lazo tiene ocho tientos, Pero es un hombre el que enlaza. Mire, mi hijo…en lo que empiece, trat'e darle conclusión Nadie niega esta razón Del uno hasta el otro polo: No es domador el que muenta, Sino el que se baja solo. Evite los zalameros Que a todo le juegan risa, Prefiera el hombre que pisa Bien asentao en las plantas: Es áspero el cuero crudo, Pero es el que más aguanta. Las cosas más importantes Dan los mejores provechos. No le mezquines el pecho Y saliles al encuentro: Cuanto más hondo sea el río Más pescados tiene adentro. Aunque el discurso sea largo No por eso, ha de ser cierto, Dejá que los inexpertos Lo escuchen con homenaje: Por el largo del cuchillo, No se calcula el coraje. Solo los hombres muy hombres Se reconocen culpables. Cuando de esto alguien te hable, Recordá la diferencia: No conozco ni un ladrón Que no ha gritao su inocencia. Y así me hablaba mi padre, su consejo fue mi herencia. Quisiera tener si ciencia, Su presencia, tan querida, Fue su patrón en la vida: Solo Dios y su conciencia.
Y terminaba diciendo:
Pa’l hombre que vive libre No hay camino desparejo. Clavá las vistas muy lejos, Pues ande quiera que estés, Por grande que sea el mundo Te queda bajo los pies.
Sos linda, pero chúcara y artera...
Carnes de nubes y ojos estivales,
coloriaste esos labios infernales
bebiendo sol poniente en la tranquera.
Linda... para encontrarte en la pradera
durmiendo entre jugosos pastizales
cuando haga en el ollar de los baguales
su nervioso fogón la primavera!
Yo cortaría el tiento que me amarra,
con la violencia de una fiera en celo;
y llevando la seda de tu pelo
como pendón de muerte en mi moharra,
me iría con tu voz en la guitarra
y un adiós de galope en el pañuelo.
(Fragmento del poema dramático "1904- Luna Roja", en tres actos y un cuadro del autor)
Tercer acto, escena III
Tengo una novia celeste
pero no puedo alcanzarla...
Me gritan las Tres Marías
en tres sílabas: "Te-aaa-ma!"
Subo mi potro azulejo;
me pierdo en la noche clara;
voy polvoriento de estrellas
ganando las horas altas,
pero hallo la Cruz del Sur
siempre como atravesada...
Entonces, se desconcierta
llena de luz la mirada.
La noche mira tan hondo
que tengo celeste el alma.
Mis nazarenas de fierro
brillan de luna y escarcha.
Por momentos, me encariña
campiña azul, donde viajan
enriqueciendo la noche
borregos de nubes blancas.
Mi potro quiere seguir,
y ganarse la olvidada
pontezuela de la luna;
pero no hallamos picada.
Buscándola, nos envuelven
las madreselvas del alba,
y sin comprender por qué
topamos con tierra arada.
Y allí, desde el tajamar,
muy desvaídas...: "Te-aaa-ma!"
Y a mí me da por pensar
que las estrellas me engañan.
...................................................
pág. 99 del libro "1904- Luna Roja" editado por SELA. Montevideo - Buenos Aires Impreso en la Argentina en 1957
Al río Yi
El río, rumbo que canta,
fue mi maestro primero;
junto a su espejo viajero
creció indígena mi planta;
él me puso en la garganta
las voces elementales,
cuando en tardes estivales
pasaba verde su canto,
como un torrente del llanto
vertido por los sauzales.
Azul de noches serenas,
penas de cielos nublados,
cantos, de cantos rodados
rodando por sus arenas;
ternuras dichas apenas,
rebeldías desbordadas,
súbitas luces robadas
a los cielos invernales,
cual si templara puñales
en sus entrañas heladas!
También yo templaba un rayo;
con avaricia febril,
juntaba estrellas de abril
para los versos de mayo.
Miré pasar, de soslayo,
mis colores alboreros;
buscaba los verdaderos
acordes del sentimiento,
junto al relincho del viento
desflecado en los esteros.
Y ambicionaba el arrullo
milenario de mi río,
para hacer el viaje mío
con la música del suyo;
cierta noche, en que un cocuyo
pitaba en su placidez
alcé mi canto y tal vez
por orgullo, o por halago,
me puso el cielo del pago
con estrellas a los pies.
Y crucé por su picada
milagrosa de reflejos,
y él me ascendió cantos viejos
por la sangre iluminada;
limpia luna, cincelada
por su peregrinación,
cuajó el primer medallón
de mi rastra; y ya en la orilla,
me encendió la maravilla
del lucero en el talón!
Destino dulce, y amargo,
de rumoroso sendero,
salí armado, caballero
del canto y del viaje largo;
he dejado, sin embargo,
tan honda raíz en él,
que aún soy sobre el tiempo, aquel
muchacho del mojarrero
que hizo un sueño marinero para un barco de papel..
Por culpa de decir "quiero"
como en el truco jugando,
aquí me tienen cantando
al lao de este compañero;
les pido perdón primero
y aunque conozco el oficio
pa'dir despuntando el vicio
agradezco la invitada,
toy contento en la volada
como abogao en un juicio.
........................................... Floreo: Sabe que me ha entusiasmao esa canción y me halaga, pero siento que su daga muy adentro me ha chuceao, el indio se me ha respetao y retoza de contento al sentir en su instrumento tan lindas melodías, a un genio de Echeverría en la patria de Sarmiento. ........................................
Soy poco conversador
no las presumo de gallo,
observo, escucho y me callo,
casi siempre es lo mejor.
Si me aqueja algún dolor
busco alivio en el ungüento,
siempre canto lo que siento
con toda sinceridad
y en prueba de mi amistad
nunca he vivido de cuentos.
................................................ Floreo: Esa milonga surera con sabor a nativismo cultiva el patriotismo y hace honor a mi bandera, retumba en la cordillera de este pueblo americano Ullún, San Martín, Belgrano lo oyeran a este negro cantar capaz de resucitar para estrecharle la mano. ............................................
Cuando está fiero el pastel,
nunca meto la cuchara,
a veces ladiar la cara
es mejor que hacerse ver;
se cumplir con el deber,
el que me dicta el destino,
pa'defender lo Argentino
no digo cómo ni cuándo,
y aunque vengan degollando
no me aparto del camino.
............................................. Floreo: Perdone si me he metido como trapo por la hendija, sentí crujir las clavijas y atropellé decidido, Usted es cantor que ha vivido las costumbres del pasao porque ha sido bautizao con cifras, estilos y milongas y no con 'bugis' y 'congas' que de otras tierras han llegao. ..................................................
Hace tiempo ando derecho
como cola de peludo,
le puesto a mi suerte engrudo
hace ya bastante trecho,
si ahura camino el repecho
es una verdad muy cierta,
de que antes no tenía oferta
en la feria'e los varones,
porque andaba a los tirones
como perro en vaca muerta.
........................................... Floreo: Bendito Dios, quién diría, lo nuestro ha vuelto a surgir, hoy yo me puedo morir sonriendo en la patria mía; el folclore es alegría, es el canto, es la amistad, ejemplo en la humanidad que late en los corazones, y orgullo de éstos varones que nos dieron libertad. .........................................
Pa'tratar a la mujer
siempre he sido bien cumplido
y al no ser mal parecido,
tengo suerte en el querer;
si entro a un baile me hago ver
como liebre en un rastrojo
después me priendo y no aflojo
pero siempre de buen modo
y me le afirmo con todo
como chimango en el ojo.
............................................
Floreo: Lo tendrán que disculpar si en algo ha sido imprudente, por levantar el ambiente se pudiera equivocar, también se suele borrar la torcaza de su nido y el paisano mas curtido llora por esa torcaza, estas feas también se casan y duermen con sus maridos... .............................................
En el palenque me espera
mi tobiano coscojero,
es por eso, compañero,
ya estoy mirando pa'juera.
En otra vuelta cualquiera
me arrimaré a este fogón,
agradezco la atención
y aquí va mi mano amiga
que Tata Dios los bendiga
y será hasta otra ocasión.
Domador, que duro oficio
pa’ quien lo quiera ejercer,,
porque además de saber
dominar con sacrificio,
sin admitir ningún vicio
al crudo o al redomón,
él sabrá en cada ocasión
demostrando su pericia
entre rigor y caricia,
decir quién es el patrón.
Los veo de madrugada
mateando junto al fogón
y luego yendo al galpón
a buscar guascas sobadas,
como pa’ hacer amansadas
con potros en el palenque,
y sin mostrar el rebenque
les va sacando cosquillas
por las patas, las costillas,
o por el anca o por la frente.
Cuando el potro se ha entregao
dentran a tratar la boca
y algunos, cuando les toca
colocarles el bocao
lo tironean de montao,
otros los tiran de pie,
poniendo en esto la fe
que al montarlo el primer día,
luego de breve porfía
se entregue sin más porque.
Luego, lo sigue tratando
las mañanas de temprano,
y al mostrarle con la mano
el rebenque, va logrando,
que el potro vaya aflojando
pa’l lao que tiran las riendas,
y pa’ que’sto bien aprenda,
como a parar y arrancar
y el buen galope largar,
todo el campo se hace senda.
Y así siempre en esta lucha
jugándose día a día
en esta dura porfía
aunque su experiencia es mucha,
él bien sabe ¡la gran pucha!
que aquí se juega su honor,
tratando de ser mejor
sin sacar un sancochao,
porque en su alma se ha plantao
¡su orgullo de domador!
Fuiste reina indiscutida
vieja cocina de leña,
y mi memoria se empeña
en recordarte por vida.
Quizá sucia y carcomida
te encuentres en un rincón
el fuego de tu emoción
hoy, te calienta la plancha…
porque hiciste la pata’ncha
junto a tu hermano el fogón.
Te vi en el campo con brillo
bien reluciente y limpita,
cuando la buena abuelita
te frotó con un ladrillo.
Método simple y sencillo
para que luzcas esbelta
y al calorcito que suelta
la llama en una ramita…
mientras el fuego crepita
se hace un bife vuelta y vuelta.
Si habrás quemado ilusiones
junto a quienes te rodeaban
en años en que escaseaban
los lujos y patacones.
Si habrás escuchao los peones
en las frías madrugadas
y esa, tu almita tiznada
debe aguardar todavía
el eco de una alegría
o una pena trasnochada.
Pa’l tiempo’e las choriceadas
te hicieron rendir a pleno,
de humo se fue el caño lleno
con tren en repechadas.
Y se puso colorada
la chimenea con razón
por tu férreo corazón
se desangró la ceniza…
y tu horno doró con prisa
la torta de chicharrón.
Vieja cocina querida
cuantas cosas que vivimos,
en tiempos que compartimos
aquel pedazo de vida.
La nostalgia dolorida
en un nudo retorcido
pero el tiempo no ha podido
sacarte de mi memoria…
vos, sos un cacho de historia
con gusto a mate cocido.
Porque has nacido mujer, milonga,
cantamos juntas
las dos sabemos pisar, milonga,
tierra desnuda,
las dos sabemos crecer, milonga,
bajo la lluvia
las dos sabemos callar, milonga,
pena y bravura,
nadie nos puede enseñar,
llanto y ternura.
Porque has nacido mujer, milonga,
soñamos juntas,
las dos sabemos volar, milonga,
vientos y alturas.
Las dos sabemos amar, milonga,
monte y llanura,
lo que oscurece el vivir, milonga,
y lo que alumbra,
ya ves que somos las dos,
lo mismo que una.
Porque has nacido mujer, milonga,
sobre lo verde,
las dos sabemos perder, milonga,
lo que se pierde,
lo que se deja al vivir, milonga,
siendo silencio,
destino de andar mujer, milonga,
trabajo y sueño,
nadie nos puede enseñar
de ausencia y duelo.
Porque he nacido mujer, hermana,
vos vas conmigo,
se que te puedo llevar
por mi camino.
Las dos sabemos andar
llevando a un niño
y un hombre en el corazón,
amanecido.
¡Quién nos podría enseñar
de entraña y nido!
Porque has nacido mujer, milonga,
cantamos juntas,
las dos sabemos nombrar, milonga,
pena y bravura,
las dos sabremos volar
cobrando altura,
no hay nadie que sepa más, hermana
de espera y luna,
no ves que somos las dos:
lo mismo que una.
"Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música..." Jorge Luis Borges
"La pampa, señor, es como la serpiente..., lo magnetiza al hombre, lo encanta y lo adormece, y al fin se lo devora". (G.E. Hudson)
Visite al Gauchoguacho en...
Estancia "La Brava"
Pampa
Madre. Horizonte. Soledad. Llanura franca al sol que sólo sabe de tu curva...Cuna, sepulcro y sustento. Creadora del gaucho afirmativo, del caballo amigo de la distancia, del puma escondido y del chajá ascendente. Pretexto de vagabundas ansias de partir sin meta...¡Tú que das resignación al pequeño, empampado de infinito! Ricardo Güiraldes.
El hombre nacido en la pampa tiene todo el cielo y todas las estrellas que parece que se le vienen encima. Tiene las primeras luces del sol a la mañana y las últimas del anochecer. El horizonte es la primera abstracción para el hombre, ya que es una línea que se ve pero que no existe, porque en la medida que avanza, se aleja más. Nunca va a encontrar el horizonte, sin embargo está ahí. Entonces el canto de ese hombre es reflexivo, intimista, profundo, como asombrado por la grandeza de la inmensidad. (Suma Paz)
"La pampa con su mutismo imponente y su monotonía tan característicos, predisponían poco a la locuacidad. -'El campo es tan lindo, me decía cierta vez un gaucho, que no dan ganas de hablar" Leopoldo Lugones
Paisajes
Pareciera que se agacha la huella del horizonte, y uno se pierde en el monte hasta hallar una lomada. La tierra parece nada y en ella se afirma el hombre.
Presentación
De n'antes
De ranchos y taperas
Pa'la moza
Sucedidos
Oficios
Nuestros paisanos los indios
Cosas del campo
Baguales
Jenofonte dice que al andar a caballo se siente la necesidad de que a uno le crezcan alas... Así el caballo resulta no sólo maestro del músculo sino también del alma... El caballo educa, rige al hombre y le da una filosofía propia. La filosofía de un jinete es distinta a la de un caminador...En el caballo se aprende la vida. Sobre su cabeza nace la lejanía y entre sus cascos se fatiga la tierra. A todo el que va jinete en su caballo su soledad lo acompaña. (Eduardo Jorge Bosco). ..................................................................................
A un domador de caballos
"Cuatro elementos en guerra forman el caballo salvaje. Domar un potro es ordenar la fuerza y el peso y la medida: Es abatir la vertical del fuego y enaltecer la horizontal del agua: poner un freno al aire, dos alas a la tierra..." (Leopoldo Marechal)
Juiiira perro
Bichos de mi tierra
De chacota.
Canto con jundamento
Viva la Patria
Aquí me pongo a cantar
Cruz diablo
"He dicho muchas veces que aquí recibí mis primeras lecciones de abismo y de absoluto.
El cielo me las dió, me las dió la llanura abierta y desmesurada. (Olga Orozco).
Pero yo he vivido libre
y sin depender de naides
siempre he cruzao a los aires
como el pájaro sin nido,
cuanto sé lo he aprendido
porque me lo enseñó un "flaire".